Durante su gestión al frente del Instituto Nacional de Antropología e Historia Alfonso de Maria y Campos ha realizado 67 viajes tanto nacionales como internacionales. Con cargo al erario gastó más de 296 mil pesos en hoteles y comidas. Los documentos obtenidos por Contralínea revelan su gusto por el vino y la “alta cocina”. El funcionario enfrenta una movilización nacional de arqueólogos, investigadores, académicos, conservadores y arquitectos que se oponen a una política que, dicen, ha llevado a los bienes nacionales al desastre
Desde que asumió la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2006, Alfonso de Maria y Campos Castelló ha realizado 67 viajes, 48 de ellos nacionales y 19 internacionales.
Las giras y viajes del funcionario han significado para el erario, al menos, 296 mil 574 pesos. Pese a que Contralínea solicitó comprobantes y facturas por concepto de viáticos a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, los documentos entregados no incluyen transporte, sino únicamente lo erogado por hospedaje y alimentos.
Aunque la cantidad no representa un gasto “mayor” para las arcas públicas, revela los excéntricos gustos del servidor público que percibe un salario de 124 mil 10 pesos mensuales y que, ahora, enfrenta una movilización nacional sin precedentes.
Arqueólogos, investigadores, académicos, conservadores y arquitectos adscritos al Instituto Nacional de Antropología e Historia mantienen desde el pasado 24 de julio una movilización inédita en territorio nacional con el objetivo de denunciar la profundización de una política de destrucción y tergiversación de los bienes arqueológicos e históricos de los mexicanos.
Entre la lista de agravios al patrimonio señalan la renta de museos nacionales para ofrecerlos a empresas privadas que realizan fiestas y cocteles, así como conciertos para recaudar fondos y subastas de arte, y autorizaciones para espectáculos lucrativos dentro de las zonas arqueológicas como los “espectáculos de luz y sonido”.
Los investigadores, señalan a De Maria y Campos, licenciado en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, como el principal responsable del estado de desastre en el que se encuentra el Instituto.
Alta cocina con cargo al erario
Por un monto de 95 mil 543 pesos, en 2007 el director general del INAH realizó 18 viajes, 14 de ellos nacionales y cuatro internacionales.
Entre sus viajes, en junio de 2007, acudió Washington, DC, con el objeto de revisar temas de exposición de patrimonio cultural con Estados Unidos y asistir a la inauguración de la Unidad Estratégica de Negocios de la Secretaría de Turismo, según el documento Relación de viáticos 2006-2011 expedido por el área administrativa de la Dirección General del INAH.
Se hospedó en The Melrose, ubicado en el centro de la ciudad, a la orilla del río Potomac, cercano a la Casa Blanca, el Centro Kennedy para las Artes Escénicas, y George Washington University. The Melrose cuenta con un gimnasio con pesas y máquinas cardiovasculares, servicio las 24 horas a las habitaciones, un centro de negocios, servicio de tintorería y estacionamiento con asistencia.
Durmió durante tres noches en la habitación 330, equipada con “baño de mármol, sábanas finas, edredones de felpa, cafetera, refrigerador, escritorio ejecutivo e internet de alta velocidad”, según se lee en el portal de internet del establecimiento. La cuenta de 11 mil 375 pesos fue liquidada por el funcionario público con una tarjeta de crédito American Express.
En su paso por Washington, De Maria y Campos comió en The Oceanaire Seafood Room catalogado como uno de los mejores del país. El restaurante que sirve mariscos y vino está a cargo del chef Sean Sanders, quien logró el premio Dirona para el local de Dallas y la distinción de la Asociación Internacional de Profesionales Culinarios.
Ahí, pasadas las ocho de la noche, el 15 de junio, el funcionario pidió vino Muscadet, sopa de pescado, café, té, salmón, carne de cangrejo, pastel de cangrejo, espárragos y tarta de queso. La cuenta a cargo del erario fue por 1 mil 855 pesos.
El 16 de junio, y también en Washington, el titular del INAH entró a La Chaumiére. El local, ataviado con una chimenea central de piedra, vigas de madera y paredes de estuco, ofrece comida francesa preparada por el galardonado chef de cuisine Patrick Orange.
Sopa de langosta, suflé de queso, tarta, vino Sancerre y Coca Cola de dieta, son algunos de los platillos y bebidas que consumió el funcionario a alrededor de las siete de la noche. La cuenta, de 700 pesos, fue solventada con dinero público.
En su viaje por Yucatán en julio de 2007 con motivo de la declaratoria de las siete nuevas maravillas del mundo, Alfonso de Maria y Campos consumió 1 mil 300 pesos en alimentos. La factura, que no muestra mayor detalle, fue emitida por el restaurante El Atrio, ubicado en la localidad de Pisté, municipio de Tinúm.
Para participar en la inauguración de la exposición Persas, en el Museo Ampara, de la ciudad de Puebla de los Ángeles, Alfonso de Maria comió en La Conjura: Casa de Comidas Lentas. Ahí gastó 2 mil 80 pesos. El sitio se ubica en el Centro Histórico de Puebla, dentro de una antigua fábrica de tocino, jamones y jabones, un edificio del siglo XVII.
En sus mesas, el chef Martín Tequipa sirve guisos poblanos tradicionales y comida española. En el menú se pueden encontrar tapas, tostadas de angulas, sopa de lentejas y jamón serrano, fabada, guasmole de espinazo, lomo de ciervo bañado con salsa dulce, pechuga de pato en salsa de higos, rib-eye remojado en salsa de hongos y setas, caderas de chivo en mostaza picante, foie de pato sobre pan de vainilla y chutney, tortilla de patatas y tostadas de camarón con queso brie. La carta incluye también platillos barrocos poblanos del siglo XVIII como el guacamole, la mezclilla o el robalo en salsa de chile ancho.
En septiembre de 2007, De Maria y Campos viajó a París “para definir el contrato con el Museo Quai Branly”. Comió a orillas del río Sena en Le Malakoff. Gastó 46 euros, poco más de 700 pesos. Por la tarde, ingresó al bar y cervecería Le Colibrí. Pidió una cerveza Kronengbourg 1664 de 25 centilitros, una Coca Cola Light y minutos después regresó para comer un croque monsieur –sándwich de jamón con queso, que se sirve gratinado– y una ensalada. En suma pagó 455 pesos.
Sobre la 31 Avenue George V de París, se encuentra la tienda Hediard. Fundada en 1854 para la venta de ultramarinos, hoy es un prestigiado establecimiento donde se puede encontrar desde café de las islas de Java y Jamaica, té de China y Sri Lanka, caviar Iraní, hasta variedades de mostaza, mermeladas con extracto de flores y vinagres de especies o de licores.
Además de comprar en la primera planta del edificio, los clientes pueden degustar en el mismo lugar.
De Maria y Campos ingresó a Hediard alrededor de las seis de la tarde del 9 de septiembre de 2007, compró dulces de castaña, jamón, huevo, trufas de ganzo, turrón, y pasta, entre otras cosas.
En Brasserie Flo, restaurante parisino, el 10 de septiembre, Alfonso de Maria gastó 1 mil 15 pesos. Dos comensales pidieron salmón, tarta de carne de res, Coca Cola Light y vino Sancerre.
La cuenta que pagó el INAH en el Meliá Withe House asciende a los 11 mil 600 pesos por tres noches en la habitación 314 de este hotel cuatro estrellas situado en el centro de Londres y cuya remodelación en 2002 fue cubierta por un monto de 30 millones de euros.
Para participar en los trabajos de la comisión binacional México-España, el funcionario viajó a Madrid en octubre. Ahí pasó cinco días. Su hospedaje en el Hotel Wellington costó 13 mil 500 pesos.
Visitó la cervecería Santa Ana. En el ticket de compra se puede leer que el funcionario se sentó en la mesa cuatro y pidió cinco cervezas dobles, una cerveza con limón, dos cervezas urquell, chorizo, jamón jabugo, queso de oveja, boquerones en vinagre, dos raciones de pan, tortilla española y ensaladilla rusa. De acuerdo con el comprobante obtenido por Contralínea, se descuentan las cervezas y únicamente se toman en cuenta 775 pesos de la cuenta, sin embargo no hay documentos que respalden la operación.
El 16 de octubre de 2007, cuatro comensales, entre ellos De Maria y Campos se sentaron en la mesa ocho de El Asador Frontón. Pidieron espárragos, ventresca, cogote de merluza, rape a la brasa, chuletón de buey, flan casero, cerveza, café, pacharán (un licor dulce y fuerte que se obtiene de la destilación de la endrina) y vino Fino Quinta. La cuenta a cargo del erario fue por 2 mil 738 pesos.
Por dos noches en el Hotel Victoria, en Oaxaca, en febrero de 2008, “para visitar conventos en relación a los convenios con Fomento Cultural Banamex y Fomento Social Banamex”, el INAH erogó 4 mil 235 pesos. La habitación 808 costó más de 1 mil 600 pesos por noche. Al establecimiento de cinco estrellas lo rodean 70 mil metros cuadrados de jardines. Cuenta con alberca climatizada, cancha de tenis, centro de negocios y acceso al campo de golf más exclusivo de la ciudad de Oaxaca.
Con motivo de encabezar las negociaciones que se realizan con autoridades culturales y militares para el intercambio de banderas entre México y España durante la visita de Felipe Calderón a aquel país, De Maria y Campos pasó cinco días en España en junio de 2008.
Comió en el restaurante Jockey, por el que han pasado emperadores, reyes, príncipes, jefes de Estado, políticos y la aristocracia, según cuenta su página de internet. La decoración del Jockey desde su apertura en 1945 estuvo a cargo de la firma Lombardia Hermanos, introductora de los muebles de estilo en las casas del Madrid de la posguerra.
En medio de una atmósfera de club ecuestre británico, el funcionario pidió ensalada templada, perdiz con escabeche, pan, mantequilla, frambuesas, parrilla de lenguado, dos copas de Johnnie Walker Red; cuatro copas de pacharán; una copa de vino fino La Ina; vino tinto Viña Pedrosa y agua mineral Solán de Cabras. La cuenta fue por 3 mil 764 pesos. Sobre la copia de la factura la leyenda “Bueno por 2 mil 426 pesos” y en el listado aparecen tachados los vinos. No obstante no se ofrece comprobante de que así fue.
En el Club 31, se erogaron 1 mil 300 pesos. Pese a la falta de detalles en la factura, el restaurante –ubicado junto a la Puerta de Alcalá que destaca por su cocina y porque se emplata a la vista del comensal– ofrece entre otros platillos huevos en cocotte a los dos caviares, faisán a las uvas con puré de manzana y lubina en papillote con salsa nantua, además, cuenta con una bodega de vinos españoles.
En septiembre de 2008, De Maria y Campos consumió 1 mil 261 pesos en el Granero Grill, restaurante reconocido por la revista Líderes Mexicanos como uno de los 10 mejores restaurantes de México y por Latin Trade Magazine como el tercer mejor restaurante de Latinoamérica. El titular acudió para reunirse con los directores de los museos Rietberg, Martín Gropius Bau y Musee Du Quai Branly; participar en la inauguración del Festival artístico de Santa Lucía, y a la inauguración de la exposición Teotihuacán Ciudad de Dioses.
El viaje del servidor público a Oaxaca en enero de 2009 es uno de los ocho que realizó ese año. De Maria y Campos participó en el seminario internacional Compartir el Patrimonio Cultural Intangible: Narrativas y Representaciones.
En Oaxaca permaneció un día y comió en el centro de la ciudad en la marisquería Marco Polo Cocina del Mar, la cual le facturó 1 mil 214 pesos por consumo de alimentos. El establecimiento cocina los mariscos al aire libre en un horno de adobe.
El Restaurant Los Mirasoles se ubica en el corazón de Morelia, Michoacán, en una antigua mansión virreinal cuyos antecedentes más remotos datan del siglo XVII. La casona forma parte de las edificaciones del centro histórico de Morelia, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Según información del restaurante, en los “enjarres” de la alacena de su antigua cocina se encontró un mensaje de quienes iniciaron la independencia de México.
De acuerdo con el comprobante, del que Contralínea posee copia, el director general del INAH cubrió 1 mil 280 pesos de consumo de alimentos, sin que se especifiquen el número de comensales y los detalles de lo que se ordenó. El portal en internet del establecimiento señala que en Los Mirasoles se ofrecen platillos michoacanos, cortes argentinos, pastas italianas de la chef Rubí Silva de Figueroa, además de ocho diferentes variedades de vino y más de 50 variedades de martinis. El viaje fue justificado por la administración en diciembre de 2009 como “Supervisión de trabajos de restauración en el museo Casa Morelos”.
En los últimos días de diciembre, el funcionario viajó a Viena, Austria, con el fin de participar en las reuniones relacionadas con el intercambio de exposiciones con el gobierno de Austria.
Se hospedó en el Grand Hotel Wien, hotel cinco estrellas en el que pasó dos noches en la habitación 622, y considerado uno de los hoteles más modernos y lujosos de Austria. En 1984, el Grand Hotel fue escenario de la celebración de 50 años de Johann Strauss, el rey del vals. Tiempo después la construcción fue sede del Organismo Internacional de Energía Atómica. Remodelado con una inversión de 100 millones de euros, fue reinaugurado en 1994 y su historia de 140 años ha merecido que le llamen el “centro neurálgico de la vida social vienesa”.
A decir de sus administradores, la decoración del Grand Hotel Wien “ofrece un recuerdo vivo de la era majestuosa del Imperio Austro-Húngaro”. La cuenta del funcionario en dicho hotel, incluidos los desayunos, fue por más de 8 mil 800 pesos.
Cuando de Maria y Campos viajó a Monterrey en febrero de 2010 (para participar en la reunión de trabajo con el gobernador, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y funcionarios de Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León), lo recibió una escultura de sirena en El Paraíso, uno de los más exclusivos restaurantes de comida internacional de la ciudad.
Ubicado en el municipio de Garza García, Nuevo León, El Paraíso le facturó al Instituto de Antropología 1 mil 468 pesos. La factura no especifica el número de comensales ni los detalles de lo que se consumió.
Para participar en la ceremonia de inauguración de la Expo Guanajuato Bicentenario 2010, el funcionario viajó en julio al estado. Se hospedó acompañado de una persona en el Hotel Boutique Quinta Las Acacias, instalado en una casa del siglo XIX estilo francés que fuera restaurada en 1998, catalogada por el INAH como monumento histórico.
Durmió la noche del 16 de julio en la habitación Guelaguetza, una de las 17 habitaciones decoradas al estilo clásico europeo con muebles de época y artesanías mexicanas. La suma erogada fue de 2 mil 938 pesos.
Tres noches en el Hotel Radisson Blu Style Hotel, Viena, situado en el centro de la ciudad y una de las principales capitales culturales de Europa. El hotel dispone de 78 habitaciones con internet de alta velocidad, televisores pantalla plana LCD, gimnasio, sauna, sala de relajación, spa. El premiado restaurante Sapori y el Bar H12 and Lounge que además de servir cocteles clásicos y vinos Premium, ofrece jazz.
El titular del INAH habría viajado hasta Viena para participar en las reuniones relacionadas con el intercambio de exposiciones con el gobierno de Austria. La cuenta de 10 mil 581 pesos por ocupar la habitación 526 del Radisson Blu fue cubierta con dinero público.
Todas las habitaciones del Villa Montaña cuentan con una tina de baño. La más barata cuesta no menos de 2 mil 300 pesos por noche. De acuerdo con la factura entregada a Contralínea, De Maria y Campos pagó más de 3 mil 400 pesos en el hotel y spa por lo que de acuerdo con el tarifario del lugar rentó una habitación Junior Suite, de 3 mil pesos la noche: habitación con cama king size, sala con vista a la ciudad o a los jardines, chimenea, teléfono y caja de seguridad.
La visita a Morelia, Michoacán, se debió a la participación del funcionario en la comitiva presidencial de la supervisión del teatro Bicentenario Mariano Matamoros y la Catedral de Morelia, en octubre del 2010. Aunque según el área de administración de la Dirección General del INAH, el viaje duró dos días, únicamente se entrega el comprobante de un día de hospedaje y no incluye alimentos. Villa Montaña se localiza en los altos de Santa María, a 15 minutos del centro histórico de Morelia.
Water Grill sirve pescados frescos y mariscos. Ha sido reseñado por publicaciones como Los Ángeles Times o Los Ángeles Magazine. En 20 años, su cocina ha estado a cargo de afamados chefs como Michael Cimarusti, David LeFevre y ahora Damon Gordon.
A las 19:45 horas, la caja registradora del Water Grill le imprimió un ticket de compra al titular del INAH. El monto: 2 mil 5 pesos. El local, remodelado en 2011 con una inversión de 1.5 millones de dólares, se localiza en Los Ángeles, California. De Maria y Campos acudió en octubre de 2010 para participar en la reunión de trabajo con Michel Govan, director del Museo de Arte del Condado.
En febrero de 2011, el titular del INAH salió a San Francisco, California, para participar en la inauguración de la exposición Olmeca en el museo de las Bellas Artes. Pasó por Bouchon Restaurant, un lugar donde se sirve comida francesa. Según consta en el comprobante de pago, a la mesa 20 se llevaron mejillones, pollo, ostras y café. La cuenta sumó 2 mil 200 pesos.
En 2011, el funcionario viajó tres veces a Morelia. La primera, en marzo, para participar en la reunión nacional de cultura y para supervisar los trabajos del Museo Regional de Michoacán. En esa ocasión gastó 725 pesos en el restaurante de comida italiana Bizancio, ubicado en el centro de la capital michoacana en una casona de finales del siglo XVIII.
En su segunda visita del año, en junio, participó en la ceremonia conmemorativa del XXXII aniversario de la fundación del círculo de estudios Génesis, AC, el museo regional de Morelia y la supervisión de trabajos en la zona arqueológica Tzintzunzan. Trabajos que han generado las críticas de los arqueólogos e investigadores de Tzintzunzan porque se construye un museo sobre una de las pirámides.
En agosto regresó a Morelia para continuar con la supervisión de trabajos en la Zona Arqueológica Yácatas, Tzintzunzan, y para inaugurar el Museo Regional de Michoacán.
La cuenta en el restaurante vienés Zum Scwarzen Kameel fue de 2 mil 106 pesos. De Maria y Campos y otro comensal pidieron, entre otras cosas, ternera, variedades de pescado como rape y merluza atlántica. El motivo del viaje fue la ceremonia de la entrega-recepción de la colección Patterson.
En julio pasó cinco días en Madrid, España, para participar en la inauguración de la exposición Teotihuacán Ciudad de los Dioses en el museo Caixa. El 24 de julio se sentó a comer en una de las terrazas del Hotel Ritz. La cuenta de 1 mil 525 pesos en el palacio barroco construido en 1910 a capricho del rey Alfonso XIII, fue por un almuerzo, Solán de Cabras (agua mineral que proviene de un único manantial, declarada minero-medicinal y de utilidad pública por Carlos IV) y una copa de vino Ares.
De acuerdo con su portal de internet, los restaurantes y bares del hotel habitualmente reciben aristócratas, mandatarios y es un lugar de reunión de la alta sociedad española.
El presidente Felipe Calderón, los expresidentes de México Ernesto Zedillo, Vicente Fox, y celebridades como Sean Penn, Mel Giboson, Salma Hayek, Luis Miguel, Bill Clinton y el empresario Carlos Slim han comido en la marisquería Villarica.
En la cadena de restaurantes con vista al mar, De Maria y Campos consumió 1 mil 522 pesos en alimentos. El viaje se realizó en agosto de 2011 para participar en la ceremonia de inauguración de la exposición Antiguas Culturas del Golfo de México, en Veracruz.
En octubre de ése año, asistió a la inauguración, en Argentina, de la exposición Dioses, Ritos y Oficios del México Prehispánico. Según documento entregado por la Dirección General a este semanario, la visita a Argentina fue el 15; no obstante, ofrece una factura por consumo de alimentos fechada el 16 de octubre.
El comprobante corresponde a un ticket de pago de la Cabaña Las Lilas, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, e inaugurado en noviembre de 1995. Los bifes de la Cabaña Las Lilas, según su publicidad, provienen de pastizales propios donde se crían, desde hace 70 años, a los reproductores padres de los novillos que son engordados para después servirlos en el restaurante.
Las Lilas, además de restaurante, es un lugar de crianza. Conocido, a decir de su portal en internet, por ser una de las principales fuentes de genética existentes en Angus y Hereford.
En Las Lilas también se crían caballos deportivos para la práctica de polo, deporte de arraigo nacional, los cuales luego de entrenados participan en torneos nacionales y del exterior.
Esa tarde, De Maria y Campos se sentó a la mesa 4 del restaurante cuyas paredes lucen algunos de los premios obtenidos en la Exposición de Palermo, “como homenaje a las sangres que brindaron su genética para que las sabrosas y tiernas carnes que allí se sirven sean una realidad”, recita la publicidad del sitio.
Sin especificar el número de comensales, la mesa del funcionario solicitó a los meseros: cerveza Guinness, cerveza Negra Modelo, agua con gas, ensalada verde, pulpo español, bife de chorizo, couvert (compuesto por tomates desecados, morrones braseados, muzzarela, mantequilla y variedad de panes caseros), tarta tatín de manzana, y un vino de postre Rutini Vin Doux Naturel. La cuenta sumó 2 mil 734 pesos.
Sassafraz, restaurante ambientado dentro de una casa victoriana, ofrece comida de inspiración francesa. Ubicado en Yorkville, Toronto, el establecimiento recibió la tarde del 29 de diciembre al funcionario y a un acompañante.
El viaje fue el último que realizó en 2011. Se reunió con el director del Royal Ontario Museum. Pasó ahí tres días. El 29 de diciembre entró a las tres de la tarde al establecimiento. Pagó 1 mil 607 pesos por una docena de ostras, una sopa gratinada, agua mineral Badoit, vino Prosecco, vino Pinot Grigio Serenissimo y una crepa.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia entregó comprobantes de viáticos hasta enero de 2012. El registro especifica que su titular regresó por quinta ocasión a Viena, Austria. En la ciudad europea pasó siete días, para “participar en la inauguración de la exposición de máscaras de jade mayas y en una reunión de trabajo en el Museo de Historia del Arte en Viena”.
Por 2 mil 826 pesos con cargo al presupuesto del INAH, comió en el restaurante DO & CO Albertina. En el listado consta que se pidió atún del atlántico, linguine (pasta) con gambas (crustáceos marinos), wiener schnitzel (un tradicional platillo de la comida austriaca preparado con una rebanada de carne de ternera o cerdo ablandada, sumergida en harina de trigo, huevo batido y pan rallado y frito en mantequilla clarificada), mohr im hemd (un postre tradicional a base de bizcocho cocinado a baño maría, chocolate fundido y nata montada), praliné de chocolate (golosina tradicional de la cocina francesa similar a la almendra garapiñada), tres variedades de café, agua mineral Vöslauer y vino Riesling Bründlmayer.
Para el historiador y secretario general del Sindicato de Investigadores del INAH, Felipe Echenique March, “es un abuso desmedido que ganando lo que ganan estos funcionarios, encima le carguen al erario sus comidas”.
Para la realización de este trabajo se solicitó entrevista con Alfonso de Maria y Campos Castelló. Hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta.
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Fuente: Revista Contralínea 302 / septiembre de 2012