“Recuerda siempre que el poder y la autoridad vienen de lo alto y que el que obedece no se equivoca”, dicen los yunquistas a los nuevos integrantes durante el rito de iniciación. Es el juramento de disciplina que busca obtener la obediencia ciega y permanente de todos los miembros, y del cual se hace referencia en el informe completo que la Conferencia Episcopal Española solicitó sobre El Yunque en 2010, y que está incluido en los más de 17 mil archivos de la organización ultraderechista Hazte Oír que WikiLeaks compartió con Contralínea.
El reporte fue elaborado por el filósofo y ultraderechista Fernando López Luengos, quien señalaba que el ritual “posee un carácter explícitamente militar”. El rito de iniciación congrega a la comunidad yunquista y en éste se recita el juramento de lealtad a la asociación secreta, que obliga a los miembros a guardar silencio sobre El Yunque y anteponerlo a todo, con el fin de alcanzar el máximo objetivo: gobernar el país para “instaurar el reino de Cristo en la Tierra”.
Del informe se desprende que el juramento tiene tres ejes principales: la primordialidad de la organización, con la cual sus actividades prevalecen sobre cualquier compromiso familiar, laboral o de cualquier otra índole; la reserva, que los obliga a silenciar todo lo relacionado a ésta (empezando por negar siempre su existencia, jamás revelar quiénes son sus integrantes, ni cuales son sus actividades ni estrategias); y la disciplina, que básicamente se refiere a poner en marcha “un sistema militar de obediencia”, como lo calificaba López Luengos.
Con base en el testimonio de 24 personas vinculadas al Yunque –que pertenecen a siete provincias españolas diferentes y de realidades eclesiales diversas, como Acción Católica, Focolares, Opus Dei, Comunidades Neocatecumenales, Asociación católica de Propagandistas, Movimientos del Apostolado de la Oración–, el filósofo describía que en la ceremonia de ingreso de un nuevo miembro se puede apreciar el espíritu y doctrina de la organización secreta.
Dos exmiembros del Yunque (testigos siete y nueve) no sólo relataron cómo fue su ingreso a la organización de origen mexicano, sino que editaron esa parte del reporte entregado a los obispos españoles, por lo cual el filósofo aseguraba que todas las frases “son fieles a la realidad. Sólo existen diferencias muy leves en la fórmula femenina, y muy pocas líneas diferencian el juramento mexicano del juramento español”.
A continuación, relataba las palabras que los yunquistas expresan en su ritual de iniciación:
“Declaro inaugurada esta ceremonia de ingreso al centro N–– de la organización del Yunque. Cristo Rey, Señor y Dios nuestro te ofrecemos nuestros trabajos en esta sesión rogándote nos des fortaleza para perseverar a pesar de los peligros, fracasos personales u otras adversidades.
“Tú no has elegido venir aquí, tú has sido elegido. Y a partir de hoy formarás parte de una casta de elegidos, nuestra lucha es la de los cruzados, la de los cristeros, la de muchos otros caballeros cristianos que a lo largo de la historia se han organizado para consagrar sus vidas a instaurar el reinado de Cristo en la tierra. Este es nuestro apostolado y es nuestra actividad primordial en la vida. El Yunque es una organización cívico-política abocada a preparar a una aristocracia del espíritu que debe conducir y gobernar a (España) según los dictados evangélicos.
“Somos una milicia, nuestra lucha exige primordialidad, reserva y disciplina.
“-Por la trascendencia de las actividades propias de la organización estas tienen primordialidad sobre cualesquiera otras, ya sean de carácter laboral, familiar o de cualquier otra índole.
“-La naturaleza de la lucha y la perversidad de los enemigos de Dios y de la patria hacen necesaria la reserva. Somos una milicia, muchos compañeros han muerto a manos del enemigo. Las posiciones desde las que opera la organización no deben ser conocidas por sus adversarios. Por eso se te asigna en esta ceremonia el pseudónimo de N con el que serás tratado en la organización. Y tú deberás dirigirte a tus compañeros y hermanos de lucha por sus pseudónimos. No conocerás más que lo estrictamente necesario para el cumplimiento de las tareas que te sean asignadas, y no deberás comentar nada de ello con nadie más que con quienes participes en cada actividad.
“-Como toda milicia requerimos disciplina esto nos permite operar con eficacia, coordinar nuestras acciones y lograr los mejores resultados. Recuerda siempre que el poder y la autoridad vienen de lo alto y que el que obedece no se equivoca. En lo sucesivo serás un yunque que cuantos más golpes recibe más se asienta sobre sus bases, sobre sus principios. Por eso nuestro lema: “estad firmes como yunques golpeados.
“Después de conocer esta organización, ¿aceptas hacer la voluntad de Dios y te integras en ella?
“-Sí acepto
“Entonces ven a esta mesa a hacer el juramento. Pon la mano derecha sobre el crucifijo y lee el juramento:
“Yo N acepto integrarme a la organización nacional del Yunque asumiendo la lucha por el reinado de Cristo en (España) como actividad primordial de mi vida. Juro guardar la más absoluta reserva sobre la existencia de la organización, sobre sus integrantes, acciones y estrategias. Juro también obedecer a sus mandos y ejercer responsablemente como jefe cuando así me fuere indicado. Juro como caballero cristiano defender aún a costa de mi vida este instrumento que Dios nos ha dado para instaurar su reinado en la tierra.
“Ya eres miembro de la organización, en este acto te has integrado a quienes Dios ha elegido para instaurar el reino. Desde este momento encontrarás en cada uno de nosotros un compañero y un amigo; pero si tus intenciones fueran traicionarnos o llegaran a desviarse de algún modo, en cada uno de nosotros encontrarás un juez justiciero.
“Declaro clausurada esta ceremonia de ingreso de nuestro compañero N al centro N de la organización nacional del Yunque. Nos vamos con la satisfacción que tienen aquellos que han cumplido con su deber. Sabemos que para el triunfo de nuestra causa son necesarias la primordialidad, reserva y disciplina que forjarán a nuestra generación en el estilo firme y vigoroso del Yunque.
“¡Compañeros y hermanos de Lucha estad firmes! (Todos) ¡Sta firmus ut incus percussa! (dando tres golpes sobre la mesa) ¡Dios! ¡Patria! ¡Yunque!”
El catedrático López Luengos apuntaba que, para los yunquistas, la obediencia a la organización –por encima de cualquier otra responsabilidad– genera una importante distorsión porque consideran que “encarna la voluntad de Dios para ellos. Esto explica la radicalidad de sus métodos respecto de terceros”.
Es por eso mismo que en el juramento se le asegura al nuevo miembro que ha sido elegido y no al revés, pues El Yunque es una “casta de elegidos”, “una aristocracia del espíritu que debe conducir y gobernar a España según los dictados evangélicos”.
Según el informe, para los yunquistas la estrategia política de su organización dimana del mismo Evangelio: “en sus reuniones repiten que el Reino de Dios se beneficia si su organización asciende políticamente. Y continuamente apelan al Evangelio para fundamentar las exigencias políticas de su organización”.
Ello, a pesar de que El Yunque no tiene una pertenencia eclesial ni está sometido a la autoridad de la Iglesia por medio de estatutos. “Una disciplina de ese tipo no se puede justificar desde el momento que la autoridad a la que se somete el miembro no responde de sus actos ante nadie, mientras que las órdenes impartidas afectan la vida familiar, escolar y profesional del mismo sin que en esos ámbitos se sepa nada. No se puede tener autoridad sin la respectiva responsabilidad”, señalaba el informe entregado a los obispos y después utilizado en diversos juicios que enfrentó Hazte Oír ante la autoridad española (como demandado o como demandante).
En El Yunque hay otros rituales además de la iniciación. El reporte refiere sobre todo los que se desarrollan en las células juveniles, donde también participan menores de edad. Al respecto, afirma que hay secciones masculinas y femeninas con actividades diferentes.
Uno de esos ritos es el de la reunión semanal que tienen las células juveniles: ésta “comienza con una oración de la organización y el rezo del rosario de rodillas. Si se trata de una sesión solemne (entrada de un nuevo miembro, cambio de centro –célula– de uno de los miembros, etcétera) deben asistir con un uniforme que no pueden usar fuera del piso franco en el que se reúnen. En las sesiones ordinarias, después del rosario, el jefe del centro revisa los compromisos semanales de los miembros: 1. Hacer deporte. 2. Hacer dos informes. 3. Sacar buenas notas y 4. Leer los libros que se les encomiendan. El jefe de centro comprobará que cada miembro ha cumplido los porcentajes de tiempo encomendados cada semana: un tanto por cierto de las horas de una semana se deben dedicar al deporte y al estudio. Deben dar cuenta de los libros leídos y entregar dos informes. También se revisa si ha cumplido los compromisos relativos a acciones concretas”.
En la reunión se trata el tema de formación que puede político o espiritual, con predominio del primero (60 por ciento se dedica a cuestiones políticas, 40 por ciento a la formación espiritual).
Es ahí, en esas reuniones, donde opera el sistema disciplinario de carácter “militar”, puesto que la falta de estos deberes es “corregida” con castigos. “Uno de los más frecuentes es “fondear” (hacer varias decenas de fondos) o sentadillas; en otras ocasiones se le hace levantar a las 6 de la mañana para hacer deporte”. Además, indicaba López Luengos, “se les explica que han de ser formados como hombres ‘mitad monje, mitad soldado’, pero poco a poco el aspecto formativo espiritual de los jóvenes recién incorporados se va sustituyendo por un mayor compromiso con el activismo, con acciones que propicien la presencia en los medios y con la captación de nuevos miembros como tareas prioritarias. La ‘mitad soldado’ absorbe la mayor parte de la ‘mitad monje’”.
Otros rituales que también se realizan en las células juveniles son: la Hora Santa, que ocurre una vez al mes, la cual se destina a la meditación espiritual; y los llamados ejercicios espirituales, que se dan una vez al año. Al respecto, el informe apunta que “en los campamentos de verano y en salidas a montaña hacen prácticas de supervivencia y se adiestran con modos militares. Hace unos años esta preparación incluía defensa personal y ataque físico, sin utilizar armas”.
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