El sector empresarial mexicano continúa presente en el diseño de las políticas educativas nacionales a pesar de haber sufrido un retroceso durante el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Asociaciones como Mexicanos Primero, Suma por la Educación y Empresarios por la Educación han mantenido activa su participación en el diseño de determinados programas educativos, advierten especialistas.
De acuerdo con el politólogo y especialista en educación, Mauro Jarquín, tras el triunfo electoral de 2018, la participación de los empresarios en las políticas educativas disminuyó como respuesta a un proceso de reestructuración. A pesar de ello, actualmente es notable la actividad empresarial en el diseño de programas para la primera infancia, en la introducción de herramientas tecnológicas y en el debate sobre el futuro del normalismo mexicano.
“Los grandes empresarios dieron algunos pasos atrás para reorganizarse. Lo que hizo el gobierno de López Obrador fue centralizar el proceso educativo y, al centralizarlo, le restó un poco de incidencia a las organizaciones empresariales en la educación. Sin embargo, eso no ha significado que dejen de existir y de tener importancia”, explicó el profesor durante la videoconferencia Los empresarios y la agenda educativa de la 4T convocado por el Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Durante el encuentro, la doctora María de la Luz Arriaga afirmó que la política educativa de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por una relación de rupturas y continuidades en la participación de las empresas privadas en el sector.
Y es que, si bien “postuló principios y compromisos educativos que romperían las tendencias privatizadoras del neoliberalismo”, como la gratuidad y el acceso universal a la educación universitaria, se han mantenido constantes las restricciones presupuestales y no se ha combatido el fenómeno de la exclusión educativa, elementos característicos del viejo modelo, según explicó la también normalista.
De la Luz Arriaga coincidió en que el sector empresarial retoma recientemente su papel directivo en la educación y señaló que ello se puede apreciar en la labor que durante el último año realizó Claudio X. González para impedir la suspensión del examen PISA en México, una evaluación estandarizada que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Respecto a la situación del normalismo en el sexenio, Jorge Cázares, docente y normalista egresado de Tiripetío, Michoacán, consideró que el proyecto educativo del gobierno no sólo no promueve la reivindicación de la docencia como profesión de Estado, sino que provoca que el normalismo rural siga enfrentándose a un escenario de desaparición paulatina.
Jorge Cázares señaló que a pesar de que la nueva Ley General de Educación Superior considera a las normales rurales como parte del subsistema nacional de educación superior, en la práctica hay un severo recorte presupuestal y una centralización burocrática que impide la autonomía en el funcionamiento: en 2021, el normalismo mexicano sufrió la reducción del 60 por ciento del presupuesto destinado a programas sustantivos, explicó.
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