Pegasus, el más sofisticado sistema de espionaje de teléfonos inteligentes, fue un componente apenas del conglomerado de equipos para incrementar las capacidades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en materia de vigilancia y eliminación de objetivos durante el sexenio de Felipe Calderón. Los otros fueron STTW (sigla en inglés de Sense Through the Wall), para “ver” através de las paredes, y VICE (Virtual Interactive Confrontation Environment), para preparar asaltos y confrontaciones en cualquier punto del territorio nacional y Centroamérica.
En medio de la violencia de los grupos del narcotráfico, de las políticas contrainsurgentes y del acoso a adversarios políticos durante el calderonismo, la Sedena adquirió los tres sistemas a distribuidores en México de firmas israelíes y estadunidenses. Las empresas beneficiarias de los contratos millonarios fueron Security Tracking Devices; D y AV Solutions, y Broadlink. Las tres, sociedades anónimas registradas en México que distribuían productos de las matrices NSO Group (israelí) y Dynamic Animation Systems, Inc (DAS, estadunidense).
Con Felipe Calderón en la Presidencia de la República, el espionaje no se limitó a los aparatos de cómputo, de telefonía y radial. La Sección Segunda del Estado Mayor de la Defensa –encargada de la inteligencia y contrainteligencia militar– se hizo de un Sistema Táctico de Imágenes a través de Paredes (STTW). Pagó 90 millones 417 mil 600 pesos por el equipo. Pero el monto total del contrato, que incluyó también adecuaciones a edificios, ascendió a 1 mil millones de pesos pues, al mismo tiempo, se pagó una de las fases de instalación del sistema de espionaje Pegasus.
Con respecto del STTW, se trata de un programa tecnológico desarrollado por el Ejército de Estados Unidos. Está diseñado para ser usado por tropas de Fuerzas Especiales en la ejecución de asaltos a edificios y cualquier lugar cerrado. Genera la ventaja de “ver” a través de las paredes.
Está integrado por un sistemas portátil que permiten a los operantes detectar, identificar y rastrear personas, incluso animales y material detrás de paredes u obstáculos. Asimismo, a “gran distancia” fuera del alcance de las armas convencionales.
El sistema cuenta también con la capacidad de mapear estructuras, revelar habitaciones secretas, pasajes y ubicar nichos o posibles escondites. También puede identificar estructuras subterráneas.
No sólo detecta a las personas a través de las paredes, sino la propia posición que mantienen: de pie, sentadas, caminando o acostadas y proporciona datos biométricos. Varios tipos de tecnologías son empleadas por este sistema para poder generar imágenes de lo que se encuentra detrás de los muros.
Se trata del mismo equipo que habría sido usado por el Ejército estadunidense en operaciones de asalto para abatir a personajes como Osama Bin Laden (líder de Al Qaeda), en mayo de 2011, o Abu Bakr al-Baghdadi (líder del Estado Islámico), en octubre de 2019.
Como todos los equipos, softwares y servicios adquiridos por la Sedena a Security Tracking Devices y D y AV Solutions entre 2010 y 2012, el STTW estuvo sujeto a auditorías internas y de la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación. Los compras se ejecutaron bajo sospechas de sobreprecios y sin haber sido justificadas.
En 2011, México adquirió un sistema virtual de entrenamiento para las Fuerzas Especiales del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos. Fue instalado en un espacio cerrado que reproduce virtualmente calles, carreteras y parajes de cualquier parte del país y de América Central. Ahí se adiestran las Fuerzas Especiales.
La Sedena adquirió el sistema para el entrenamiento de los efectivos adscritos al Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales, la elite de combatientes del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos. La empresa Broadlink, SA de CV, entregó los bienes muebles e inmuebles que integran el Sistema Virtual VICE el 9 de marzo de ese año.
El Sistema Virtual Interactivo de Ambiente de Confrontación o VICE es capaz de recrear situaciones virtuales de enfrentamientos entre integrantes de las Fuerzas Especiales y supuestos grupos armados. Cuenta con la tecnología para crear ambientes hostiles que simulan escenarios y oponentes reales.
De acuerdo con el contrato SAEYS-116/I/F/2011, el sistema tiene la capacidad de recrear virtual y puntualmente cualquier zona de las ciudades de México y de las naciones de América Central; también, de cualquier región rural todos estos países. Incluso, los rostros y las complexiones de personas reales. Las armas y pertrechos que utilizan quienes reciben el adiestramiento son réplicas de armas reales, con dimensiones, peso y funciones similares.
No se trata sólo de la adquisición de software, sino de toda una obra de ingeniería civil, electrónica e informática instalada en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales. Fue adquirida mediante adjudicación directa a Broadlink, SA de CV, cuyo domicilio fiscal es Segunda Privada de Compostela, 10, Fraccionamiento Villas de la Hacienda, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, código postal 45640, que resulta idéntico al de Security Tracking Devices, la que por más de 5 mil 600 millones de pesos vendió la Plataforma Pegasus también en aquellas fechas.
El Sistema Virtual Interactivo de Ambiente de Confrontación formalmente quedó instalado el 9 de marzo pasado en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales, ubicado en el Campo Militar 37-B, en Temamatla, Estado de México.
De acuerdo con el acta circunstanciada SAV01/2012, de la cual Contralínea también posee copia, la entrega-recepción estuvo presidido por el general brigadier diplomado de Estado Mayor Carlos César Gómez López, entonces comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano. Hoy, este militar es el encargado de Vinculación Estratégica de Seguridad de la trasnacional Iberdrola.
El equipo fue entregado con tales deficiencias que un oficio, fechado el 21 de marzo de 2012, emitido por la Dirección General de Administración, documentó 77 “observaciones”. Cuatro direcciones señalaron deficiencias o faltantes, “en el concepto que actualmente las observaciones detectadas no afectan el funcionamiento del Sistema” (sic).
Firmado por el entonces director general de Administración de la Sedena, general de división Augusto Moisés García Ochoa, el docuimento está dirigido a Migue Ángel Ruiz Carillo, en ese momento el “representante legal” de Broadlink, SA de CV.
Ninguna autoridad militar o civil fue procesada por la adquisición irregular de los tres sistemas –Pegasus, STTW y VICE–, ni por el uso que se les dio.
En la conferencia de prensa del pasado 16 de febrero, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, se refirió a la compra de Pegasus por parte de gobiernos pasados.
Sin detallar si se trata de las adquisiciones de la Sedena, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) o el en aquel tiempo Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el funcionario confirmó que se cometieron fraudes por sobreprecio y señaló que hay denuncias penales, que se trabajan con la actual FGR, contra los responsables.
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