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Las organizaciones criminales transnacionales (TCO, por su sigla en inglés) amenazan los sistemas de salud pública de Estados Unidos “y sus aliados”, explotan el sistema financiero internacional y degradan la seguridad de la Unión Americana y los países socios, sostiene la Evaluación 2023 de Amenazas, elaborada por la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos.
Señala que las TCO incitan a la inestabilidad y la violencia, impulsan la migración y brindan a adversarios de Estados Unidos vías adicionales para promover sus intereses geopolíticos. Las organizaciones delincuenciales con sede en el hemisferio occidental, involucradas en la producción y el tráfico de drogas ilícitas con destino a los Estados Unidos y países socios, ponen en peligro la salud y la seguridad de millones de personas y contribuyen a una crisis de salud global.
Las drogas ilícitas fentanilo, heroína, metanfetamina y cocaína de origen sudamericano son las que más se consumen en l mercado estadounidense, advierte el documento, con información actualizada a enero de 2024.
Advierte que el fentanilo ilícito seguirá representando una gran amenaza para la salud de los estadunidenses. “En 2023, la mayoría de las más de 100 mil muertes anuales por sobredosis de drogas en Estados Unidos se atribuyen al fentanilo ilícito suministrado principalmente por TCO con sede en México, incluso cuando las fuerzas del orden estadunidenses incautaron [en territorio estadunidense] cantidades récord de fentanilo ilícito, precursores químicos y equipos para prensar pastillas”, subraya.
Indica que las grandes organizaciones son las productoras dominantes de fentanilo ilícito que se consume ilícitamente en Estados Unidos, aunque también hay productores independientes. En ese sentido, agrega que la fragmentación de las operaciones de productores de fentanilo ha dificultado los esfuerzos de disrupción.
Agrega que parte de los procesos de producción de fentanilo se realizan ya en Estados Unidos, donde los narcotraficantes llevan a cabo las etapas finales del envasado o prensado de las pastillas de fentanilo.
Señala que China sigue siendo la principal fuente de precursores ilícitos de fentanilo y equipos para prensar pastillas. Los intermediarios eluden los controles internacionales mediante envíos mal etiquetados y la compra de productos químicos de doble uso no regulados. Sin embargo, las TCO también obtienen precursores químicos, en menor medida, de otras naciones como India.
El documento asegura que las TCO defraudan a personas, empresas y programas gubernamentales, al tiempo que blanquean miles de millones de dólares de ganancias ilícitas a través de instituciones financieras estadunidenses.
Sin citar nombres, señala que los esquemas y tácticas de fraude de las TCO varían ampliamente. Algunas utilizan empresas fantasma y fachada para ocultar sus actividades ilícitas y algunas dependen de blanqueadores de dinero profesionales o expertos financieros y otras tácticas para lavar ganancias ilícitas.
De hecho, dice, las TCO todavía dependen de métodos tradicionales de lavado de dinero y operaciones de contrabando de efectivo a granel para repatriar las ganancias de las drogas desde los Estados Unidos, mientras que algunos blanqueadores de dinero están utilizando transacciones con criptomonedas.
Los delincuentes organizados transnacionales involucrados en operaciones de ransomware están mejorando sus ataques, extorsionando fondos, interrumpiendo servicios críticos y exponiendo datos confidenciales, apuna el informe de inteligencia de Estados Unidos.
Importantes servicios e infraestructuras críticas de Estados Unidos, como la atención médica, escuelas y la industria manufacturera, continúan sufriendo ataques de ransomware; sin embargo, las débiles defensas cibernéticas, junto con los esfuerzos por digitalizar las economías, han hecho que las redes de los países de bajos ingresos también sean objetivos atractivos.
La aparición de infraestructuras en línea económicas y anónimas, combinado con la creciente rentabilidad del ransomware, ha llevado a la proliferación, descentralización y especialización de la actividad ciberdelincuente.
En ocasiones, los delincuentes organizados transnacionales cesan sus operaciones temporalmente en respuesta a la atención de alto perfil, a acciones policiales o a la alteración de la infraestructura, aunque los miembros del grupo también encuentran maneras de cambiar el nombre, reconstituir o renovar sus actividades.
Las TCO y las bandas criminales socavan el Estado de derecho al explotar redes de corrupción, cometer actos de violencia y dominar a las fuerzas de seguridad regionales. Cooptan regularmente a funcionarios de gobiernos extranjeros mediante sobornos o amenazas para crear un entorno operativo permisivo y apuntar a funcionarios que apoyan esfuerzos antidrogas más fuertes.
Las TCO sobornan a candidatos políticos y funcionarios de seguridad extranjeros en un esfuerzo por limitar las acciones de aplicación de la ley y proteger operaciones ilícitas, como la producción ilícita de drogas o las operaciones de contrabando transfronterizo.
Las TCO y los actores criminales ven la trata de personas, incluida la trata sexual y el trabajo forzoso, como delitos de oportunidad de bajo riesgo. Múltiples actores criminales participan en operaciones que buscan explotar a personas vulnerables, individuos y grupos para reforzar las corrientes de ingresos ilícitos.
Las OCT que se dedican a la trata de personas también pueden dedicarse al tráfico de drogas, el contrabando de armas, el tráfico de personas y el lavado de dinero. Los traficantes de personas suelen coaccionar o defraudar a sus víctimas para que realicen tráfico sexual o trabajos forzados, confiscando documentos de identificación y exigiendo el pago de deudas.
En 2023, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Estados Unidos observaron múltiples incidentes en los que menores no acompañados fueron explotados en operaciones de trabajos forzados en plantas procesadoras de alimentos en Estados Unidos para pagar deudas.
Las OCT con sede en el hemisferio occidental y Asia tienen más probabilidades de participar en actividades de trata de personas con vínculos con Estados Unidos.
Los migrantes que transitan por el hemisferio occidental hacia Estados Unidos son explotados por actores criminales mediante secuestros para pedir rescate, objetivos de trabajos forzados o víctimas de operaciones de tráfico sexual.
Los conflictos, la violencia, la inestabilidad política, las malas condiciones económicas y los desastres naturales seguirán desplazando a un número cada vez mayor de personas dentro de sus propias fronteras nacionales e internacionalmente, poniendo a prueba la capacidad de los países para absorber a los recién llegados y la capacidad de los gobiernos para proporcionar servicios y gestionar el descontento público interno.
Lo más probable es que el hemisferio occidental continúe manteniendo altos niveles de flujos migratorios intrarregionales impulsados por malas condiciones socioeconómicas e inseguridad, así como por factores de atracción que incluyen oportunidades económicas, reunificación familiar y percepciones de las políticas de inmigración en los países receptores o de tránsito.
El número de personas desplazadas internamente de sus hogares en 2022 fue más de tres veces mayor que el promedio de los 10 años anteriores. La migración irregular a países de altos ingresos está aumentando a medida que varios países de África, América Latina y el Caribe experimentan agitación política y un desempeño económico deficiente.
Las OCT, los traficantes de personas, las pandillas y los actores criminales solitarios se están aprovechando de los elevados niveles de migración con destino a Estados Unidos, y los migrantes vulnerables corren el riesgo de ser traficados. Algunos migrantes, que voluntariamente utilizan redes de tráfico de personas para facilitar su viaje a Estados Unidos, son objeto de trata durante su viaje.
Los migrantes que transitan por el hemisferio occidental hacia Estados Unidos son explotados por actores criminales mediante secuestros para pedir rescate, objetivos de trabajos forzados o víctimas de operaciones de tráfico sexual.
Las amenazas transnacionales interactúan en un sistema complejo junto con las amenazas de los actores estatales, a menudo reforzándose entre sí y creando riesgos compuestos y en cascada para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Las crecientes interconexiones entre países también han creado nuevas oportunidades para interferencias y conflictos transnacionales. Varios desafíos claros y directos son el rápido desarrollo de las tecnologías, la expansión de la represión más allá de las fronteras físicas, las amenazas que plantean el crimen organizado transnacional y el terrorismo, y los efectos sociales de la migración internacional.
Proliferando nuevas tecnologías, particularmente en los campos de la inteligencia artificial y la biotecnología, a un ritmo que dificulta que las empresas y los gobiernos establezcan normas relativas a las libertades civiles, la privacidad y la ética, sostiene el informe.
Es probable que la convergencia de estas tecnologías emergentes genere avances que podrían llevar al rápido desarrollo de amenazas asimétricas a los intereses estadunidenses, como los vehículos aéreos no tripulados avanzados.
Reconoce que este tipo de tecnología logrado mejorar los sistemas de defensa convencionales y ha impulsado los esfuerzos de varios países para iniciar una nueva ronda de investigación sobre sistemas de detección y armas guiadas. Sin embargo, representan retos en materia de falsificaciones rampantes y desinformación y hasta el desarrollo de virus informáticos generados por inteligencia artificial y nuevas armas químicas.
Advierte que los innovadores en biología sintética probablemente controlarán nuevas aplicaciones militares y comerciales y tendrán billones de dólares en capacidad de producción, incluidas cadenas de suministro para productos que varían desde semillas de cultivos resistentes a enfermedades hasta metales y productos farmacéuticos.
Los Estados extranjeros, asegura, avanzan en medios digitales y físicos para reprimir a críticos y a las comunidades de la diáspora en territorios de todo el mundo, incluido Estados Unidos. También se están volviendo más sofisticados en las operaciones de influencia digital que intentan afectar las opiniones del público, influir en las perspectivas de los votantes, cambiar las políticas y crear agitación social y política.
Las tecnologías digitales se han convertido en un componente central de las herramientas represivas de muchos gobiernos, incluso en actos físicos de represión transnacional, incluidos asesinatos, secuestros, ilegales “órdenes de arresto” e intimidación familiar.
El informe advierte que, durante los próximos años, es probable que los gobiernos exploten tecnologías nuevas y más intrusivas (incluida la Inteligencia Aartificial generativa) para la represión transnacional.
Entre 2011 y 2023, al menos 74 países contrataron empresas privadas para obtener software espía comercial, que los gobiernos utilizan cada vez más para atacar a disidentes y periodistas.
La expansión de los arsenales de armas nucleares y sus sistemas vectores, junto con los crecientes conflictos regionales que involucran a estados con armas nucleares, plantean un desafío importante a los esfuerzos globales para prevenir la propagación y el uso de armas nucleares.
Los esfuerzos de control de armas hasta 2035 cambiarán en alcance y complejidad a medida que crezca el número de tecnologías estratégicas y los países que las tienen. China y Rusia buscan garantizar la estabilidad estratégica con Estados Unidos mediante el crecimiento y desarrollo de una variedad de capacidades armamentísticas, incluidas armas no tradicionales destinadas a derrotar o evadir las defensas antimisiles estadounidenses.
Durante la última década, actores estatales y no estatales han utilizado agentes de guerra química en una variedad de escenarios, incluido el uso de cloro y sarín por parte del ejército sirio contra grupos de oposición y civiles, y el uso de agentes químicos.
Más actores estatales podrían utilizar productos químicos en operaciones contra disidentes, desertores y otros enemigos percibidos del Estado; manifestantes con el pretexto de sofocar los disturbios internos; o contra sus propias poblaciones civiles o de refugiados.
Los agentes biológicos actuales y la biotecnología que avanza rápidamente subrayan la naturaleza diversa y dinámica de las amenazas biológicas deliberadas. Los rápidos avances en la tecnología de doble uso, incluida la bioinformática, la biología sintética, la nanotecnología y la edición genómica, podrían permitir el desarrollo de nuevas amenazas biológicas.
Los riesgos para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos están aumentando a medida que los efectos físicos del cambio climático y ambiental se cruzan con la tensión geopolítica y las vulnerabilidades de algunos sistemas globales, señala el documento.
Augura que los desastres relacionados con el clima en los países de bajos ingresos profundizarán los desafíos económicos, aumentarán el riesgo de conflictos entre comunidades por recursos escasos y aumentarán la necesidad de asistencia humanitaria y financiera.
Los patrones climáticos de El Niño se están combinando con los efectos del cambio climático y las vulnerabilidades preexistentes en infraestructura crítica para empeorar la exposición de las poblaciones a inundaciones, sequías, olas de calor y tormentas intensas. Se prevé que los acontecimientos relacionados con El Niño reduzcan el crecimiento económico mundial, lo que provocará una pérdida del producto interno bruto (PIB) de más de 3 billones de dólares durante el resto de la década.
Las sequías están disminuyendo la capacidad de transporte y la generación de energía en América Central, China, Europa y Estados Unidos, y las pérdidas de seguros por catástrofes han aumentado un 250 por ciento durante los últimos 30 años.
Los efectos de los cambios en los patrones climáticos en los principales exportadores agrícolas y en importantes áreas agrícolas locales pueden ejercer más presión sobre los sistemas alimentarios en áreas vulnerables de África, América Latina y el sur de Asia.
Las deficiencias de los sistemas nacionales de salud, la desconfianza pública y la desinformación médica, y la erosión de la gobernanza sanitaria mundial impedirán la capacidad de los países para responder a las amenazas a la salud, sostiene.
Los países siguen siendo vulnerables a la introducción de un patógeno nuevo o reemergente que podría causar otra pandemia devastadora. La escasez prevista de al menos 10 millones de trabajadores sanitarios para 2030 se producirá principalmente en los países de ingresos bajos y medios.
La gobernanza de la salud global y el cumplimiento de los protocolos de salud de la ONU pueden verse erosionados durante el próximo año por el continuo desprecio por parte de los gobiernos de las instituciones y normas de salud internacionales y la interferencia del adversario en las iniciativas de salud global.
Los factores que impulsan la aparición de enfermedades infecciosas están aumentando, entre ellos la deforestación, la recolección y el comercio de vida silvestre, la producción masiva de alimentos y la falta de consenso internacional sobre normas de bioseguridad.
Estos factores se ven agravados por cuestiones que facilitan la propagación global, como los viajes y el comercio internacionales, la vigilancia y el control globales inadecuados de las enfermedades, los sistemas de salud debilitados, la desconfianza pública y la desinformación médica.
Los importantes brotes de gripe aviar altamente patógena, cólera, dengue, ébola, viruela símica y polio han puesto a prueba los sistemas de detección y respuesta a enfermedades mundiales y nacionales, lo que ha puesto a prueba aún más la capacidad de la comunidad internacional para abordar las emergencias sanitarias.
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