La continuidad es clave para impedir actos de corrupción dentro del Fondo de Cultura Económico (FCE), considera su director, Paco Ignacio Taibo II. En entrevista con Contralínea, explica que una de sus primeras acciones fue erradicar el abuso del “poder editorial”.
“El primer año se eliminó lo que había: el abuso del poder editorial que publicaba libros por hacer favores unos a otros”. Consultado acerca de las acciones en combate a la corrupción y la austeridad, explica que se acabaron los gastos dispendiosos en librerías, centros culturales y viajes con dinero público, que se realizaron en administraciones anteriores.
“No me gustan las tarjetas de [crédito para gastos] representación por parte de los altos funcionarios. Aquí [en el Fondo de Cultura Económica] las eliminamos. Yo no tengo una tarjeta de representación: a donde voy, mi comida la pago. Las pagan los que me invitan, que pueden ser: una universidad, un gobierno estatal, un ayuntamiento o una feria de libros. Entonces, eliminamos los gastos de representación.”
Otro cambio que refiere es el de erradicar los desvíos de recursos hormiga: “había trabajadores de planta que compraban libros y los vendían por debajo de la mesa, aprovechando el descuento que tienen como trabajadores; y le decían al cliente: ‘yo te lo vendo en la puerta’”. Estos elementos de corrupción se resolvieron en el primer año, incluso en menos tiempo, asegura el escritor y director del FCE, quien ya fue ratificado en el cargo para el próximo sexenio.
“La idea es la misma línea: nosotros servimos al pueblo, y esto significa llegar desde los estratos más bajos de la población fomentando la lectura, hasta el lector universitario al que no le alcanzaba el dinero para comprar un libro, hasta apoyar a la red de bibliotecas.”
A su llegada al FCE, en 2019, el escritor expuso una serie de transformaciones en la producción de libros, que se enmarcan en la política de austeridad y uso racional del dinero público: “logramos bajar el precio de los libros, mantuvimos el nivel de producción editorial y sostuvimos los catálogos viejos del Fondo”.
Además, destaca la inclusión de nuevos géneros. “Aportamos la presencia de cómic, novela histórica y novela policiaca que no estaban en el catálogo del Fondo”.
En su primera reunión con la virtual presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum, el promotor de la cultura y la literatura planteó cuatro posibles proyectos para la siguiente administración, aunque los califica todavía como “muy inmaduros para lanzarlos”. “Nos citamos para una segunda reunión operativa y técnica a principios de octubre y otra reunión intermedia para las ideas de algo nuevo que se va a producir en el Fondo de Cultura Económica”.
Al respecto, Paco Ignacio Taibo II adelanta que están planeando una iniciativa similar a “21 para el 21”, una publicación de 21 ejemplares relacionados con los aniversarios de la fundación de México-Tenochtitlán, la invasión extranjera y la Independencia de México. Este proyecto distribuyó más de 2 millones de textos de manera gratuita a lo largo de México.
“Yo creo que vamos a mantener la línea de bajar el precio de los libros en reimpresiones y amortizar su costo, y ya las podemos vender más barato. Y en la línea del fomento de la lectura vamos a incrementar el número de libros que regalamos y repartimos.”
El director del FCE destaca la preservación del patrimonio cultural: “desarrollamos en términos de información histórica en la medida en que historia el patrimonio no tangible estás dando la batalla continuamente”.
Sobre esto último, agrega que en el Fondo de Cultura hay apertura para los escritores emergentes, al mismo tiempo que se rescatan textos de autores históricos en la literatura del país e internacionales. “Se está reviviendo un escritor, está reviviendo una polémica, está reviviendo el pasado, y en ese sentido trabajas para el patrimonio no tangible pero también trabajas para el tangible”.
Las librerías del FCE han evolucionado de simples puntos de venta a centros culturales que organizan eventos como conferencias, talleres, presentaciones de libros y clubes de lectura, y crean espacios de encuentro y diálogo para la comunidad lectora. Al respecto, Paco Ignacio Taibo II destaca el crecimiento de los clubes voluntarios de lectura.
“A lo largo de todo el país ya estamos en 17 mil clubes, eso significa un promedio de 15 personas por club”. Esto equivale a cerca de 170 mil personas conectadas entre sí, lo que implica la producción de 5 millones de libros gratuitos para alimentar estos clubes.
Además, destaca el impacto del librobús, que recorre cuatro escuelas al día en la Ciudad de México con el objetivo de crear una gran base de lectores infantiles.
También menciona la creación de la colección “Vientos del Pueblo”, una serie de cuentos de escritores emergentes y de trayectoria destacada, como Elena Poniatowska, Aura García Junco o Juan Villoro, con un costo por debajo de 20 pesos, que se volvió de distribución masiva en todo el país.
La gestión de Paco Ignacio Taibo II al frente del FCE ha sido marcada por esfuerzos para democratizar la lectura, reducir costos y eliminar prácticas corruptas, y establecer un legado de transparencia.
El Fondo de Cultura Económica no sólo se ha consolidado en la promoción de la lectura, sino que también avanza en la digitalización y en la expansión de su red de librerías. El escritor Paco Ignacio Taibo II busca que la editorial del Estado se adapte a los nuevos hábitos de consumo digital. “Cada vez que publicamos un libro nuevo, ya queda digitalizado. De tal manera que va creciendo el fondo digital del Fondo de Cultura a gran velocidad”.
Además de la digitalización de libros, el FCE está incursionando en la producción de audiolibros, una estrategia que busca llegar a comunidades bilingües que tienen interés en la lectura, pero no leen en su lengua madre. “Hemos comenzado a producir audiolibros bilingües para que las personas puedan escuchar novelas mientras están en el tráfico, abordando el problema del transporte y el tiempo que se pierde en las ciudades”.
La expansión física del FCE también es notable, con la apertura de nuevas librerías en todo el país. “De aquí a fin de año, tendremos cuatro o cinco nuevas librerías. Hemos desarrollado una red enorme, con intervenciones en programas de televisión pública, internet y radio, alcanzando a 32 millones de telespectadores en lo que va del año”.
En el ámbito internacional, el FCE ha consolidado su red latinoamericana a pesar de las críticas conservadoras. “Estuvimos sujetos a una crítica conservadora muy política y descalificadora, pero no impactó porque el fondo se ha vuelto mucho más popular. Tener un aparato editorial, distribuidor y promotor de la lectura ligado a la sociedad es la verdadera victoria”, sostiene el director.
Por otra parte, el equipo del FCE ha mostrado un compromiso inquebrantable. “Estamos pidiendo que intervengan en programas de televisión, fomenten la lectura y hagan juicios críticos. A pesar de algunas situaciones de cansancio, la mayoría son alcohólicos del trabajo. Si les quitas trabajo, protestan”.
Con estas iniciativas y el esfuerzo constante de su equipo, el Fondo de Cultura Económica se posiciona como una entidad clave en la promoción de la lectura en México, mientras se adapta a los nuevos tiempos de la digitalización editorial.
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