El rector de la máxima casa de estudios del país y una de las más importantes del mundo –la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, Enrique Graue Wiechers, destina su tiempo a presidir una lucrativa asociación civil: la Fundación de Asistencia Privada Conde de Valenciana, IAP. Ello, a pesar de tener en sus manos los destinos de 373 mil 340 estudiantes de nivel medio superior hasta posgrado, de 42 mil 190 académicos, y de los principales institutos generadores de conocimiento.
Elegido rector de la UNAM desde 2015, Graue Wiechers no renunció a la presidencia de la Fundación Conde de Valenciana que aún mantiene, quizá por el negocio que representa: sus archivos contables, a los que Contralínea tuvo acceso, revelan que sus ingresos ascendieron a 604 millones 183 mil 995 pesos tan sólo en 2022.
Otros datos sobresalientes en sus reportes internos son los correspondientes a su patrimonio, valuado en 478 millones 936 mil 33 pesos; y su activo circulante, que el año pasado ascendió a 264 millones 619 mil pesos. Además, aunque opera en un régimen fiscal especial que le permite no pagar impuestos –el de las asociaciones sin fines de lucro–, destinó más de 115 millones a la especulación financiera.
Entre enero y diciembre del año pasado, la Fundación Conde de Valenciana especuló con 86 millones 755 mil 701 pesos en BONDES F (bonos de desarrollo del gobierno federal); y con 28 millones 279 mil en STERGOB (fondo deuda gubernamental).
Así, la Fundación Conde de Valenciana decidió especular con el 19 por ciento de sus ingresos de 2022, a pesar de que se ostenta como asociación civil sin fines de lucro, y de que las llamadas inversiones financieras son consideradas de las actividades más rentables: maximizan el rendimiento económico en el menor tiempo posible. Tan es así que el año pasado se embolsó por intereses 13 millones 420 mil 845 pesos.
Los frutos de esa rentabilidad los disfrutaron también los miembros de su órgano de gobierno: en 2022, entre los 13 integrantes sumaron erogaciones por 5 millones 478 mil 471 pesos. Incluso la asociación civil le transfirió 103 mil 722 pesos al doctor Graue.
También recibieron pagos por idéntica cantidad: el patrono Alfredo Adam Adam (contador público exintegrante de la Junta de Gobierno de la UNAM); el tesorero Klaus Boker Trauwitz (también consejero de la Fundación Dondé); los vocales Ana María López Colome (investigadora titular C del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM), Alejandro Alfonso Díaz (exdirector del Centro Médico ABC) y Alonso Rodrigo Ares de Parga Álvarez Ugena (exdirectivo de los clubes de futbol Pumas de la UNAM y Gallos Blancos de Querétaro); y el secretario Xavier Cortés Rocha (exdirector de la Facultad de Arquitectura y exrector interno de la Universidad Nacional Autónoma de México).
Los que más dinero obtuvieron de la Fundación Conde de Valenciana fueron: el director general David Ricardo Abaunza Martínez, 1 millón 630 mil 929 pesos; la administradora Carmen Abella de Uslar, 1 millón 162 mil 433; el gerente José Luis Rodríguez Loaiza, 739 mil 575; y los directores Juan Manuel Paulin Huerta, 582 mil 115; Fernando Solorio Martínez, 335 mil 393; y Ricardo Blas Medina, 301 mil 972 pesos.
La Fundación Conde de Valenciana cuenta con seis sedes, cuatro de ellas en la Ciudad de México: ABC Santa Fe, San Ángel Inn, Polanco y Centro, sólo esta última de bajo costo. Las otras dos son Ometepec (Guerrero) y Tlaxcala. De acuerdo con sus archivos contables, su plantilla laboral asciende a 600 personas –cuyos salarios implicaron una erogación de 89 millones 209 mil 268 pesos en 2022 (si todos hubieran percibido la misma cantidad, habrían cobrado 148 mil 682 pesos anuales, que equivale a unos 12 mil 390 pesos al mes). Además, 30 trabajaron gratuitamente, pues están bajo el régimen de voluntariado.
Según su información oficial, la AC está dedicada al “beneficio social gracias a los recursos obtenidos a través de cuotas de recuperación, las que se procura mantener siempre a los precios más bajos posibles. Los ingresos que se obtienen por las cuotas de recuperación se emplean cabalmente en el mantenimiento de las instalaciones, en el pago al personal, en la adquisición de nueva tecnología y en apoyar, con servicios médicos y quirúrgicos gratuitos a quien, por su condición económica, no puede cubrir los costos de su atención”.
No obstante, en 2022 sólo benefició a 75 personas con procedimientos quirúrgicos “gratuitos”, pero el costo (poco más de 715 mil pesos en total) fue cubierto con donativos en efectivo que recibió ese año (por 1.2 millones de pesos); es decir, la fundación no donó ni una sola operación. Con excepción de esos 75 pacientes, todos pagaron “cuotas de recuperación” por los servicios recibidos.
Sus archivos contables de 2022 revelan que una de las principales fuentes de ingresos de esta asociación civil es precisamente la de cuotas de recuperación: por éstas, obtuvo 352 millones 527 mil 403 pesos. Las cuotas de recuperación se aplican para las consultas oftalmológicas que da: desde 205 pesos la primera vez (en la clínica Ometepec; mientras que en la clínica Centro es de 250 pesos, pero en otras clínicas tiene un costo de 1 mil 300, como la San Ángel Inn); desde 970 pesos las de urgencias (sede Centro); desde 540 pesos la consulta exprés o sin cita.
Identificada con el registro federal de contribuyentes FAP5607314A4, la Fundación Conde de Valenciana reporta entre sus fuentes de ingresos –además de los intereses por más de 13 millones– el uso o goce temporal de bienes inmuebles (10 millones 96 mil 528 pesos); apoyos o estímulos proporcionados por la federación, entidades federativas o municipios, es decir, dinero público (5 millones 124 mil 587 pesos); enajenación de bienes de su activo fijo o intangible (35 mil).
Asimismo, indica que en 2022 obtuvo 207 millones 412 mil 759 pesos por los pagos que cubren sus pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos (el más económico asciende a 17 mil 899 pesos, y corresponde a la cirugía de catarata en la sede Centro; pero además practican operaciones para tratar glaucoma, estrabismo, uvea, oculoplástica, córnea, retina, segmento anterior). Y en el rubro de otros ingresos (sin especificar a qué se refiere), reporta 188 mil 95 pesos.
Las cuotas de recuperación varían de sede a sede: la más económica es la de Ometepec, Guerrero, y las más caras son en las zonas más exclusivas de la capital: complejo San Ángel Inn, Polanco y ABC Santa Fe. Otros servicios por los cuales la Fundación Conde de Valenciana obtiene dinero son:
–Consultas específicas con distinto costo (baja visión; para procedimientos; córnea; estrabismo; glaucoma; neuroftalmología; oculoplastica; retina; segmento anterior; uvea).
–Auxiliares de diagnóstico (ecografía, ultrabiomicroscopía, electrocardiografía, fluorangiografía, HRT, lentes de contacto, campimetría Goldman, prótesis ocular, topografía corneal, campos visuales).
–Servicios de apoyo (anestesia, genética, medicina interna, otorrinolaringología, inmunología, pediatría).
–Estudios (electrocardiograma, topografía corneal, de campos visuales por ojo, HRT análisis topográfico, ecografía por ojo, fluorangiografía, campimetría Goldman, microscopía especular, estudios de laboratorio).
–Óptica (venta de anteojos y lentes de contacto).
–Cafetería.
Aunque su principal fuente de ingresos es la de los costos de sus servicios (cuotas de recuperación), la Fundación Conde de Valenciana también recibe donativos: de persona física nacional, el año pasado obtuvo 1 millón 96 mil 692 pesos, y de persona moral nacional, 118 mil 850; y en especie, 22 mil 344.
De forma oficial, la fundación que preside el rector de la UNAM, Enrique Graue, tiene por objetivo “brindar servicios médico oftalmológicos de manera personalizada procurando que nuestros pacientes reciban los beneficios de la tecnología y el conocimiento medico moderno, sin importar su condición socioeconómica o su grado de marginación social y contribuir así a su bienestar y al desarrollo de México”. Es decir, su función altruista –que “justifica” estar en un régimen fiscal especial en el que no paga impuestos– es marginal. La asociación civil privilegia los supuestos bajos costos que, sin embargo, no se respetan en sus clínicas lujosas.
De acuerdo con sus archivos contables, a la atención de personas en situación de pobreza y marginación sin ningún costo de “recuperación” destinó sólo parte de los donativos que recaudó en efectivo: en donaciones obtuvo 1 millón 215 mil 542 pesos, y erogó en beneficencia solo 715 mil 542 pesos. Según su propia información interna, este monto benefició a 75 personas con cirugías y procedimientos menores (38 originarios de la Ciudad de México y 37 de Guerrero).
A pesar de haber obtenido ingresos anuales por más de 600 millones de pesos, el año pasado gastó 500 mil pesos de los donativos en “becas” para 30 de sus residentes, asignación que “justificó” como “apoyos académicos”.
Respecto de los donativos en especie que recibió la Fundación Conde de Valenciana en 2022, ni siquiera utilizó la mayoría que estaba destinada a personas vulnerables para proporcionarles anteojos gratuitos. Su información interna revela que el año pasado recibió donaciones de 13 mil 914 micas CR-39 (para anteojos graduados), las cuales mantiene en bodega. Lo mismo pasó con 4 mil 120 micas hi-index; y 5 mil 374 micas bifocales.
Además, a la asociación civil le donaron 14 mil 70 batas quirúrgicas no estériles de tela spundbond para procedimientos quirúrgicos, de las cuales sus médicos y enfermeras utilizaron 8 mil 908. Esto es que 5 mil 162 se mandaron a bodega. Otra donación fue de 2 mil 475 batas quirúrgicas no estériles de tela pellón para procedimientos quirúrgicos, de las cuales se beneficiaron 1 mil 778 pacientes; mientras que 697 se fueron a bodega.
La Fundación también recibió 200 cajas de medicamento Drusen Mega cápsulas de gel c/30, que fueron entregadas a igual número de pacientes. Y una última donación fue la de un lote de mobiliario y equipo, que la asociación civil destinó a uno de sus trabajadores administrativos.
Para la elaboración de este reportaje, Contralínea solicitó la versión del rector Enrique Graue mediante el área de Comunicación Social de la UNAM. Hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
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