El INE se ha quedado corto frente al momento político que vive México, considera el maestro Aníbal García Fernández, luego de que en la revocación de mandato instalara sólo el 30 por ciento de casillas y no difundiera la consulta. Agrega que los más de 17 millones de votos del pasado 10 de abril sientan un precedente, pues se acudió a las urnas pese al cerco mediático. El voto duro –casi 16 millones de sufragios– de López Obrador, advierte, está intacto a 3 años de mandato y a pesar de la pandemia. Respecto de quienes critican el ejercicio democrático por una supuesta baja participación, les recuerda que, en las pasadas elecciones, el PAN y el PRD tuvieron menos votos y perdieron el registro en varias entidades del país y a ellos nadie los critica por eso

El Instituto Nacional Electoral (INE) se queda corto frente al momento político que vive México, considera el doctorante Aníbal García Fernández. Ello, por la forma en cómo ha actuado respecto de la consulta de revocación de mandato del 10 de abril de 2022, al negarse a generar ahorros para  instalar el ciento por ciento de las casillas y por no difundir el ejercicio democrático.

El maestro y licenciado en estudios latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México destaca que la actuación que tuvo la institución encabezada por Lorenzo Córdova Vianello es bastante criticable, porque sólo instaló el 30 por ciento de las casillas, y porque no difundió esta consulta. Ambos hechos, al final, terminaron restringiendo las opciones que tiene la gente de informarse y participar.

En entrevista con Contralínea, el investigador apunta que pesar de todo esto se llevó a cabo la consulta y llegó a un porcentaje relevante: más de 17 millones de personas. Y aunque no se cumplió con el requisito de participación del 40 por ciento para que sea vinculatoria, señala que en este caso no triunfó el cerco mediático “bastante brutal” ni los llamados a desmovilizar a la gente.

Sobre este cerco mediático, agrega que en las televisoras ni en la radio hubo un seguimiento a la consulta. Sin embargo, subraya, la gente sí salió a votar, lo que habla de que “hay una cantidad enorme de población que sí está de acuerdo con que se lleven a cabo este tipo de ejercicios”.

Opositores y críticas

Acerca de las críticas que expresan los opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre este ejercicio de participación ciudadana, en especial de quienes critican que fue muy baja la participación, observa que, si se toman en cuenta todos estos traspiés que tuvo la consulta –instalación sólo del 30 por ciento de las casillas requeridas, falta de difusión y campaña mediática en contra– no se trata de una baja participación.

Asimismo, indica que si ese fuera un criterio válido para descalificar el ejercicio inédito, entonces también se debería revisar lo que sucede en los propios partidos de oposición. “Si es criticable que 17 millones de personas voten en la consulta, ¿por qué no es criticable, por ejemplo, que el Partido Acción Nacional [PAN] y el Partido de la Revolución Democrática [PRD] sigan teniendo su registro cuando en 15 estados de la República el PRD perdió el registro en las elecciones anteriores, y en el caso del PAN que tuvo menos de 9 millones de votos a nivel nacional? Si es criticable esto, ¿por qué no criticamos con la misma contundencia a estos dos partidos políticos que tiene una votación que es bastante deplorable, que es bastante baja? Ya no digamos el Partido Revolucionario Institucional [PRI], que también tiene un proceso bastante fuerte de legitimación incluso en sus propias bases”.

Al respecto, el maestro García Fernández considera que el sistema de partidos y el sistema político mexicano se están transformando. “Es un proceso que ya lleva larga data, es un proceso que estamos viviendo y que seguramente va a seguir adelante y en los siguientes años va a trascender el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Es un proceso de democratización que va caminando”.

Sobre la votación de la consulta, destaca que en los casos de Chiapas, con más de 1 millón de votantes; Oaxaca, con una votación por arriba de los 600 mil ciudadanos; Tabasco, también tiene por arriba de los 600 mil; Guerrero, que con toda la cantidad de violencia y dificultades que tienen para ir a votar por la geografía, fueron a ejercer su voto. Por ello, considera que si el INE hubiera instalado el ciento por ciento de las casillas, “desde luego que estaríamos en otro escenario y muy probablemente habríamos pasado el 40 por ciento necesario para la vinculación”.

Ejercicio inédito

Del ejercicio democrático en sí, el doctorante en estudios latinoamericanos Aníbal García señala que es algo inédito en México y “habla de un momento político diferente a lo que habíamos vivido, por lo menos, en los últimos 30 años. Estamos hablando de un proceso de democratización en el país que está avanzando, no sin contra pesos. Lo importante es que se llevó a cabo esta consulta el día de ayer y se suma también a la consulta por el juicio a expresidentes que se había hecho el año anterior, y a una participación bastante importante que se tuvo en las elecciones del 2018. Es un proceso histórico de democratización en este país y junta también a varias generaciones”.

Añade que este tipo de ejercicios hubieran tenido un efecto importante en otros contextos: “estaba pensando está mañana lo que pensaría la generación de 1968 al estar haciendo este tipo de procesos democráticos; lo que pensaría la gente que vivió en 1988; lo que pensamos muchos, respecto a lo que vivimos en 2012 y todo lo que sucedió en aquel entonces con la elección presidencial. En fin, son una gran cantidad de momentos políticos que se condensan en este momento de la revocación de mandato”.

—¿Cómo queda esta correlación de fuerzas al interior de la política mexicana? ¿Podemos decir que esta consulta viene a trastocar esta correlación de fuerzas o simplemente no significa  nada el que haya habido 15 millones de votos?

—Yo creo que sí modifica un poco la correlación de fuerzas o mucho, eso ya se verá en el proceso electoral que vive ahora el país a mediados de año y lo que vendrá después en 2024. Lo que queda claro es justamente que este tipo de alianzas que hacen los partidos políticos entre ellos –PRI, PAN, PRD–, les está sirviendo porque están desfondados y a partir de la alianza pueden retener no sólo el presupuesto sino también el registro. Creo que el PRD es el caso más grave, pues en 15 estados no tiene registro y perdió en 2021. Esto también se junta con la cuestión que tiene que ver con el vínculo con las élites políticas nacionales, pero también con las extranjeras. Ya se mencionaba el caso del IMCO, está también el caso de México Cómo Vamos; los vínculos que hay entre empresarios del Consejo Coordinador Empresarial, del Consejo Mexicano de Negocios, las principales cámaras empresariales, que justamente están en conjunto trabajando con este tipo de partidos políticos para hacer una mayor oposición al gobierno actual. Seguramente, algo en su estrategia tendrá que cambiar, porque no pueden seguir de la misma forma después de la elección, porque se van a dar cuenta necesariamente de la cantidad del voto duro que tiene actualmente el presidente; incluso porque va a ser importante para contrastar las visiones con un tercio de las casillas.

“Con todas las dificultades que se tuvieron, se obtuvo este tipo de votos a favor de Andrés Manuel, que no son desde luego estos 17 millones, pero estamos hablando de un voto duro a mitad de sexenio con todo lo que sucedió en la pandemia y en el curso de la crisis económica que tiene el país. Pero esto habla de que hay ciertos estados del país que tienen esta política social mexicana, eso es lo relevante de destacar, no sólo concentrarnos en estos estados que son clave como podrían ser la Ciudad de México, Veracruz o Jalisco, sino más bien ver qué es lo que sucede en otros estados como por ejemplo el sureste, que es una de las regiones más olvidadas históricamente y que ahora salieron a votar a pesar de todos estos traspiés.”

—Con ese trastrocamiento, ¿podría esperarse que está correlación de fuerzas se desestabilice para esta discusión que se lleva a cabo en el Congreso sobre la reforma eléctrica, el futuro del litio? ¿Pudiera ser que veamos algún efecto de esta consulta de revocación en esas discusiones?

—Muy probablemente. Ya lo verán y lo veremos nosotros en los debates que se estén dando en el Congreso y sobre todo en lo que suceda fuera del Congreso con la participación que va a haber de protestas para que se logre ejercer presión desde la calle. Eso invariablemente va a suceder.  Yo creo que esta revocatoria nos demuestra a todos, la cantidad de gente que vota, que ejerce su derecho al voto y ya no quiere esa democracia delegativa en la que cada tres o cinco años se va y se ejerce el voto y después se olvida lo que sucede en el país, sino que habla de la gente que quiere darle una continuidad, que está interesada en lo que sucede en el país no solamente en términos electorales sino en términos de interés nacional, como puede ser ahora la Ley Eléctrica y todo lo que eso implica para el país. El futuro en la Ley Eléctrica implica garantizar a la población el servicio eléctrico, el que no se esté a merced de las empresas extranjeras como sí sucede en países como España o Estados Unidos, como vimos en la línea anterior de febrero cuando incrementaron los precios del gas y la electricidad. Y sobre todo, lo que tiene que ver con el tema del litio, ahí, desde luego que está la otra cuestión de sumas y restas en el Congreso, le faltan varios votos a Morena para poder tener la mayoría calificada y que se apruebe la reforma; pero, desde afuera en la calles va a haber mucha gente presionando y esta revocatoria muestra que hay más gente que se interesa por los temas de interés nacional.

—¿Qué le dice este fracaso de los medios de comunicación y sus campañas de desprestigio?

—Esos medios están perdiendo la batalla mediática. Creo que el país, y en general a partir de lo que sucede con los medios de comunicación alternativos, como lo es Contralínea, han dado una batalla importante en el sentido de que rompen el cerco mediático, y esto implica romper esa manufacturación del consenso de la cual hemos hablado, que permite manufacturar la forma en la que la gente ve y analiza las cosas. Yo no había visto tanta cantidad de medios que ahora hay y que están en línea y que son de acceso a partir de que hay internet. Eso cómo habría influido a partir de estos medios de comunicación que ya son los instalados como radio y televisión; ahora ellos mismo están cambiando sus propias estrategias  porque ven que la audiencia se está yendo a hacia otro tipo de consumo y no logran hacer esta manufacturación de consenso que es necesaria para poder mantener el status quo o mantener, por ejemplo, la correlación de fuerzas políticas o mantener como se hizo hace mucho tiempo al PRI en el poder. Eso ya no van a poder lograrlo.

“Creo que justamente están haciendo esta lectura a partir del cambio en la  estrategia que tienen varios canales y varios medios de comunicación en el sentido de irse mucho  más por las redes sociales y los medios de comunicación en internet. Ahí es un campo de batalla abierto en lo mediático, y los medios de comunicación alternativos van a ser muy fundamentales en los siguientes años para informar otro tipos de datos y con otra perspectiva a la población que también ya se está acostumbrando a romper ese cerco mediático.”

—¿Qué tan importante es este ejercicio de revocación para sentar un precedente y que nunca más volvamos a permitir que gobernantes como Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo; Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, continúen su mandato; y que a la mitad de sexenio tengamos oportunidad de decirles: “váyanse”?

—Justamente en eso se centra el precedente y lo que se puede hacer a partir de este ejercicio que vivimos ayer es que se asiente el precedente. Pero justamente tendría que ir mucho más allá: intentar legislar sobre este tipo de ejercicios democráticos como lo es la revocación de mandato, pero, sobre todo legislar acerca de las consultas ciudadanas para que esté totalmente legalizado, para que se cumpla cada tres años el caso de la revocatoria de mandato y que se pueda volver a una democracia mucho más participativa en la que el poder de la población, del pueblo mexicano, sea ejercido más allá de la elección y del voto cada 3 años. Eso justamente nos va a permitir darnos cuenta de cómo podemos modificar la correlación de fuerzas, de la importancia que tiene ejercer el voto; que desde luego la lucha política no se restringe netamente ahí, sino que es una parte más, una estrategia que se debe considerar y que se debe complementar con mayor organización social, con mayor participación y sobre todo en momentos clave, justamente con presión en las calles que es lo que vamos a ver ahora el martes con la Ley Eléctrica y que también nos abre un panorama distinto.

“Si pudimos hacer una revocatoria de mandato en la que participaron 17 millones de personas con todo lo que sucedió en el INE, con todas las dificultades que le pusieron por el presupuesto y los medios en contra, se puede hacer también otro tipo de ejercicios democráticos con temas de interés nacional. Yo pondría ahí el tema de los magistrados: Bolivia es un país que elige a los magistrados mediante el voto popular, pondría también el ejemplo de este tipo de reformas como son las constitucionales, ¿por qué no preguntarle al pueblo, hacer debates públicos en medios de comunicación para elevar el nivel político de la población a partir de este tipo de ejercicios y que se nos pregunte cada vez que sea algo de interés nacional o también cuando sea de interés netamente estatal? En algunos estados se llevan a cabo consultas del presupuesto para ver en qué quieren que se gaste el presupuesto y eso. Lleva bastante tiempo. Este tipo de consulta nos abre el panorama para poder entrar de lleno en la participación de los problemas nacionales, y de cara al sexenio siguiente podría ser una herramienta de lucha para el pueblo mexicano.”

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