Primera parte. Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. El 1 de julio de 2023 es una fecha crucial para la refinería Olmeca. Ese día arrancará el primer tren de proceso y con ello se pondrán a prueba no sólo las 17 plantas que conforman el complejo de refinación de hidrocarburo pesado (tipo Maya) más grande de México, sino sobre todo el talento y la tecnología nacionales en construcciones de este tipo. A partir de ese día también iniciará el periodo de estabilización de cada uno de los procesos hasta tener los primeros barriles de gasolina en septiembre.
En un segundo recorrido por la obra, 13 días antes del arranque Contralínea entrevistó a los creadores del que podría ser el proyecto más importante del sexenio obradorista. Éstos hablan de los retos, los escenarios que se vivirán en los próximos meses y del orgullo mexicano que representa haber construido en una sola fase la Olmeca, en sólo tres años y con una pandemia encima.
Encabezados por la secretaria Rocío Nahle García, ingenieros e ingenieras de la Secretaría de Energía, del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y de Petróleos Mexicanos (Pemex) se declaran listos para arrancar la refinería Dos Bocas.
“Tuvimos los mejores recursos que hay en el mundo para construirla, entonces era la capacidad de uno para poder programarla”, señala el decano José Antonio Cerna Casillas. El ingeniero trabajó en las construcciones de las seis refinerías que antecedieron a la Olmeca y, ahora –ya jubilado de Pemex– se involucró desde la planeación de ésta como asesor.
El experto no duda ni un momento en admitir que tanto él como el ingeniero José Alberto Celestinos Isaacs –quien también asesoraba a la ingeniera Nahle pero falleció en agosto de 2022 a los 93 años– estaban confiados en que México tenía la capacidad de construir la refinería Dos Bocas en tres años, a pesar de su complejidad y de que habían pasado cuatro décadas desde que se edificó la última: la refinería de Salina Cruz, Oaxaca.
Con firmeza, también dice que está seguro que la Olmeca arrancará sin ningún problema el 1 de julio. “La gente de operación es gente muy capaz en Pemex, y la mejor gente que se tiene en sistemas se trajo ahorita al arranque de ésta. Estoy seguro que va a trabajar y va a trabajar bien”.
—¿Está contento?
—Claro. Tengo 84 años de edad y aquí ando todos los días.
Formalmente el arranque de la refinería ocurrirá el 1 de julio con la entrada del primer tren de proceso de 170 mil barriles de crudo pesado. Sin embargo, todos los preparativos para este momento iniciaron desde el inicio de la propia construcción, y al concluir cada una de las 17 plantas se comenzaron las pruebas individualizadas para conocer su funcionamiento y sobre todo corregir temas que estuvieran fuera de norma, especificación o presentaran alguna anomalía.
El ingeniero José Manuel Rocha Vallejo –subdirector de Producción de Petrolíferos de Pemex y encargado de todas las refinerías– explica a Contralínea: “siguiendo las indicaciones y el liderazgo de la secretaria de Energía [Rocío Nahle], desde 2020 nos empezamos a preparar, a buscar los componentes jóvenes como son los ingenieros químicos y los ingenieros mecánicos, eléctricos, los instrumentistas y a través del Instituto Mexicano del Petróleo fuimos e hicimos un programa de capacitación”.
Al respecto, detalla que en dicho programa de capacitación todos los ingenieros que operarán el arranque y posteriormente la refinería aprendieron en simuladores de plantas en operación. “Los mandamos a meter plantas de operación que estaban en mantenimiento [en las otras refinerías] y que iban a entrar [a proceso]. Ellos estuvieron apoyando en el arranque para tener la confiabilidad de que los ingenieros están preparados. Independientemente de eso, los ingenieros que están seleccionados para esta refinería son las mejores calificaciones que obtuvieron en el curso: de 9.5 a 10. Son la gente que va a ser parte del equipo de arranque de esta refinería de manera conjunta con todos nuestros compañeros de proyectos”.
El ingeniero Rocha Vallejo también explica que en esta misma refinería ya se tiene experiencia de arranque: “nosotros ya tenemos mucho tiempo que estamos arrancando, parando, construyendo plantas independientes y que nos toca meter en operación. La práctica se trae, nada más hay que darle confianza y que nuestros ingenieros estén en condiciones de salud y de emoción para poder tomar la rienda de la refinería y cada una de sus plantas. Estamos con cupo completo, ya preparados. Todos estamos preparados y orgullosos ya de meternos a arrancar”.
Respecto de los escenarios que se pudieran presentar fuera de especificación o norma, o incluso de fallas en el arranque, el funcionario petrolero explica que para reducir los riesgos se tiene un recorrido largo en pruebas. “Pruebas tanto de hermeticidad, pruebas de limpieza, de presionamientos, con las pruebas hidrostáticas, y esto nos da ciertas garantías de que la infraestructura está respondiendo bien”.
Como un director de orquesta, el ingeniero Rocha Vallejo será el encargado oficial de arrancar la refinería, es decir, se trata de quien dará todas las instrucciones desde el Centro de Control y quien tendrá la gran responsabilidad de monitorear al detalle cada uno de los eslabones de la cadena.
“Vamos a ir arrancando de una manera secuencial, no se arrancan todas [las plantas] juntas. Nosotros, la gente de experiencia, vamos a estar orientando toda la maniobra que tenemos que hacer y las pruebas que vayamos nosotros afinando en el arranque. Eso es normal en todos los arranques hasta llevarlo a entrar en operación y la estabilización. Aun así, en la estabilización salen algunos detalles que hacemos los ajustes. Por eso es que tenemos que estar seguros de que los instrumentos y las tuberías y todo lo que contempla la planta estén bien dentro de sus pruebas.”
El encargado de todas las refinerías detalla que seguramente sí se presentará alguna interfase en el sistema electrónico, pero esto de ninguna manera pondría en riesgo la planta. “Es nada más de volverlo a normalizar, de dar la afinidad porque para eso son los arranques. Los arranques son para ir calibrando los equipos, que vayan respondiendo en condiciones ya de operación normal. Para eso son las pruebas de estabilización, para eso son las pruebas que nosotros estamos en activación para poder normalizar el ambiente en la planta: ambientarla. ¿Cómo lo vamos a hacer?, con los productos”.
Rocha Vallejo también expone el siguiente escenario, tras estabilizar las 17 plantas: “Una vez que ya probamos todo, ya estamos seguros, ya secamos –el proceso de secado lo empezamos el primero [de julio] y terminamos en el mes y ya tenemos nosotros ambientada la planta–, al momento en el que nosotros ya le empezamos a meter temperatura a los calentadores y a las corrientes, nosotros tenemos que esperar a la corriente 24 horas para empezar a destilar. Y esa destilación la vamos a recircular si está fuera de especificación, porque hay que hacer los ajustes de parámetros, de contenido de azufre, de metales, de todo lo que conlleva dejar dentro de especificación la gasolina. Una vez que ya quede con temperaturas finales, temperatura inicial, nosotros enviamos directamente a los almacenes y desde ese momento ya está produciendo la planta”.
A los mexicanos y mexicanas, el ingeniero les manda un mensaje: podemos estar seguros de que la refinería Dos Bocas estará operando al ciento por ciento de su capacidad en diciembre. Su arranque está garantizado.
Consultado acerca de las probabilidades de que existan fallas previo al cierre del año, el experto petrolero indica que todas estas se detectan en las pruebas y se corrigen: “cuando estamos haciendo las pruebas en frío, luego hacemos las pruebas en caliente. Que sí, como todo, lo que va recibiendo temperatura va recibiendo expansión. Esa expansión te puede provocar que en algún momento un equipo pueda fallar. Eso no es ningún problema porque paramos la planta nuevamente sin vaciar y atendemos el equipo, inmediatamente lo metemos en operación e iniciamos la circulación. No sacamos completamente, si no es necesario, la operación de la planta. Por eso tenemos varias bombas y vamos nosotros seccionando la parte que nos falla y lo demás sigue funcionando”.
Rocha Vallejo afirma que todos los días se hace el recorrido en las plantas para garantizar que funciones. “Tanto el personal sindicalizado como los ingenieros que vamos a estar en el tablero y que vamos a estar en el campo, nuestra obligación es revisar, verificar que todo se haya hecho conforme al diseño de la ingeniería de detalle. Con eso nosotros vamos conociendo toda la planta. Parece mentira pero sí cuesta trabajo porque es un mundo de tubería, como ustedes lo pudieron ver, pero la cualidad del ingeniero de operación es que conoce bien, bien, dónde está cada uno de los instrumentos que está viendo en la pantalla”.
La refinería Olmeca parece una ruidosa ciudad con sus altos edificios, sus calles y luminarias, sus comedores y los miles y miles de trabajadores vestidos de overoles anaranjados. Pero también parece un enorme animal apunto de despertar, con sus múltiples corazones, arterias, cerebros, brazos, piernas, ojos y bocas.
Seccionada por funciones y por empresas ejecutoras de la construcción, se trata de una armónica estructura que es obra de México. “Aquí hay ingeniería mexicana, mano de obra mexicana y también tecnología. Aquí hay 17 plantas de proceso, que implican una cierta tecnología de diferentes licenciadores de los que venden la tecnología. El IMP es licenciatario de cinco de estos procesos como tecnología. Por ejemplo, la planta de destilación combinada es diseño del proceso del IMP. Esta también de aquí enfrente es tecnología del IMP”, explica su director general, ingeniero Marco Osorio Bonilla.
El orgullo se siente en sus palabras, y en las palabras del decano José Antonio Cerna Casillas, quien asegura a Contralínea que siempre supieron que era posible construir una obra de esta naturaleza porque los mexicanos ya lo habían logrado en el pasado, en tres años y con menos tecnología. Se refiere a las seis refinerías que antecedieron a este proyecto, construidas entre las décadas de 1960 y 1970.
“Cómo creen que no vamos a estar súper orgullosos de esto. Lo que digan los que no conocen [Dos Bocas] no me importa: si nosotros hubiéramos hecho caso a todas las voces críticas negativas pues no se habría hecho nada y hubiera pasado otro sexenio más sin haber hecho nada. Pero aquí está el empuje del presidente, el conocimiento de nuestros técnicos. El amor a México y a Pemex es lo que nos tiene aquí”, remata Rocío Nahle García, la secretaria de Energía a la que Andrés Manuel López Obrador le encargó uno de sus principales sueños: recobrar al ansiada soberanía energética del país.
Nancy Flores/Enviada
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