Los gobiernos de México y Estados Unidos se encuentran en un punto de máxima tensión, luego de que la agencia antidrogas estadunidense (DEA) violó la soberanía nacional al ejecutar, sin permiso, un operativo armado para secuestrar a los narcotraficantes Ismael Zambada García, alias El Mayo, y Joaquín Guzmán López, alias Kikín o Güero, hijo de Joaquín Guzmán Loera, actualmente preso en Estados Unidos y quien junto con Zambada fundaron el Cártel del Pacífico.
La intromisión en territorio mexicano de un comando de agentes de la DEA podría desencadenar la peor crisis bilateral en este sexenio. Hasta ahora, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha sido paciente y muy cauteloso en lo que declara desde que ocurrió esta “captura” (25 de julio 2024) y que ha provocado un grave problema binacional; pero ha insistido en que hay que esperar un informe oficial completo que México le solicitó al gobierno estadunidense, el cual después de 10 días de ocurrida esta ilegal intromisión sigue sin responder.
Las fuerzas armadas y los órganos de inteligencia mexicanos ya entregaron sus reportes al presidente de la República sobre los hechos ocurridos, por lo que López Obrador sólo espera la versión oficial de Estados Unidos para dar una respuesta fuerte y contundente al gobierno de Joe Biden, pues como ha dicho el primer mandatario en repetidas ocasiones, México no es títere de nadie, somos un país independiente, democrático y soberano.
La paciencia del jefe de la Nación se sustenta en el marco de la “buena relación” que se mantiene con Estados Unidos, sobre todo en la estrategia de la lucha contra las drogas y el crimen organizado, por ello extraña a las autoridades mexicanas, fuerzas armadas y órganos de seguridad, el abuso y atrevimiento de la DEA para ingresar sin autorización alguna a nuestro territorio para realizar operaciones que competen sólo a México.
Durante los últimos 10 días el presidente López Obrador se ha referido al tema a preguntas insistentes de los reporteros que cubren la conferencia matutina diaria, y allí ha dejado entrever la posibilidad de que podría haber sido un secuestro de estos dos narcotraficantes por agentes estadunidenses y, en consecuencia, una violación a la soberanía.
Advirtió que “ya nosotros tenemos algo de información, pero queremos que ellos nos informen si fue un acuerdo. Al principio sostuvieron esto, de que fue un acuerdo con Joaquín Guzmán López (hijo de Joaquín Guzmán Loera), pero luego el abogado del señor Zambada dijo que lo habían secuestrado. Queremos saber”.
Lo último que dijo el viernes pasado y que cada día sube el tono de su reclamo al gobierno estadunidense, fue cuando señaló que se trata de un asunto delicado, por lo que “estamos esperando el informe del gobierno de Estados Unidos que solicitó la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, al secretario de Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos, Antony Blinken”.
Por su parte la secretaria Bárcena precisó: “Le mandamos una comunicación a Antony Blinken pidiendo datos específicos de las circunstancias, el lugar de donde despegó el avión, la matrícula del avión, el nombre del piloto, cual fue el plan de vuelo y cuál fue el tipo de discusión, de arreglo o si hubo algún conocimiento por parte de Estados Unidos previo a esta operación. Le hemos pedido detalladamente esta información y estamos a la espera. Ayer me informaron que están en la preparación de dicha información recabando la información necesaria”.
El presidente de la República ha señalado en distintos momentos que quiere saber si se trató de un secuestro en México, y el viernes anterior advirtió así sobre este punto delicado: “Yo escucho cuando hablan de que quieren venir a secuestrar a presuntos delincuentes para llevárselos a Estados Unidos; entonces, si a esas vamos, pues nosotros podríamos ir también a hacer lo mismo (a Estados Unidos).
“Claro que no, así no es, porque quién distribuye la droga allá en Estados Unidos, ¿por qué tanto consumo?, también para que se hable con la verdad. Es muy lamentable, y por eso nosotros colaboramos fundamentalmente por cuestiones de humanismo, y porque somos vecinos y amigos, socios.
“Pero aquí no pasa en México lo que lamentablemente sucede en Estados Unidos, aquí nosotros tenemos al año 600 fallecidos por consumo de droga y ellos, lamentablemente, sólo por fentanilo 100 mil jóvenes al año. Entonces, es no ver las cosas por encima, porque es mucha la demanda y ¿por qué tanta demanda de droga?, ¿qué está pasando con la sociedad?, ¿qué está pasando con los jóvenes?, ¿por qué no atender las causas?”.
López Obrador comentó que “a los amigos se les tiene paciencia y no hay que desesperarnos, tranquilos. Todo, todo, todo se va a saber, todo se va a saber, porque nosotros no somos alcahuetes de nadie, nosotros representamos al pueblo de México, no somos peleles, no somos títeres de nadie, de ningún gobierno extranjero. Nuestro amo es el pueblo de México, porque el pueblo de México es el soberano, es al único al que le debemos todo y estamos obligados a informarles de todo, no ocultar nada, actuar con honestidad, no mentir, no robar, no traicionar. Entonces, vamos a esperar.
“También, si no nos quieren mandar la información, pues vamos a decir: No tenemos información porque no quieren, no sé qué están ocultando. Pero no, nos adelantemos, para qué. Siempre hemos logrado mantener una muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos, con el presidente Trump y ahora con el presidente Biden. Entonces, vamos a esperar”.
López Obrador explicó la semana pasada que es buena la relación con Estados Unidos, aunque reconoció que “tenemos diferencias porque somos países libres y soberanos, entonces no podemos coincidir en todo, son enfoques distintos.
“Cuando yo digo ‘abrazos, no balazos’, ‘¿qué es eso?’, dicen. Se ríen, se burlan y otros no le entienden, ¿por qué?, porque son concepciones distintas. Yo comprendo que hay quienes piensan que se pueden resolver las cosas con el uso de la fuerza y que el mal hay que enfrentarlo haciendo el mal; y yo sostengo que el mal hay que enfrentarlo haciendo el bien, y que no basta con cárceles y con amenazas de mano dura, y con leyes más severas y, con la pena de muerte, no. La paz, la tranquilidad, el bienestar, son frutos de la justicia. Y no todos los seres humanos, o son muy pocos o posiblemente nadie, nazca mal, nazca malo por naturaleza, son las circunstancias y si cambiamos las circunstancias cambiamos el comportamiento de las personas”, sentenció el primer mandatario mexicano.
En clara violación a la soberanía nacional y a la misma Constitución, los departamentos de Justicia y de Estado de Estados Unidos autorizaron que un comando de la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por su sigla en inglés) montara una operación urgente para ingresar a territorio mexicano –sin consentimiento ni autorización del gobierno del presidente López Obrador– y capturar a las 12:00 horas del jueves 25 de julio, en la comunidad La Higuerita –conocida como Culiacancito, a 12.5 kilómetros del centro de Culiacán, Sinaloa– a los narcotraficantes Ismael Zambada García, alias el Mayo, y a uno de los Chapitos: Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, actualmente preso en Estados Unidos.
La captura de estos jefes del narcotráfico habría sido por una supuesta “traición” orquestada por el actual gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, quien solicitó al Mayo Zambada intermediar para sostener una reunión con el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, líder del Partido Sinaloense (PAS) y con quien el mandatario estatal tenía una confrontación permanente y serias diferencias políticas. Horas más tarde de la captura de los dos narcotraficantes, el mismo jueves 25 por la noche, fue asesinado el líder político Cuén Ojeda.
Según fuentes relacionadas con las indagatorias, el gobernador de Morena en Sinaloa se habría coordinado con autoridades del gobierno estadunidense para informarles de la reunión planeada, a la que asistiría el Mayo Zambada en compañía de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, actual jefe del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, al encuentro no llegó Archivaldo y en su lugar iba otro de los hijos del Chapo, Joaquín Guzmán López, alias Kikín o el Güero lo que permitió a los agentes de la DEA capturar a los dos narcotraficantes y trasladarlos vía aérea al aeropuerto privado de Santa Teresa, en El Paso, Texas.
Ismael Zambada García acudió al encuentro acompañado de dos guardaespaldas, identificados con los apodos de Chayo y Chairez, de quienes se desconoce su paradero porque supuestamente habrían sido ejecutados cuando intentaron oponer resistencia a la captura de su jefe.
Los informantes explicaron que, al momento de la detención de los dos narcotraficantes, el Mayo se comunicó con su familia para informarles que estaba siendo detenido por agentes de la DEA y, con el propósito de calmarlos y evitar violencia entre su propio grupo delincuencial, les dijo que la captura era pactada con el gobierno estadunidense, razón por la que se han dado versiones encontradas.
Con la detención del Mayo, su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias el Mayito Flaco, asumiría el control de los negocios del cártel. Aunque expertos en la materia aseguran que se agudizarán las diferencias entre las dos familias, Los Chapitos y Los Zambada, y esto podría derivar en una ola de violencia en los próximos días, lo cual también pone en la mira al gobernador sinaloense Rocha Moya, como ya ocurrió con el exrector Cuén Ojeda.
En el caso del Mayo Zambada, debido a su avanzada edad (76 años), consideran que no pedirá ser testigo protegido y que podría llegar hasta el suicidio para evitar el encierro prolongado, debido a las diversas enfermedades que actualmente padece.
Ante el descontrol de este grupo criminal generado por las capturas, sería Archivaldo Guzmán Salazar quien también trataría de asumir el control total de la estructura operativa que tiene el Cártel del Pacífico en todo el país, y hasta en el extranjero, principalmente en lo que se refiere a las operaciones del trasiego de cocaína procedente de Sudamérica y la producción de metanfetaminas y fentanilo, que transportan hacia el mercado de Estados Unidos.
La operación del Mayo Zambada consistía en mantener la armonía y el control de las operaciones al interior del Cártel del Pacífico y entre las diversas áreas que tiene en varios estados de la República y en el extranjero, pero con su captura podría desatarse una lucha entre las dos familias por el liderazgo.
El presiente Andrés Manuel López Obrador informó en una conferencia matutina que no descarta que hubiera un operativo de la DEA en territorio nacional, sin el consentimiento ni el aviso a las Fuerzas Armadas, es decir el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, quienes no sabían ni tuvieron participación alguna en la captura.
De confirmarse que el gobernador sinaloense hubiera hecho un pacto con las autoridades estadunidenses, estaríamos ante una posible traición a la patria del mandatario Rubén Rocha Moya, quien al margen del gobierno federal acordara dicho operativo, en donde agentes policiacos extranjeros ingresaron ilegalmente al país.
Con el propósito de confrontar la información y conocer su opinión sobre este delicado caso, buscamos vía telefónica al gobernador Rocha por conducto de la Coordinación de Comunicación Social; sin embargo, se nos informó que el titular Jesús Alberto Camacho García estaba de vacaciones y que no había quien atendiera esta petición, por lo que se buscó también Marisa Méndez, secretaría técnica de esa área, pero tampoco fue posible localizarla.
Fundador del Cártel del Pacífico junto con Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael Zambada García era hasta antes de su captura el líder de Los Mayos, organización criminal que compartía el poder con la banda de Los Chapitos, hijos de Guzmán Loera, y que cuenta con ramificaciones en todo el país y en Centro y Sudamérica, Europa, Australia y Asia, y hasta su secuestro, ejecutado por un comando especial de agentes de la DEA, ocurrido a las 12 horas del pasado jueves 25 en la comunidad La Higuerita, a 12.5 kilómetros del centro de Culiacán, El Mayo tenía en México cinco órdenes de aprehensión y una recompensa por 4 millones de pesos que ofrecía el Ministerio Público Federal para quien diera información que permitiera su detención.
De acuerdo con el expediente abierto en México por la Fiscalía General de la República (FGR) y que comparte con los órganos de seguridad e inteligencia del país, a El Mayo se le atribuye su participación en la coordinación del trasiego de marihuana, cocaína, heroína y fentanilo en 17 estados de la República, así como células de colaboradores del Cártel del Pacífico en los estados de Arizona, Texas, California, Nueva York y Chicago, en Estados Unidos; además, esta asociado con mafias que operan en Australia, Ecuador, Belice, Guatemala, El Salvador, Costa Rica Panamá, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba y República Dominicana.
Sin embargo, en los últimos siete años, después de la extradición de Joaquín Guzmán Loera en 2017 a una prisión de Estados Unidos, gran parte de la operación, principalmente de los grupos armados, la asumió el hijo mayor Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco, debido a que su padre ahora tiene una edad de 76 años y su estado de salud se reporta como grave, derivado de una aguda diabetes que le habría dañado los riñones y la vista, lo que lo mantenía refugiado, en cama y en encierro la mayor parte del tiempo, sin que esto signifique dejar de participar en la parte logística y corruptora de la organización del Cártel del Pacífico.
Ha habido varios momentos de serias diferencias entre los grupos de Los Mayos y Los Chapitos, como lo narrado el 1 de agosto de 2021, en la reunión de las mesas para la paz y seguridad, en donde se informó sobre una alerta de eventual incremento de la violencia en la zona de San Luis Río Colorado-Mexicali, por la intención del grupo de Los Chapitos de desplazar de esos lugares a las células de Ismael Zambada García.
Según el reporte de las autoridades mexicanas responsables de investigar a estos grupos criminales, la familia de El Mayo tiene varias empresas registradas en Culiacán que operan de forma “lícita”, es decir están dadas de alta en Hacienda y pagan sus impuestos, relacionadas con los sectores de la ganadería, agricultura, bienes y raíces, autotransportes, distribución de combustibles, educación, cuidados infantiles, diseño arquitectónico y comercio de arte.
Para la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la red de empresas de la familia Zambada Niebla son utilizadas para lavar el dinero de las drogas: Arte y Diseño de Culiacán, Autotransportes JYM, Multiservicios Jeviz, Rosario Niebla Cardoza A en P, Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán (Lechería Santa Mónica), Establo Puerto Rico, Estancia Infantil Niño Feliz, Jamaro Construcciones.
Otras cuatro empresas han salido de las listas de la OFAC: Frizaza, Rancho Ganadero las Ánimas, Zarka de Occidente y Zarka de México.
Una primera orden de aprehensión por el delito de delincuencia organizada, número de proceso 12/1998, emitida por el Juzgado 5º de Distrito en Proceso Penales Federales del Distrito Federal.
La segunda orden de aprehensión por el delito delincuencia organizada, con número de proceso 3/1998, del Juzgado 5º de Distrito de Procesos Penales Federales del Distrito Federal.
Tercera orden de aprehensión por los delitos de asociación delictuosa y delitos contra la salud, número 29/2002, Juzgado 1º de Distrito de Procesos Penales Federales de Toluca, Estado de México.
Cuarta orden de aprehensión por los delitos de operaciones con recursos ilícita, delincuencia organizada y acopio de armas, número de proceso 3/2003, Juzgado 3º de Distritos de Procesos Penales Federales del Distrito Federal.
Quinta orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada, delitos contra la salud y presunto contrabando, número 109/2009, Juzgado 2º de Distrito de Tepic, Nayarit.
La entonces Procuraduría General de la República ofrecía una recompensa de 4 millones de pesos a la persona que proporcionara información que permitiera la captura de Ismael Zambada García.
El 25 de julio de 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó la captura de El Mayo Zambada por los delitos de conspirar para fabricar y distribuir fentanilo en Estados Unidos desde 2014.
El expediente de El Mayo contiene también los nombres de toda la familia, hijos, hermanos, esposas, datos privados de seguridad social, hacienda, registro federal de causantes.
Los órganos de seguridad e inteligencia de México sostienen que el arresto y traslado de El Mayo a una prisión de Estados Unidos, su hijo Ismael Zambada Sicarios, alias El Mayito Flaco, asume el control de los negocios del cártel.
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