“Me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, mujeres, hombres, cosa que agradezco de todo corazón. Me dediqué a servir al pueblo”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su último discurso, previo a retirarse para siempre de la vida pública.
En la mañanera –como se le conoció a su conferencia matutina– el titular del Ejecutivo federal dio un informe sobre los resultados socioeconómicos de su gobierno. Y reivindicó el principio ideológico de su mandato de: “por el bien de todos, primero los pobres”, por lo que destacó que la política económica se centró en favorecer a los sectores más vulnerables.
“Me siento muy orgulloso, muy contento, porque atendimos a todos, escuchamos a todos, respetamos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados. Llevamos a la práctica nuestro principio de que, por el bien de todos, primero los pobres”, expresó el primer mandatario.
Aseguró que “no sólo fue una proclama, no sólo fue un lema, se convirtió en una realidad porque logramos –y ese es otro timbre de orgullo– reducir la pobreza y la desigualdad en nuestro país, a pesar de la pandemia que tanto dolor nos causó y nos tumbó la economía, como no sucedía en más de sin siglo. Nos levantamos y se logró recuperar el crecimiento económico, aún limitado por esa crisis económica externa”.
López Obrador también destacó otros de los ejes rectores de la política de su gobierno: el combate a la corrupción y la austeridad republicana. “Aun cuando creció poco la economía, como hubo una distribución de la riqueza, del ingreso, del presupuesto, justa […] como no se permitió la corrupción, como no hubo lujos en el gobierno, se pudieron mejorar las condiciones de vida y las condiciones de trabajo de la mayoría de los mexicanos”.
Y una vez más, aprovechó para refrendar su apoyo a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo: “como he venido repitiendo, me voy muy contento también porque voy a entregar mañana la banda presidencial a una mujer excepcional, a una humanista, a una mujer llena de amor, de humildad, de buenos sentimientos. Es difícil que se encuentre en la historia una transición como la que estamos viviendo”.
El presidente López Obrador aseguró: “en lo personal, les digo: me siento muy satisfecho por el trato de la presidenta hacia mí: respetuoso hasta el final, lo que demuestra su gran condición humana; porque cualquier otro acomplejado, hombre o mujer, lo primero que hubiese hecho hubiese sido negarme o empezar con indirectas, a cuestionar lo que hemos conseguido entre todos para diferenciarse, pintar su raya, o con golpes espectaculares –sí se acuerdan, ¿no?, en la historia de las sucesiones– para que la gente diga: Ahora sí viene el cambio”.
Te puede interesar
López Obrador devela su retrato presidencial