Los medios de comunicación –incluidos internacionales– son parte del golpe de Estado blando que impulsan contra el presidente López Obrador grupos de élite, en especial empresarios como Claudio X González Guajardo y Gustavo de Hoyos. A las campañas de desprestigio, con rumores y noticias falsas, se suman campañas para azuzar luchas sociales legítimas, con el objetivo de generar malestar social y desestabilizar al gobierno, al retratarlo como incapaz, señala en entrevista el doctor Mario Alberto Zaragoza Ramírez
En México, los medios de comunicación –incluidos algunos internacionales– han sido parte de las estrategias de golpe de Estado blando contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, que encabezan grupos de élite –en especial, empresarios como Claudio X González Guajardo y Gustavo de Hoyos, advierte el doctor en ciencias políticas y sociales Mario Alberto Zaragoza Ramírez.
Su papel ha sido, sobre todo, orquestar campañas de desprestigio, echando mano de rumores, noticias falsas y ocultamiento intencional de informaciones favorables al gobierno; así como ser punta de lanza en campañas para azuzar luchas sociales legítimas. Ello, con el objetivo de generar malestar social y desestabilizar al gobierno, al que describen como incapaz para enfrentar los múltiples problemas del país.
En entrevista, el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM explica que el llamado golpe de Estado blando se trata de fases en las que opera un grupo de empresarios, políticos y dueños de medios de comunicación opositores al gobierno, los cuales se mueven de a poco, se distribuyen a partir de sus propias redes y acomodan temas en la agenda pública para intentar desestabilizar al actual presidente de México. Aquí no son empleadas las fuerzas militares.
Dichos golpes eran inusuales en México hasta que en los días actuales está presente con “cierta vitalidad”, debido a otra composición del sistema político mexicano; ello porque en administraciones de derecha estaban “muy cómodos”.
Dentro de los medios de comunicación que el también maestro en ciencias de la comunicación identifica como parte de las estrategias desestabilizadoras están: la sucursal del diario español El País, el mexicano Reforma entre otros diarios impresos, pero también el portal LatinUs, al que describe como “la parte más deteriorada del ejercicio periodístico en la República”.
De acuerdo con el libro La telaraña imperial (Centro Internacional Miranda y Fundación Centro de Estudios Estratégicos, Caracas), el también llamado golpe de Estado suave echa mano de los medios de comunicación nacionales e internacionales con el fin de promover matrices de opinión mediante imágenes distorsionadas de ingobernabilidad.
Para el doctor Mario Zaragoza, en México hay un problema con estos medios de comunicación: el que “se presenten como imparciales” al mismo tiempo que se reconocen como oposición. Como ejemplo pone al diario Reforma, propiedad del empresario Alejandro Junco de la Vega, que aunque se jacte de imparcial al leer los titulares “juega un papel en el mismo entramado”.
El especialista en ciencia política y comunicación señala como otro ejemplo a la estación W Radio. “En una entrevista realizada en abril, la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez Buylla, cometió un error en cifras sobre la vacuna Patria, no explicó de forma precisa. Entonces los entrevistadores capitalizaron el error. Juegan del lado de una agenda”.
El también especialista en comunicación política advierte que los medios corporativos no criticaban a los gobiernos pasados, porque “en el mapa político se encontraban, de muchas maneras, muy cómodos con las condiciones históricas”. Y que, entre 2012 y 2018, “hicieron su lucha para que López Obrador no alcanzara el triunfo electoral”, mediante la difusión de mensajes adversos al ahora primer mandatario mexicano.
Discursos mediáticos
Los discursos deslegitimadores propagados por los medios de comunicación –así como las acciones realizadas por organizaciones civiles y partidos políticos de oposición, sobre todo los que integraron la alianza Va por México– no inciden en la base social, considera el doctor Zaragoza Ramírez.
El catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales dice que pese a los intentos diversos que las élites llevan a cabo –con diversas estrategias para desestabilizar al país en lo económico, lo político y lo social–, no “con siguen” sus objetivos.
Al contrario, observa, la popularidad y aceptación de la población hacia el mandato de López Obrador crece. “Cuando ves en cifras que el presidente pierde 2 puntos porcentuales, pero al siguiente [mes] los recupera más otro par”, es evidente que las estrategias “no generan absolutamente nada”, aún con los problemas que México enfrenta de seguridad o de crisis económica en medio de la pandemia.
Estados Unidos y sus financiamientos
Si hay un país que le interesa al gobierno estadunidense es México, afirma el investigador Mario Zaragoza. Por ello, considera importante que se transparente el financiamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) a las asociaciones civiles, como la internacional Artículo 19 y la local Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
Aunque a Zaragoza Ramírez le parece poco afortunado el comentario realizado por el presidente Andrés Manuel López Obrador contra Artículo 19, señala que la transparencia es la mejor manera de despejar dudas sobre el actuar de la organización internacional.
Ello, porque el involucramiento de Estados Unidos en América Latina es histórico: data desde la Doctrina Monroe, y pasa por los últimos años de la década de 1990 hasta la primera década del siglo XXI, recuerda el doctor. En el contexto de Latinoamérica, el país hegemónico se ha involucrado, como lo que sucedió en Brasil cuando Lula da Silva era presidente y fue llevado a la cárcel y luego cambia el gobierno con Dilma Rouseff y se organiza el impeachment. Mismo que “fue toda una estrategia en contra de Dilma y de Lula”, ya que el juez que lo sentenció ahora está bajo la persecución de la justicia por presunta corrupción.
“Estados Unidos siempre tienen muy pendientes sus intereses”, afirma el doctor en ciencias políticas y sociales. Tal es así que la reciente visita de la vicepresidenta Kamala Harris a México para atender problemas migratorios demuestra que siempre hay un interés en la zona, sobre todo en un país con el que comparte una gran frontera.