El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que México no cederá su soberanía energética, en el marco de las consultas que llevan a cabo Estados Unidos y Canadá para la revisión del artículo octavo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (Tmec). Descartó una ruptura comercial con sus socios económicos e indicó que enviará una carta a su homólogo Joseph Biden para comentar el tema.
Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, leyó el capítulo que se lleva a las consultas con funcionarios de los tres países, que a la letra dice: “Reconocimiento del dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de los Estados Unidos Mexicanos de los Hidrocarburos.
1. “Según lo dispone este Tratado, las partes confirman su pleno respeto por la soberanía y su derecho a regular con respeto a asuntos abordados en este Capítulo de conformidad con sus respectivas Constituciones y derecho interno, en pleno ejercicio de sus procesos democráticos.
2.“En el caso de México, y sin perjuicio de sus derechos y remedios disponibles conforme a este Tratado, Estados Unidos y Canadá reconocen que:
“México se reserva su derecho soberano de reformar su Constitución y su legislación interna.
“México tiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos en el subsuelo del territorio nacional, incluida la plataforma continental y la zona económica exclusiva situada afuera del mar territorial y adyacente a este en mantos o yacimientos, cualquier que sea su estado físico, de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Aun tratándose del mercado más importante del mundo, como lo es Estados Unidos, “sí tener acceso a ese mercado nos implica ceder soberanía, ¡no lo aceptamos! No vamos a entregar nuestra independencia, a ningún gobierno extranjero”, enfatizó el primer mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
Además, dijo el titular del Ejecutivo no tienen razón, “aun cuando tengan muchos lambiscones, vende patrias que les aplauden en nuestro país”.
López Obrador señaló que no fue en vano que se detuvo la negociación casi quince días por el artículo octavo del tratado, “porque me opuse a lo que ya habían negociado los funcionarios del gobierno anterior [de Enrique Peña Nieto].
“Un texto grueso y se entregaba todo, como lo hicieron con otros tratados, por eso los estadunidenses, en la negociación, decían que cómo es posible no acepten que podamos tener injerencia en la política petrolera si ya cedieron con Canadá”, expuso. El argumento de López Obrador fue: eso lo hicieron los que ya no pensaban en la soberanía.
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