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Negligencia provocará la extinción de la vaquita marina

Publicado por
Fernanda Monroy Rojas

Las redes de enmalle representan un alto riesgo para la vaquita marina. El doctor Urbán Ramírez –académico de la UABCS– explica a Contralínea que si estos equipos no se eliminan, la especie se va a extinguir. A esta problemática se suma el deterioro ambiental, fenómeno que ha dañado significativamente el hábitat de esta especie. “Todas las especies, ante el deterioro de un ecosistema, se ven afectadas”, advierte Aragón Noriega, investigador del CIB

La vaquita marina va a desaparecer mientras las redes en las que puedan quedar atrapadas no dejen de usarse, augura Jorge Urbán Ramírez, investigador de tiempo completo de la Universidad Autónoma de Baja California Sur en La Paz (UABCS). En entrevista con Contralínea, añade: “la única posibilidad de poder pensar en alguna recuperación es eliminando las redes. […] Si no toman las medidas necesarias o si no eliminan se va a extinguir la vaquita”.

De 1997 a 2015, la población de vaquitas marinas disminuyó 92 por ciento, de acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA).  Esto la convierte en una especie en riesgo de extinción.

En la Zona de Tolerancia Cero del Alto Golfo de California (AGC) –hábitat protegido para la supervivencia de la vaquita marina– se observaron entre seis y ocho individuos, durante el Crucero de Observación que se realizó en mayo de 2024. Respecto a 2023, la población presenta una reducción: durante el avistamiento anterior se observaron entre ocho y 13 mamíferos. Sin embargo, el grupo de científicos de la organización Sea Shepherd y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (Conanp), liderados por la doctora Bárbara Taylor, señalan que el número observado durante el estudio de este año debe considerarse un mínimo por los desplazamientos que realiza la especie.

Dentro de las principales causas del decrecimiento de la población se encuentra la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, en la que se utilizan métodos no selectivos que atrapan a especies que no son el objetivo.

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Totoaba y redes de enmalle

La vaquita marina queda capturada de manera incidental en diversas prácticas de pesca que incluyen el uso de redes de enmalle; por ejemplo, en la pesca de totoaba –otra especie endémica y considerada pez grande– cuya vejiga natatoria (conocida como buche) tiene gran valor en el mercado asiático.

Estas acciones que cuentan con regulaciones limitadas han llevado a que la especie se encuentre en peligro de extinción, señala el Diagnóstico del estado de la inspección y vigilancia en materia de pesca en el AGC, elaborado por Vladimir Pliego Moreno, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y especialista en conservación de recursos naturales.

El doctor Urbán Ramírez coincide en que la problemática de la vaquita marina esta relacionada con la pesca ilegal de totoaba. Explica que las redes utilizadas para la pesca de esta especie son redes de malla amplia y su diseño afecta directamente a la vaquita, puesto que ocasionan que se enreden y queden atrapadas.

De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación (DOF), desde el 30 de junio 2017 se estableció una prohibición permanente de la pesca con redes de enmalle. Se trata del “Acuerdo por el que se prohíben artes, sistemas, métodos, técnicas y horarios para la realización de actividades de pesca con embarcaciones menores en aguas marinas de jurisdicción federal de los Estados Unidos Mexicanos, en el Norte del Golfo de California, y se establecen sitios de desembarque, así como el uso de sistemas de monitoreo para dichas embarcaciones”.

A pesar de la prohibición, continúa el uso de este tipo de equipos de pesca en el Alto Golfo de California. Los representantes del Grupo Intragubernamental sobre la Sustentabilidad en el Alto Golfo de California (GIS) informaron que los días 10 y 11 de agosto de 2023 se destruyeron 43 equipos de pesca que equivalen a poco más de 15 mil metros de red; estas fueron recuperadas de la Zona de Refugio para la Protección de la Vaquita Marina (ZRV).

“Si queremos conservar la vaquita debemos quitar las redes. Hay que quitarlas como sea”, comenta el doctor Urbán Ramírez, y explica que además de eliminarlas se debe de pensar en alternativas para los pescadores, desde modificaciones de los artes de pesca u otras alternativas económicas para los habitantes de la zona.

Una de las soluciones propuestas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para evitar la pesca de vaquitas marinas y especies endémicas de la Zona de Tolerancia Cero (ZTC) –refugio de especies endémicas en el Alto Golfo de California– fue la introducción de bloques de cemento con ganchos de acero, diseñados para capturar las redes de pescadores ilegales y aquellas que quedan perdidas en el mar.

El 7 de octubre de 2022, en el comunicado “Concluye el proyecto de sembrado de bloques de concreto”, la dependencia informó que se introdujeron 193 bloques en la ZTC para la preservación de la vaquita marina.

El especialista Urbán Ramírez reconoce que esta iniciativa es un acierto para la protección de la vaquita marina y de otras especies en riesgo. Sin embargo, señala que sería imposible llenar de bloques el Alto Golfo para preservar a las especies en peligro. “Son medidas que de alguna manera han funcionado, pero no son suficientes”.

FOTO: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ /CUARTOSCURO.COM

Alto Golfo de California: deterioro ambiental

El Alto Golfo de California enfrenta un problema ambiental: “los dos impactos más significativos al ecosistema marino y costero –y sus especies– derivan de las actividades pesqueras (legales e ilegales) y de la reducción histórica de los volúmenes de agua provenientes del Río Colorado”, de acuerdo con el Diagnóstico del estado de la inspección y vigilancia en materia de pesca en el Alto Golfo de California de 2016.

“Lo que está escondido en el entorno de la vaquita marina es el deterioro ambiental del Alto Golfo de California del delta –desembocadura de un río– del río Colorado”, explica a Contralínea el doctor Eugenio Alberto Aragón Noriega, investigador titular en el programa académico de ecología pesquera, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIB).

Añade que “todas las especies ante el deterioro de un ecosistema se ven afectadas. Una de ellas es la vaquita marina, porque depende, o dependía de esa zona que ya no existe. Esa es la afectación más directa que podríamos encontrar”.

En su tesis doctoral, el investigador señala: “el Río Colorado ha sido impactado de manera drástica por el represamiento y la retención del agua a lo largo de su curso, bloqueando el flujo hacia el delta y afectando el ambiente en el Alto Golfo de California”.

FOTO: 123RF

En el artículo “El impacto del represamiento del Río Colorado en la pesquería del camarón en el Alto Golfo de California, México” –publicado en 2021 por la revista Frontera Norte–, los investigadores explican que la retención y disminución del flujo de agua al delta modificaron los ambientes de las especies que habitan ese ecosistema. Uno de los múltiples efectos negativos generados por el represamiento del río es la reducción de áreas de refugio y crianza de la vaquita marina.

El río tiene influencia en siete entidades de Estados Unidos y en dos de México, pues aporta agua para 40 millones de personas en total. Casi toda el agua del río se usa para beneficio humano: 78 por ciento de ésta se destina a las actividades agrícolas, mientras que el 22 por ciento restante se asigna para uso municipal e industrial y, por lo tanto, se excluye su uso para servicio ambiental.

Al respecto, los investigadores detallan que “el esquema actual de asignación y uso del agua del río podría incrementarse en el futuro, debido a la creciente demanda de agua para sostener las actividades humanas”. Esto potenciaría un panorama de estrés hídrico ante el cual se favorecería a las personas sin considerar los efectos en el ecosistema y el deterioro ambiental.

Desarrollo por encima del medio ambiente

El investigador Aragón Noriega explica que las personas tienen una mirada antropocéntrica, puesto que sólo piensa en los beneficios que pueden obtener de cualquier ecosistema, sin importar el daño que ocasione. Enfatiza que ciudades como Las Vegas no fueron planeadas desde una perspectiva ambientalista; y que en ése, como en otros casos, lo único que importaba era demostrar que la población humana puede vivir donde quiera y desee.

FOTO: 123RF

 

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