El presidente Andrés Manuel López Obrador destapó hoy la cloaca del robo de combustibles en México y reveló que las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional intervinieron las áreas estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex) con 4 mil efectivos. “Estamos poniendo orden al caos, en un país en crisis”, sentenció.
Informó que expertos de 15 dependencias descubrieron y documentaron “Huachicoleo” desde las más altas esferas de Pemex y el robo en ductos (20 por ciento) sólo se auspició como “actividad pantalla”. Ante ello, ya hay tres funcionarios detenidos y vendrá una escalda de responsabilidades.
Esto generó un saqueo de 64 mil millones de pesos anuales, 200 millones diarios y el tránsito descarado de 600 pipas con 15 mil litros con combustible robado cada 24 horas.
El energético, en gran medida era surtido a gasolinerías debidamente concesionadas, contratistas y desarrolladores de grandes obras.
El robo a Pemex, dijo el jefe del Ejecutivo Federal, se calcula en un 10 por ciento de la producción total, lo que equivale al presupuesto de la UNAM, 60 por ciento de las pensiones para adultos mayores o los recursos para echar andar el proyecto de cien universidades públicas.
Destacó que este mes de diciembre, ya con la estrategia conjunta de su gobierno, para frenar el robo y con la intervención de áreas de transferencia, monitoreo, refinerías, estaciones de bombeo y centro de control se redujo en 17.4 el hurto de combustible.
Expuso que hasta el 18 de diciembre de 2018 se robaban 1 mil 145 pipas diarias y a 5 días de puesto en marcha el nuevo plan se abatió la cifra hasta 201 y la tendencia continua a la baja.
El presidente se comprometió a transparentar la lista de concesionarios gasolineros en el país, para tenerlos vigilados y para saber qué es lo que están haciendo.
“El cambio va a fondo y estamos preparados para enfrentar cualquier situación, pues estamos enfrentando una crisis y poniendo orden en el caos”, garantizó.
Expuso que las administraciones pasadas conocieron estos hechos y reconocieron un robo de 12 mil millones de pesos, que incluso ya los manejaban como una perdida normal y la descontaban en el presupuesto.
Reveló que en las administraciones pasadas había áreas estratégicas manejadas por el sindicato de Pemex y a las que no tenían acceso las autoridades.
Hubo que casos donde no se presentaban bitácoras de monitoreo de presión en ductos y esos días eran los de mayor ordeña de ductos.
Por tal, afirmó “yo personalmente no me he reunido con Carlos Romero Deschamps, pero lo ha hecho la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y se le ha hecho saber que no se va a tolerar a nadie y tampoco ninguna actividad ilícita”.
Al ser cuestionado por el tono de sus calificativos, como el de neofascistas, dijo que tal vez se excedió y debió haberlos llamado canallas.
José Réyez