Los ventiladores de la marca Phillips que México adquirió durante la pandemia por Covid-19, y que resultaron defectuosos, ya “están retirados” de los hospitales del sector público, y ya no se pueden vender ni comercializar en el país, advirtió Raquel Buenrostro. La titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno recordó que a dichos instrumentos médicos se les otorgó un registro sanitario especial para atender la emergencia sanitaria, pero una vez que culminó ese periodo también perdió vigencia ese registro.
Apenas el pasado martes 21 de octubre, Contralínea consultó a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre el estatus del retiro de dichos ventiladores tanto en hospitales públicos como en privados; al respecto, la primera mandataria adelantó que este viernes se presentaría la maestra Raquel Buenrostro para abordar el tema.
Debido a ello, esta mañana la secretaria manifestó que se detectó que la empresa intentó seguir ofreciendo los ventiladores a través de plataformas digitales, lo que incentivó una nueva investigación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Durante su participación en la conferencia presidencial, Raquel Buenrostro dijo que recién se inició una labor para “reverificar que efectivamente todos los ventiladores estén retirados”, y tras hacer una revisión física en diversos hospitales del país se determinó que “sí, se ha ratificado que al menos en el sector público, en el gobierno federal no están funcionando los ventiladores”.
También afirmó que de los ventiladores existentes, “algunos incluso ya se devolvieron, ya los retiró la empresa”. No obstante, aclaró que esta situación “es independiente del resarcimiento de daños y perjuicios, porque [los equipos] se compraron y se tiene que responder, porque son equipos que no funcionaron o que no cumplieron con todos los requisitos, sí funcionaban, pero no cumplían exactamente con todos los requisitos que debe de cumplir”.
La secretaria Buenrostro recordó que después de que se declarara oficialmente la pandemia el 30 de marzo de 2020, comenzó una búsqueda de los aparatos médicos: “estamos en escasez, andamos buscando ventiladores, todo el mundo, en todo el mundo está buscando ventiladores y Philips empieza a vender ventiladores en todo el mundo”.
Fue en ese momento cuando la asociación civil Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) donó 2 mil ventiladores Philips a instituciones públicas y privadas. Sin embargo, en junio de 2021 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) “emite una alerta de riesgo contra esos ventiladores. Entonces, dice: ‘hay que estar pendiente del funcionamiento tecnológico de estos ventiladores’, pone una alerta y se dan contraindicaciones.
La FDA también señaló qué modelos eran los defectuosos y que estaban bajo observación tecnológica. La secretaria Anticorrupción detalló: “de manera simultánea, en junio, como todas las agencias sanitarias están comunicadas en todo el mundo empiezan a generar todas las alertas, que no es la excepción de México, Cofepris manda una alerta y dice: ‘tenemos que tener cuidado con eso’”.
Por otra parte, explicó que a estos respiradores se les dio un “registro sanitario especial para uso de emergencia”, pero para el 10 de mayo de 2023 –fecha en que se declaró el fin de la pandemia– “se acaba el permiso o el registro sanitario de uso de emergencia”.
Lo anterior, significó que “de manera automática por ley todo mundo debió retirar todos los ventiladores porque no contaban con registro sanitario. Entonces, a partir de ese momento caduca, por decir así, el registro sanitario provisional que se les dio para el uso de emergencia y todo mundo lo que tiene que proceder es a retirar los equipos porque no tienen registro sanitario y la empresa ya no los puede vender y comercializar en México”.
Finalmente, la maestra Raquel Buenrostro adelantó que se revisa con el sector salud “cuál es la estrategia jurídica integral y además estamos en colaboración con otros países para ver cómo están atendiendo sus temas en otros países”.
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