En América Latina y el Caribe hay más 26 millones de personas desempleadas, una cifra que evidencia lo mucho por hacer para mejorar la situación laboral en la región.
La importancia del empleo y del trabajo decente está claramente expuesta en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
De los 17 objetivos que la componen, el octavo insta a promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno empleo productivo y el trabajo decente para todos.
Informalidad, cambio climático, tecnología, trabajo infantil, género y diálogo social son algunos de los temas tratados por quienes se adentran en el análisis de la situación laboral en la región.
El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, subrayó recientemente la incertidumbre existente en los mercados laborales en el orbe.
Durante la 19 Reunión Regional Americana de ese organismo, efectuada a principios de octubre en la capital panameña, expresó que la situación de desempleo es preocupante, y la informalidad constituye un desafío y un problema que afecta a 140 millones de personas en esta área.
Asimismo, se refirió a otros temas pendientes como la igualdad de género y el desempleo juvenil. Sobre este último, enfatizó que se trata de un desafío mundial, y añadió que la tasa de desocupación regional de jóvenes triplica la de los adultos.
Ryder opinó que el diálogo social es un instrumento clave para abordar estos retos laborales, una herramienta esencial a los desafíos del mercado de trabajo. Hay un déficit de diálogo social en las Américas, afirmó.
El mundo del trabajo presenta procesos de transformaciones muy profundas relacionadas con el cambio climático y los temas demográficos, entre otros. El futuro del trabajo es el tema principal que se plantea en nuestras sociedades, remarcó durante el encuentro en el que participaron representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de más de 30 países.
Sobre América Latina y el Caribe, el funcionario apuntó que la leve recuperación económica que comenzó a registrarse en 2017 generó desempeños mixtos en los mercados laborales, y es previsible que un crecimiento ligeramente mayor en 2018 tenga un impacto un poco más positivo, aunque no lo suficiente para seguir una senda que conduzca hacia el trabajo decente.
Trabajo decente significa la oportunidad de acceder a un empleo productivo con un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y protección para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social.
También libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, detallaron expertos.
Nicaragua trató ese tema en la reunión de la OIT, al hablar de su importancia para la vida y la prosperidad de las personas.
El trabajo decente desde el punto de vista de los salarios conforme a la ley, a la protección social, a la seguridad social y también al tripartismo, “creo que es fundamental”, manifestó José León Argüello, secretario general del Ministerio del Trabajo de esa nación centroamericana.
Margarita González, ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, expresó que su país cuenta con una política de empleo que garantiza el acceso al trabajo en condiciones de igualdad y sin discriminación alguna.
Se prohíben el trabajo forzoso y el infantil y se concede la seguridad en los ingresos en correspondencia con la cantidad y calidad del trabajo aportado, con igualdad para hombres y mujeres.
En el caso de las mujeres, resaltó que gozan de iguales derechos que los hombres en todos los ámbitos, y constituyen el 48 por ciento de la ocupación en el sector estatal civil.
La discusión sobre el futuro del trabajo es parte de la época que estamos viviendo. Cambios profundos y rápidos están generando transformaciones que impactan en forma directa a los mercados laborales, y eso genera nerviosismo y dudas sobre el porvenir, expresó Ryder.
Enfatizó que en esta región el debate al respecto debe considerar al mismo tiempo problemas estructurales que se arrastran desde el pasado, como la informalidad o el trabajo infantil, y las circunstancias de un presente que nos recuerda la necesidad de profundizar en la búsqueda del trabajo decente.
En todo el mundo, 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica. De ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil; y casi la mitad está en situación de trabajo infantil peligroso, según datos de la OIT.
En términos absolutos, alrededor de 72 millones se concentran en África; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10.7 millones en las Américas; 1.1 millones en los Estados Árabes, y 5.5 millones en Europa y Asia Central.
Ryder apuntó que en esta región conviven prácticas futuristas como la agricultura de precisión auxiliada con drones, con los cultivos de subsistencia y la tala ilegal de los bosques.
Mientras en los centros financieros de algunas ciudades están por aparecer los automóviles eléctricos, hay personas que migran a pie entre países, desafiando la inclemencia del clima y las distancias en busca de mejores oportunidades laborales, remarcó.
Representantes de los trabajadores rechazaron en el evento la implementación de políticas neoliberales, lo cual provoca la pérdida de las conquistas sociales.
Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, expresó que en los años transcurridos desde la anterior cita de la OIT celebrada en 2014 en Perú, la región experimentó los impactos de una articulada ofensiva imperialista contra los gobiernos progresistas y sus estrategias de integración.
La política neoliberal provoca una secuela de empobrecimiento, amenazas a la paz y pérdida de las conquistas sociales de grandes masas de trabajadores, favoreciendo el incremento exponencial de la deuda externa en varios países, enfatizó.
¿Cómo construir un mejor futuro del trabajo?, fue esa la interrogante que guió la 19 Reunión Regional Americana de la OIT.
Para lograrlo, es necesario actuar en múltiples ámbitos y desplegar políticas de desarrollo productivo, promover un entorno propicio con vistas a la creación y el avance de las empresas, según quedó plasmado en la declaración que resultó de la cita.
La OIT consideró fundamental un esfuerzo colectivo por poner en práctica políticas de desarrollo productivo para activar motores de crecimiento.
Se trata de lograr varias características en el modelo de crecimiento: que sea alto, que sea sostenido, que sea inclusivo y sostenible, expresó a Prensa Latina José Manuel Salazar-Xirinachs, director regional de la Organización.
Masiel Fernández Bolaños*/Prensa Latina
[INVESTIGACIÓN][LÍNEA GLOBAL]
Como absurdo, calificó la presidenta Claudia Sheinbaum el hecho de que los países –sobre todo…
Por orden de la presidenta Claudia Sheinbaum, Petróleos Mexicanos extinguirá más de 40 filiales privadas,…
Senador Javier Corral habría operado contra reelección de Rosario Piedra; él lo niega Nancy Flores,…
Desde hace varios años, el abuso de metanfetaminas es el problema de salud pública más…
Cada elección en el país vecino, exhibe las miserias de la “democracia americana”. Dicen que…
En el informe anual Hielo perdido, daño global, presentado en la 29 Conferencia de las…
Esta web usa cookies.