El martes 8 de septiembre, el domicilio de las periodistas Elva Mendoza (reportera de Contralínea) y Flor Goche (colaboradora de Contralínea y reportera de Desinformémonos) fue allanado.
Sujetos desconocidos ingresaron en el transcurso del día sin que se haya determinado aún la hora. No se encontraba nadie en el domicilio. Los desconocidos ingresaron sin forzar las chapas de la puerta.
Del departamento, ubicado en la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, fue sustraído equipo de cómputo y documentación periodística. Objetos de valor (como pantallas, multifuncionales y dinero) permanecen intactos.
Junto con todo el equipo de la revista Contralínea, ambas periodistas cuentan con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En julio de 2014, ingresaron al Mecanismo de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
La abogada Karla Michel Salas, presidenta de la Asociación de Abogados Democráticos, dará seguimiento al caso.