Periodistas exigen justicia

Periodistas exigen justicia

Más de 200 periodistas y fotoperiodistas se reunieron este medio día para exigir justicia por los 110 asesinatos y desapariciones de colegas en lo que va del panismo. La manifestación se desarrolló primero ante la representación del gobierno de Veracruz y posteriormente ante la secretaría de Gobernación. Los comunicadores exigieron el cese a la hostilidad en Veracruz, donde el 3 de marzo –Día Mundial de la Libertad de Prensa–fueron hallados los cuerpos de tres fotoperiodistas y una trabajadora de medios

Apenas ha pasado el medio día, y más de una veintena de cámaras, grabadoras y micrófonos esperan frente a las puertas de la representación del gobierno de Veracruz en el Distrito Federal, hoy excepcionalmente cerradas. El inmueble, que otras veces ha visto la solidaridad del pueblo mexicano ante los desastres naturales, esta vez es testigo de un acto distinto: el gremio periodístico repudia y exige justicia por el asesinato de los cuatro periodistas y una trabajadora de medios de comunicación ocurrido en los últimos cinco días en Veracruz; y ocho durante la gestión de Javier Duarte, gobernador de la entidad.

Se trata de los casos de Regina Martínez, corresponsal del semanario Proceso, asesinada el 28 de abril; Gabriel Huge, Notiver y freelance; Guillermo Luna Varela, portal Veracruznews; Esteban Rodríguez, Periódico AZ; Irasema Becerra, colaboradora de ventas del periódico El Dictamen, ejecutados el 3 de mayo .

Alrededor de las 13:00 horas, con cámaras, grabadoras y micrófonos en mano, el gremio está listo. Las rejas de la oficina de Veracruz en México sirven de andamio a los fotógrafos. Desde las alturas y haciendo gala de buen equilibrio encuadran a detalle la toma que mejor refleje la indignación y el reclamo de sus compañeros periodistas. Todos exigen justicia y el esclarecimiento de los crímenes cometidos contra sus colegas en esa entidad, incluso aquellos que fueron a “cubrir la nota”.

Rodeado de sus compañeros del gremio, Julio Hernández, periodista conocido por su columna El Astillero –publicada en el diario La Jornada– toma la palabra. Lee el pronunciamiento de protesta. El discurso es breve, pero puntual: “Demandamos un alto a las agresiones y una recta aplicación de la justicia”. Las exigencias centrales son dos: el esclarecimiento de los asesinatos cometidos contra los periodistas de Veracruz y la adecuada aplicación de la justicia para estos casos; y un alto a las agresiones físicas, amenazas, presiones y manipulaciones contra periodistas de todo el país”.

Transcurren algunos minutos. Fabrizio Aguilar Sánchez, representante del gobierno de Veracruz en el Distrito Federal sale a responder ante el clamor de los manifestantes. Asegura que los detalles sobre los avances y las acciones concretas en el caso de los periodistas asesinados serán dados a conocer por Javier Duarte, gobernador de la entidad.

La última declaración del representante del gobierno veracruzano enoja al gremio: “Las muertes de los señores periodistas [en Veracruz] no tienen nada que ver con la libertad de expresión”. Los periodistas, quienes cubren el acto de protesta y participan también de él como miembros del gremio, no encuentran consuelo ante las palabras de Aguilar Sánchez. El representante asegura que los asesinatos no tienen que ver con la crítica al gobierno; tienen que ver con los hechos violentos que han azotado a todo el país.

Luego de no encontrar respuesta satisfactoria ante esta instancia, una voz femenina eleva la primera consigna: “La gente se pregunta, ¿y esos quiénes son? ¡Somos periodistas exigiendo solución!”. La marcha da inicio.

El contingente, con alrededor de 200 periodistas y simpatizantes del gremio, toma la calle de Marsella con dirección a la Secretaría de Gobernación (Segob). Comienzan a aparecer pancartas, lonas y playeras que coinciden en el mensaje: justicia y libertad de expresión. Integrantes de distintos medios de comunicación, representantes de organizaciones de protección a periodistas y de libertad de expresión marchan juntos. El gremio está unido.

“El oficio de informar se ha convertido en México en una actividad de altísimo riesgo ante la impune ofensiva de grupos de la delincuencia organizada y de autoridades e instituciones penetradas y a veces virtualmente manejadas por esos delincuentes”, señala el discurso que se lee frente a las puertas cerradas de la Segob. En él también se acusa el desacuerdo que tiene el gremio ante las promesas y la creación de comisiones investigadoras “pensadas sólo para salvar el momento”. Luego de unos minutos, Luis Carlos Migliavacca, director de Concertación Social de la Segob hace acto de presencia para recibir las denuncias de los periodistas.

El clamor es uno: que se tomen con seriedad los ataques a periodistas. El gremio exige justicia. A decir de Darío Ramírez, director de la Oficina de Artículo 19 para México y Centroamérica, “el silencio y la complicidad de las autoridades propicia que este contexto de inseguridad y agresiones a la prensa se perpetúe como un ciclo absoluto”.

Tras recabar firmas de apoyo a la protesta se hace una última convocatoria: de manera pacífica, el sábado 5 de mayo a las 19:30 horas se encenderán velas en memoria de los periodistas asesinados en el Ángel de la Independencia. Decenas de carteles que se mantienen en alto hasta el momento final sentencian con firmeza: “No se mata la verdad matando al periodista”.