Unas 27 millones de personas están expuestas a sufrir algún accidente por desastres naturales; entre los factores que propician este escenario: “la desigualdad estructural” que hay en México, informó la organización internacional Oxfam.
“En México, mil 385 municipios (de un total de 2 mil 456), en los que viven 27 millones de personas, tienen alta vulnerabilidad y alto riesgo de sufrir un desastre vinculado a eventos climáticos”, expuso mediante un comunicado.
“No es casualidad que los desastres afecten siempre a las mismas personas. Quienes tienen ingresos muy bajos y sufren de exclusión o discriminación por razones de género, etnicidad, color de piel, capacidad física o edad; también suelen tener acceso limitado a recursos, influencia, información y toma de decisiones para enfrentar el riesgo de desastre”, destacó Alejandra d’Hyver, coordinadora del programa de Acción Humanitaria de Oxfam México.
Oxfam México indicó que un ejemplo de ello es Chiapas, que tiene un índice de desarrollo humano (IDH) de .6674 y el 76.2 por ciento de sus habitantes viven en condiciones de pobreza. En 2014, se registraron pérdidas ocasionadas por desastres equivalentes a 2 mil 11 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Centro Nacional de Prevención de Desastres.
En contraste, la Ciudad de México, con un IDH de .8304 y el 28.4 por ciento de su población viviendo en situación de pobreza, reportó pérdidas por 71.3 millones de pesos, en el mismo año, reporta la organización.
“Llamamos al gobierno mexicano a trabajar en conjunto con las personas que están en mayor riesgo, para definir e implementar estrategias y planes de acción de reducción de riesgo con un enfoque de derechos que enfrente las desigualdades estructurales”, exhortó d’Hyver.
Oxfam México participará en la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres (PGRRD) 2017, que se llevará a cabo del 22 al 26 de mayo en Cancún, Quintana Roo. El objetivo: “visibilizar la estrecha relación que existe entre las condiciones de desigualdad y las afectaciones por desastres”, informó.
La Plataforma revisará el progreso en la instrumentación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, cuyo objetivo es la reducción sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas tanto en vidas, medios de subsistencia y salud como en bienes económicos, físicos, sociales, culturales y ambientales.
Las insuficiencias del Estado
En octubre pasado, Contralínea documentó que la corrupción gubernamental imposibilita la atención eficaz de las emergencias por desastres naturales, provocados por huracanes, sequías, sismos, incendios forestales y la actividad volcánica, según la Agenda Nacional de Riesgos.
La Agenda, elaborada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, contiene el apartado: “Limitación para la Atención a Desastres Naturales”. En este, evidencia las vulnerabilidades de la administración de Enrique Peña Nieto, así como las estatales y municipales, para hacer frente a estas contingencias.
Los riesgos se encuentran en los rangos “alto” y “medio” del parámetro de inteligencia, en ellos se muestran las incapacidades y deficiencias:
- Acciones limitadas de los gobiernos federales, estatales y municipales para afrontar las contingencias.
- Uso político de autoridades estatales y municipales en la distribución de recursos del fondo de desastres.
- Déficit de la oferta de gas natural seco por un exceso de demanda diaria que rebasa las inyecciones al Sistema Nacional de Gasoductos.
- Insuficientes instrumentos de transferencia de riesgos para atender desastres de muy alta magnitud.
- Incremento en el número de magnitud de los fenómenos naturales como consecuencia del cambio climático.
- Deficiente regulación del uso de suelo y del desarrollo urbano que genere la multiplicación de asentamientos irregulares en zonas de alto riesgo.
- Limitados recursos humanos, técnicos y económicos para atender emergencias (edición 508).