23 de enero de 2017. La especie Limulus polyphemus, conocida como cacerolita de mar –que habita en las costas de la Península de Yucatán–, se encuentra en inminente peligro de extinción, a pesar de estar identificada como especie en riesgo por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
De acuerdo con información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la cacerolita de mar “se extrae en forma ilegal en diversas estaciones del año, afectando gravemente el número de poblaciones y sus procesos de reproducción”.
Por ello, la pesca furtiva de esta especie –que ha habitado el planeta desde hace más de 300 millones de años– es la principal amenaza. A ésta se suma la alteración antropogénica por contaminación y por la infraestructura turística. La pesca furtiva tiene como fin destinarla a ser cebo para la captura de pulpo: un pedazo de cacerolita puede servir para varias pescas.
Otro aspecto que aumenta la amenaza es su explotación en la industria farmacéutica: en Estados su sangre o hemolinfa se utiliza para aplicaciones biotecnológicas en el campo de inmunología, neurología, endocrinología y clínica, por lo que 1 litro cuesta aproximadamente 15 mil dólares.
La sangre de la cacerolita de mar sirve para detectar endotoxinas bacterianas, como contaminantes en dispositivos médicos, en vacunas y meningitis bacteriana, así como para tratamientos contra el cáncer y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Según el Conacyt, el artrópodo es una especie de importancia evolutiva, ecológica, económica y biotecnológica. Como depredador y presa, los ejemplares de esta especie ayudan a equilibrar las comunidades marinas: se alimenta en el sustrato, principalmente de nematodos, moluscos, poliquetos, crustáceos, mejillones, almejas, ostras, peces muertos y algas.
Los ejemplares tienen un exoesqueleto (o caparazón) duro y segmentado con apéndices especializados y articulados que mudan periódicamente. “Su cuerpo se compone de tres regiones conocidas como prosoma, opistosoma y telson. El prosoma presenta en su posición dorsal un par de grandes ojos compuestos laterales y un par de ojos más pequeños en la parte media, mientras que en la parte ventral tiene seis pares de apéndices que emplea para la alimentación y la locomoción; un par de quelíceros, un par de pedipalpos y cuatro pares de patas”.