De los 2 mil 400 municipios que hay en México, sólo 165 tienen un reglamento de construcción, de los cuales el 40 por ciento no contemplan en profundidad los riesgos naturales como la sismicidad, afrmó Joel Aragón, subdirector de vulnerabilidad estructural del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)
Lo anterior se debe a que cada municipio es autónomo y soberano. Es por ello que el país, “no cuenta con un reglamento nacional de construcción de obras” a pesar de que en México hay cinco placas tectónicas, aseguró Joel Aragón en la conferencia Factores clave en la seguridad y calidad de las obras de infraestructura.
Los reglamentos deben considerar estudios de factibilidad: sociales, de suelo, ambientales, de ingeniería y políticos, así como tener control de calidad en su operatividad, en la construcción y en los materiales empleados.
El riesgo sísmico en la ciudad aumenta gracias a la excesiva extracción de agua de los mantos acuíferos. El extractivismo, también provoca que la capital del país presente hundimiento de 8 a 12 cm de manera anual, Efrén Muciño, presidente de la Asociación de Directores Responsables de Obra.
Al respecto de los 28 colapsos, los 65 edificios que han tenido que ser derrumbados y las 7 mil edificaciones que presentan riesgo alto de colapso, luego del terremoto de 7.1 grados que sacudió a los capitalinos el 19 de septiembre de 2017, Edgar Tungüi, aseguró que la mayoría de daños sufridos o derrumbes fueron a causa de la autoconstrucción y no fue la corrupción quien lo ocasionó.
Sin embargo, la búsqueda de ofrecer precios bajos y competitivos ha relegado las prácticas de construcción seguras, con el fin de entregar las obras en el menor tiempo posible.
Además de que inversionistas buscan reducir gastos para el mantenimiento de edificaciones para obtener ganancias mayores, afirmó German Correa director del Sector Industrial de SGS México,
Jordana González