El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que en el operativo llevado a cabo en Culiacán, Sinaloa, en el que se aprendió a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, “hubo un exceso de confianza, pensando en que no iba a suceder lo qué pasó”.

La tarde del 17 de octubre pasado, pasadas las tres de la tarde,  integrantes de las Fuerzas Armadas detuvieron Ovidio López en su domicilio, por lo que miembros del crimen organizado desataron una balacera en la entidad. Horas más tarde, el supuesto delincuente fue liberado por el gobierno de México bajo el argumento de garantizar la paz en la zona.

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador comentó que él, junto con su gabinete de seguridad “asumimos la responsabilidad”.

“Se pensó que no se iba a tener el grado de dificultad que hubo…Se actuó a tiempo, somos perfectibles… lo importante de esto es rectificar, no caer en la autocomplacencia… Afortunadamente se actuó rápido y bien”, expresó el titular del Ejecutivo.

Érika Ramírez