La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) contribuyó el jueves pasado al retorno por vía aérea de 41 migrantes desde México a El Salvador, con la finalidad de asegurar sus derechos humanos fundamentales, gestionando un regreso digno y seguro frente al contexto pandémico por el virus SARS-CoV-2.
En dicho vuelo viajaron 27 hombres, 11 mujeres y tres niños que habían sido ubicados en el Sur de México. Para la autorización del retorno, se verificó la salud de todos los migrantes mediante exámenes médicos. Ninguno de ellos padece hipertensión ni enfermedades crónicas, informó la Organización.
El “personal de la OIM ha trabajado durante 8 días coordinando la operación con las autoridades de México y El Salvador, entrevistando de manera remota a estas personas y preparando todos los documentos y exámenes necesarios para que el regreso de este grupo pudiera concretarse”, dijo Christopher Gascon, jefe de Misión de la OIM para México.
A pesar de que los migrantes no presentaron síntomas de Covid-19, se les informó que al regreso a su país de origen, serían puestos en cuarentena, como parte de la estrategia sanitaria del gobierno de El Salvador. Asimismo, la Organización les suministró los recursos higiénicos necesarios, y volaron guardando distancia para reducir las posibilidades de contagio.
La asistencia para el regreso de migrantes forma parte del Programa de Retorno Voluntario Asistido, un proyecto humanitario de la OIM que tiene como objetivo salvaguardar el derecho humano de las personas a regresar a su país, establecido en el articulo 13.2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
Al respecto Jorge Peraza, jefe de la Misión para El Salvador, Guatemala y Honduras, aseveró que “en apego a la misión de la OIM de brindar asistencia y protección a las personas migrantes más vulnerables en el contexto de la emergencia, hemos trabajado para que el retorno voluntario asistido de estas personas se realice de forma digna y segura”.
Una joven migrante de 23 años que viajó en el grupo dijo: “me siento agradecida con Dios, con el consulado de El Salvador en Tapachula y con la OIM por permitirnos y ayudarnos a volver a nuestro país. Gracias por gestionar un retorno rápido y seguro para todos los salvadoreños que el día de hoy podemos volver”.