En América Latina persiste la desconfianza de la ciudadanía en el voto electrónico, ante el riesgo de que los sistemas electorales sean vulnerados por ciberataques, indica un estudio de la Dirección General de Investigación Estratégica del Instituto Belisario Domínguez.
Esta modalidad de sufragio, señala, enfrenta resistencias por cuestiones como el temor a ataques cibernéticos, el manejo de información confidencial, así como posibles influencias indebidas en los votantes. No obstante, agrega que no sólo facilitaría la participación de los residentes en el extranjero, sino que también podría abaratar el costo de los procesos electorales.
El análisis Panorama del voto electrónico en América, del IBD, observa que otra ventaja radica en que el incremento de eficiencia del voto electrónico tendría efectos en los niveles de participación.
Elaborado por la investigadora Perla Carolina Gris Legorreta, el estudio detalla que los elementos que deben valorarse dependiendo de la modalidad de voto electrónico que se adopte en cada país son la inversión en infraestructura tecnológica y los requerimientos técnicos para garantizar la seguridad, ya sea mediante la instalación de computadoras en casillas, la utilización de boletas electrónicas, reconocimiento óptico o voto por internet.
Para la adopción de estas tecnologías, recomienda generar condiciones para su correcta instrumentación, sobre todo, en lo que se refiere a los requerimientos técnicos y los desafíos de seguridad.
En el caso de México, recuerda que “el voto por internet está contemplado como una opción para la participación de los mexicanos residentes en el exterior, será de suma importancia la documentación de todo el proceso que tenga lugar en el marco del proceso electoral actual, lo que permitirá identificar elementos de mejora para procesos futuros”.
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