Al obispo Carlos Aguiar Retes le gusta estar cerca de los poderosos, se trate de Calderón o de Peña Nieto, y goza de los privilegios que brinda esa cercanía.
Es muy protagónico y ha recurrido a los medios, incluyendo la televisión, para oponerse a las libertades nacidas del Estado laico y para lograr que la jerarquía católica recupere la hegemonía que tuvo antaño en nuestro país. Así es ese prelado, tal como lo describen sus propios actos.
Obispo de la ODCA
Nació el 9 de enero de 1950, en Tepic, Nayarit. Fue ordenado sacerdote en la catedral de esa ciudad el 22 de abril de 1973. En 1977, obtuvo la licenciatura en sagrada escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.
De 1978 a 1991, fue rector del Seminario de Tepic. Durante ese tiempo también fue presidente de la Organización de Seminarios Mexicanos, de 1986 a 1990. Fue nombrado obispo de Texcoco el 28 de mayo de 1997 y consagrado el 29 de junio del mismo año.
El 25 de mayo de 2000, la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano lo nombró secretario general de ese organismo para el cuatrienio 1999-2003, y el 15 de mayo de ese año fue nombrado vicepresidente del mismo, durante la XXIX Asamblea Ordinaria en Paraguay.
Ha sido secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), de 2004 a 2006, y presidente de la CEM de 2004-2006 y de 2007 a 2009.
El 18 de noviembre de 2006, en el periodo de la accidentada transición presidencial, luego de que Calderón se asumió como “presidente electo”, con apoyo de la jerarquía católica, de empresarios y medios como Televisa, ofreció a los obispos “luchar” para otorgarles la “libertad religiosa”, eufemismo con el que desde la época de los cristeros la derecha se refiere a la libre intervención de la jerarquía católica en la vida política e institucional.
En conferencia de prensa, el presidente del Episcopado, Carlos Aguiar Retes, consideró que tras ese compromiso, asumido por el presidente electo durante una reunión a puerta cerrada con integrantes del organismo católico en su sede principal, ubicada en Lago de Guadalupe, Estado de México, “no va a ser ningún problema alcanzar tan anhelado paso” (La Jornada, 18 de noviembre de 2006).
El 27 de enero de 2007, Aguiar asistió a la inauguración de la sede en la ciudad de México de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), presidida por el panista-yunquista Manuel Espino, y que agrupa a partidos derechistas del subcontinente (www.odca.org.mx/centro/01.pdf).
La imagen del protagónico prelado, que se difundió en algunos medios de comunicación, ha motivado comentarios como éste, publicado en un foro de internet: “¡Qué vergüenza de este curita, que se haya gastado las limosnas de la gente pobre en su arreglo personal, pues a leguas se le ve la hojalateada que se dio, amén de estar depilado y maquillado de manera grotesca y que le acompañen en la alfombra roja los funcionarios públicos pertenecientes al Yunque de manera descarada en un país que es supuestamente laico. Sea por Dios!”.
Con el narco, con Calderón y con Peña Nieto
En abril de 2008, Aguiar Retes reconoció que la iglesia católica ha sido beneficiada por algunos narcos que “han sido muy generosos (con la dotación de infraestructura a sus comunidades de origen) y muchas veces también construyen templos o una capilla” (La Jornada, 5 de abril de 2008).
Según él, esos personajes se habían acercado recientemente a altos jerarcas de la iglesia católica, “no necesariamente en confesión”, para solicitar “orientación y consejo”, con el fin de cambiar su estilo de vida.
Alegó que deberían existir en nuestro país leyes que protejan a los narcos que estuvieran “realmente” dispuestos a dejar ese oficio; cabe entender, a los que reciban la bendición del clero.
El 18 de julio de 2008, aniversario luctuoso de Benito Juárez, Calderón comió en Los Pinos con algunos de los más conocidos jerarcas católicos, como Aguiar Retes, Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Íñiguez, así como el nuncio Christophe Pierre, con quienes abordó “temas de mutuo interés”, y recibió el respaldo de los prelados para sus políticas de militarización del país, que se llevan a cabo bajo el pretexto de la “lucha contra el narco”.
En la reunión, estuvieron el entonces titular de la Secretaría de Gobernación, Camilo Mouriño Terrazo, Ana Teresa Aranda Orozco, que era subsecretaria de Asuntos Religiosos, y César Nava Vázquez, que fungía como secretario particular de Calderón (www.presidencia.gob.mx/…/20_el_gobierno_mexicano_2008_07.pdf[PDF] REV NOVIEMBRE 2008.vp).
En agosto de 2008, en un hecho insólito, la jerarquía católica emitió en televisión abierta un mensaje antiabortista con motivo de la discusión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la ley que autoriza el aborto en la ciudad de México.
Alrededor de las 20:40 horas, en canal 2, Aguiar Retes habló en nombre de todos los obispos del país, teniendo como fondo a la Virgen de Guadalupe, al Papa y a la bandera mexicana.
El 14 de enero de 2009, Aguiar fue uno de los jerarcas católicos que encabezaron el Encuentro Mundial de las Familias, a cuya inauguración asistieron Calderón y su esposa Margarita Zavala, a quien el prelado presentó como alguien “querida por todo el pueblo” (www.amdh.org.mx/mujeres/noticias/noticias_07_pdf/2009/…/92.doc).
Cabe recordar que, en esa ceremonia, Calderón dio a los activistas católicos que asistieron al evento la bienvenida “a esta tierra de María de Guadalupe y de San Juan Diego, también de los Mártires de la Persecución, y también, no puedo omitir el comercial, del primer santo mexicano, que es además mi patrono, que es San Felipe de Jesús”.
Por su parte, y parafraseando a Benedicto XVI, el obispo dijo en su intervención que la familia actualmente sufre por el “secularismo y el relativismo ético”, así como por legislaciones civiles contrarias al matrimonio. “Los anticonceptivos y el aborto amenazan el futuro de los pueblos”.
El 5 de febrero de 2009, Aguiar Retes fue nombrado arzobispo de Tlalnepantla, en sustitución de Ricardo Guízar, y a fines de marzo de 2009 tomó posesión en el Santuario de los Remedios, en una ceremonia a la que asistieron, además de jerarcas católicos, funcionarios del gobierno federal, como Josefina Vázquez Mota, entonces secretaria de Educación Pública; Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular de Calderón, y Ana Teresa Aranda, quien era subsecretaria de Asuntos Religiosos en la Secretaría de Gobernación (El Universal, 31 de marzo de 2009), así como los alcaldes de Naucalpan y Atizapán, los panistas José Luis Durán Reveles y Gonzalo Alarcón.
Apenas a unos días de haber tomado posesión de su cargo, Aguiar llegó a su nueva sede “a bordo de un lujoso automóvil BMW… facilitado por el ayuntamiento panista del municipio que es la sede del gobierno eclesiástico de esa región” (Miguel Ángel Granados Chapa, “Un arzobispo afín al panismo”, Plaza Pública, 2 de abril de 2009).
En diciembre de ese año, el obispo Aguiar formó parte de la comitiva que acompañó a Enrique Peña Nieto a visitar a Benedicto XVI, quien bendijo sus planes de boda con la actriz Angélica Rivera.
El papa agradeció al gobernador del Estado de México la donación de un nacimiento y miles de artesanías navideñas para decorar El Vaticano.
Del séquito de Peña Nieto, formó parte el embajador mexicano ante El Vaticano, Héctor Federico Ling Altamirano, de una conocida familia de panistas guanajuatenses de la ultraderecha; el prelado de Ecatepec, Onésimo Cepeda; el de Tenancingo, Raúl Gómez González, y el de Texcoco, Víctor René Rodríguez, así como varios funcionarios del Estados de México, como la secretaria de Desarrollo Urbano, Marcela Velasco; el coordinador de Comunicación Social, David López, y el coordinador de Asuntos Internacionales, Arnulfo Valdivia.
El 1 de octubre de 2010, Aguiar Retes fue uno de los 300 “líderes más influyentes de México” que se reunieron con Peña Nieto.
El 25 de febrero de 2010, como parte de sus actividades de cabildeo contra la vigencia del Estado laico, el obispo Aguiar visitó al presidente del Senado, Carlos Navarrete, también coordinador del Partido de la Revolución Democrática, y personaje que ha jugado un papel importante en la subordinación de sectores de ese partido a las políticas de Calderón.
El presidente de la CEM indicó que era un “primer acercamiento” de otros más que esperan tener, y no tienen una agenda definida.
Por otra parte, como otros prelados, por ejemplo Norberto Rivera y Juan Sandoval, Aguiar Retes quiere tener sus propios medios de comunicación, como es El mensajero. La voz del pastor, órgano de la Arquidiócesis de Tlalnepantla.
Se trata, como corresponde a la jerarquía católica, de un medio hoy en día muy oficialista, plenamente identificado con la derecha que gobierna el país, al grado de que, con una actitud que no era usual bajo los gobiernos priistas, en su número 51 (26 de mayo de 2010) esa publicación convoca a cooperar con el gobierno, por ejemplo, en lo referente a los censos de población.
Al mismo tiempo, la publicación clerical, a tono con las políticas de Calderón, arremete contra los maestros sindicalizados, exigiendo una “modernización plena” (a gusto del clero) que “erradique principalmente la corrupción e ineptitud…del sindicato de maestros…” (página 7).
Indirectamente, El mensajero desdeña la celebración del Día del Trabajo, subrayando que el día 1 de mayo ahora debe entenderse como el “Día de la Comunión Eclesial” (página 11).
*Maestro en filosofía con especialidad en estudios acerca de la derecha política en México