General Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional; almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de Marina:
Yo, el suscrito, soy un soldado del Ejército Mexicano que serví ininterrumpidamente 32 años en sus filas y llevo arraigado profundamente en el alma al instituto armado desde mi ingreso al Heroico Colegio Militar, que por el honor de México –quizá Cienfuegos lo recuerde– se reafirmó cada vez más con la estancia en los cuerpos de tropa recorriendo estados de la República Mexicana, entre ellos Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz. Esto sirvió para percatarme de la realidad política, económica y social del país sin olvidar que “la patria es primero”. Por eso y como ciudadano de esta nación, me dirijo a ustedes, los altos mandos de las Fuerzas Armadas, cuando es público y notorio que los soldados y marinos mexicanos han perdido la confianza y el respeto que les guardaba la ciudadanía cuando puso en sus manos las armas del pueblo, destinadas a la defensa de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos promulgada por la Revolución el 5 de febrero de 1917; honor que me permito recordarles, porque ustedes protestaron cumplir y hacer cumplir la Carta Magna a cada paso de su carrera militar, siempre ante el interventor designado por la superioridad, que frente a la tropa formada os preguntó: “¿Protestáis cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen?”. Con firmeza respondieron: “¡Sí, protesto!”. Acto que tuvo su máxima significación al hacerse cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), respectivamente. La cuestión es: ¿quién o qué cosa es capaz de hacer olvidar a un soldado mexicano su protesta, especialmente al secretario de la Defensa Nacional o al de la Marina? Alegar lealtad a las instituciones es una condición de sometimiento sexenal inventada por un Ejecutivo para hacerlos cómplices en la Sedena y la Semar, donde deberán mostrarse sumamente serviles. Nunca podrá anteponerse esa interesada “lealtad” a la protesta de ley.
A ustedes, Sedena y Semar, os lo demanda la nación cada vez con mayor exigencia la explicación de su complicidad con el Poder Ejecutivo cuando propuso violaciones a la Constitución aboliendo la Expropiación Petrolera, la educación laica y gratuita, la Ley del Trabajo; igualmente al decretar la privatización de las minas, de las playas, del espacio aéreo; la incorporación a los cascos azules. Igual demanda la sociedad mexicana la aclaración de la colusión de mandos superiores con el narcotráfico, la sospechosa convivencia con políticos corruptos en el estado de Guerrero que recibieron un terreno regalado por la Sedena para edificar el centro comercial del alguacil, poco antes de los sucesos de Ayotzinapa, y que ahora no sean capaces de saber quiénes y por qué capturaron a los 43 estudiantes, pero sobre todo a quién fueron entregados y para qué… Tantos detalles no pueden ignorar los mandos militares, a menos que se trate de cobijar al Estado corrupto.
[blockquote pull=”right” align=”left” attributed_to=”” attributed_to_url=”{{attributed_to_url}}”]La sociedad les demanda, tanto a la Sedena como a la Marina, la aclaración de la colusión de mandos superiores con el narcotráfico y la sospechosa connivencia con políticos corruptos[/blockquote]
La nación, que confiaba inmensamente en la capacidad del Ejército Mexicano, no acepta que tantos hechos les hayan pasado desapercibidos. A las demandas de información, el general Cienfuegos ha respondido con amenazas. Parece no encontrar la forma de aceptar lo que el pueblo sabe: que la tropa no es responsable, los interrogatorios a los soldados no llevarán a ninguna parte, pero la conclusión es que los responsables son los mandos superiores.
El disimulo guardado por ustedes, general Cienfuegos y almirante Soberón, a las reformas que impusieron los políticos corruptos contra la Constitución que ustedes protestaron cumplir y hacer cumplir se llama traición, lo saben bien, pero tal vez ingenuamente pensaron que el activo, la reserva, los retirados, la gente del pueblo no se percataría; sin embargo, la nación os lo demanda.
Además, ciudadanos secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina, ustedes son responsables de que se continúe sembrando el odio entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Mexicanas. Desde la masacre estudiantil de 1968 quedó claro que el propósito de los diplomados de Estado Mayor –una vez que se hicieron cargo de los altos mandos– fue convertirlo en un buen negocio. No les importó conducir al Ejército Mexicano al desprestigio, a la humillación, al repudio de la ciudadanía; de tal manera que nuestras actuales Fuerzas Armadas ya no son las del pueblo en armas que triunfó en la Revolución Mexicana y promulgó la Constitución que nos rige. El Artículo 39 sostiene que el pueblo es el único que puede hacer cambios a la máxima ley y poner el gobierno que mejor le parezca.
El Ejército Mexicano tiene su origen en el pueblo mismo y ustedes saben que podrán usar mercenarios para masacrar a la gente, pero no olviden que el soldado buscará la oportunidad de pasarse al lado del pueblo por mucho que pretendan mantenerlo engañado. El pueblo sabe que si este gobierno de ladrones, cínicos, burlistas y corruptos subsiste es porque lo sostienen las bayonetas del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, comandados por los diplomados de Estado Mayor general Cienfuegos y el almirante Soberón, quienes traicionaron a la patria. ¿Qué poder es tan fuerte que los hizo olvidar su protesta de “cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”? La patria sabe que se vendieron, y así pasarán a la historia.
Si atendemos a los acontecimientos últimos y a la prepotencia de la que hacen gala los funcionarios de este impopular y repudiado gobierno, es de temer que la soberbia seguirá siendo su actitud.
Esta misiva llegará a los soldados mexicanos –en toda la amplitud del término–, y hago un voto porque se imponga el patriotismo sobre la arrogancia, el menosprecio, la altivez y la cólera.
Por el honor de México, la patria es primero.
Octubre de 2015.
*General brigadier retirado; presidente de la Federación de Militares Retirados General Francisco J Múgica, AC
[BLOQUE: OPINIÓN] [SECCIÓN: ARTÍCULO]
Contralínea 461 / del 02 al 08 de Noviembre 2015