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EZLN: 30 años de rebeldía

EZLN: 30 años de rebeldía

EZLN: 30 años de rebeldía

Este primero de enero se cumplen 30 años de la insurrección armada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). La organización de izquierda anticapitalista celebra el acontecimiento en medio de una restructuración de los organismos de autoridad civil, de las comunidades zapatistas, y militar, de la disposición de las tropas.

Desde el viernes 29 comenzó el arribo a Ocosingo, Chiapas, de cientos de integrantes del Congreso Nacional Indígena, personas, colectivos y organizaciones sociales que acompañarán al EZLN en sus festejos. Entre ellos, más de 90 delegados indígenas de tribus, pueblos y naciones de todo el país; estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de otras instituciones de educación superior; colectivos de obreros, buscadoras, intelectuales y creadores, entre ellos, artistas plásticos, cineastas, bailarinas, músicos y teatreros.

El Caracol Zapatista VIII, de Dolores Hidalgo, recibe activistas no sólo de toda la República, sino de 20 países del mundo. De acuerdo con el itinerario dado a conocer por el EZLN en días pasados, se desarrollarán diálogos, bailes, exposiciones, puestas en escena y proyecciones de videos.

Fuera de la mayoría de los medios de comunicación por mucho tiempo, el EZLN mostrará la fortaleza de su lucha y la convicción de las comunidades indígenas zapatistas de construir un futuro en armonía con la naturaleza y donde no haya seres humanos que exploten a otros seres humanos. Y donde se respete la diferencia.

El 30 Aniversario del Inicio de la Guerra contra el Olvido ocurre, decíamos, en medio de una reorganización de las estructuras civiles y militares zapatistas; pero, también, ante un recrudecimiento de la violencia que paramilitares e integrantes de la delincuencia organizada han ejercido contra población civil zapatista y no zapatista.

Con respecto de la reorganización civil, en noviembre pasado el EZLN anunció el cierre de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (Marez) y de las Juntas de Buen Gobierno. En la nueva estructura, hay Gobiernos Autónomos Locales (GAL) por cada comunidad que, de acuerdo con lo informado, no sólo son la instancia de gobierno más cercana a la población, sino la más importante.

“Los GAL zapatistas son el núcleo de toda la autonomía. Son coordinados por los agentes y comisariados autónomos y están sujetos a la asamblea del pueblo, ranchería, comunidad, paraje, barrio, ejido, colonia, o como se autonombre cada población. Cada GAL controla sus recursos autónomos organizativos (como escuelas y clínicas) y la relación con pueblos hermanos no-zapatistas vecinos.  Y controla el buen uso de la paga. También detecta y denuncia las malas administraciones, las corrupciones y los errores que puede haber.”

Una segunda instancia son los Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (CGAZ) que no son fijos. Se constituyen entre GAL convocantes para tratar asuntos de interés común. “Aquí se proponen, discuten y se aprueban o rechazan los planes y necesidades de Salud, Educación, Agroecología, Justicia, Comercio, y las que se vayan necesitando. A nivel de CGAZ están los coordinadores de cada área. No son autoridades. Su trabajo es que se cumplan los trabajos que piden los GAL o que se ven necesarios para la vida comunitaria”.

Como tercera instancia se encuentran las Asambleas de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ). “Son lo que antes se conocían como zonas.  Pero no tienen autoridad, sino que dependen de los CGAZ.  Y los CGAZ dependen de los GAL. La ACGAZ convoca y preside las asambleas de zona, cuando sean necesarias según las peticiones de GAL y CGAZ. Tienen su sede en los caracoles, pero se mueven entre las regiones.  O sea que son móviles, según las demandas de atención de los pueblos”.

Como puede leerse en las 20 partes del más reciente comunicado, la utopía zapatista se realiza, se concreta, en una organización política intercomunitaria que niega las estructuras del capitalismo. Y donde la libertad se armoniza con el interés colectivo, común, y el respeto a la naturaleza. Muchas reflexiones, conocimientos, lecturas, experiencias, harán falta para entender lo que se construye en el sureste mexicano. Pero puede percibirse que, probablemente, constituye ya uno de los proyectos más avanzados del comunismo histórico: aquella raíz reivindicada por marxistas, anarquistas, cooperativistas…

Con respecto de lo militar, los zapatistas sólo ha informado que “Se ha reorganizado la estructura y disposición del EZLN de modo de aumentar la defensa y seguridad de los poblados y de la madre tierra en caso de agresiones, ataques, epidemias, invasión de empresas depredadoras de la naturaleza, ocupaciones militares parciales o totales, catástrofes naturales y guerras nucleares. Nos hemos preparado para que sobrevivan nuestros pueblos, incluso aislados unos de otros.”

Desde hace 2 años se recrudecieron los ataques contra comunidades zapatistas a manos de grupos paramilitares, como la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO). Además, cárteles del narcotráfico se asentaron en los corredores chiapanecos del tráfico de drogas y de personas, desde donde han atacado a población civil de todo el estado.

A 30 años del inicio de la insurrección indígena contra el olvido y el despojo, resuenan las palabras zapatistas pronunciadas en 1994, en medio de la guerra, cuando demostraron que nadie podía cuestionar las causas del levantamiento armado. Y se mantienen vigentes aquellas que emitieron en respuesta cuando se les ofreció “perdón”, “amnistía” o, como hoy, benevolencia a cambio de arrepentimiento y sometimiento:

¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De no morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria? ¿De no haber aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono? […] ¿De haber demostrado al resto del país y al mundo entero que la dignidad humana vive aún y está en sus habitantes más empobrecidos? ¿De habernos preparado bien y a conciencia antes de iniciar? ¿De haber llevado fusiles al combate, en lugar de arcos y flechas? ¿De haber aprendido a pelear antes de hacerlo? ¿De ser mexicanos todos? ¿De ser mayoritariamente indígenas? […] ¿De llamar al pueblo mexicano todo a luchar de todas las formas posibles, por lo que les pertenece? ¿De luchar por libertad, democracia y justicia? ¿De no seguir los patrones de las guerrillas anteriores? ¿De no rendirnos? ¿De no vendernos? ¿De no traicionarnos?

“[…]

“¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?”

Como entonces, de nada tienen que pedir perdón. Renuevan sus convicciones rebeldes en medio del baile, el arte y el festejo por 30 años de ser la conciencia de México y el mundo.