Luego de varias explicaciones acerca de lo que pretende hacer la Secretaría
de Educación Pública (SEP) en la educación media superior, le preguntamos, asombrados, al doctor Miguel Székely Pardo, encargado de dicho sector:
—¿De verdad no existía política en ese ramo?
—¡No había política! Teníamos de distintos tipos: Conalep (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica), interculturales y más de 200 planes de estudio diferentes y prácticamente inconexos, con más de 25 modalidades, incluso dentro de la propia SEP y de los colegios de Bachilleres. Por ejemplo, alguien que estudiaba refrigeración no podía continuar sus estudios si de Chihuahua se mudaba a Sinaloa, no obstante que continuara en idéntica carrera. Es en 2007 cuando ponemos las bases de una educación media y superior conjunta, lo que posibilitó mejorar los niveles de productividad y competitividad de México, así como hacer menos propensos a la violencia, las adicciones y otros riesgos a los inscritos en dicho plan.
Agrega que el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) no propone un bachillerato único ni un plan de estudios homogéneo, sino un marco de organización común que promueva los distintos tipos de bachillerato.
De mirada viva, atenta, haciendo énfasis con las manos, explicador al máximo de lo que sabe de memoria, inició la entrevista diciendo: “Teníamos que empezar por el final. ¿Qué debe saber hacer un joven de 18 años o menos?”
Bajo de estatura pero inquieto al máximo, recibe llamadas a cada instante, no en los teléfonos rojos de su escritorio, sino en el celular.
—La prueba Enlace 2008 nos dio las herramientas para el corto y el largo plazo. La variable determinante fue las calificaciones en secundaria, lo mismo que las preguntas a los maestros. Por lo tanto, tenemos la medida de los docentes y las propuestas para que sepan qué hacer éstos, amén de las inversiones y becas (asunto inmediato). Además pasamos del modelo educativo memorístico al conceptual y crítico. El alumno, por su parte, entenderá sus necesidades. Pero habrá que llevarlo a cabo según el contexto de cada lugar, las condiciones geográficas, con una serie de puntos comunes. También debe invertirse en el equipamiento, de acuerdo con las características de la selva al mar, por decirlo gráficamente. Prioritariamente, hacer operativos de acuerdo con el perfil de los docentes y de los directores, con materiales apropiados y buscando su participación; es importante, asimismo, revalidar sus estudios y prácticas.
—¿Había mucha dispersión y atraso?
—Tenemos 240 mil profesores en instituciones públicas y 40 mil en privadas; 40 por ciento de ellos de áreas distintas y un número similar no titulado. No existía preparación para el docente de educación media y superior.
Evocó que en las preparatorias de la Universidad Nacional Autónoma de México el maestro es un “viajero” constante, pues va de una unidad a otra para lograr un salario aceptable y tiene grupos de más de 50 alumnos.
Sigue adelante Miguel: “Los 31 estados firmarán la reforma, pues nos beneficia a todos”.
—¿Existirá intercambio entre universidades?
—De eso se trata, claro. Se utilizará la capacidad instalada de cada institución para ahorrar y no hacer más burocracia. Estamos ante la tercera generación de esta reforma, con 80 mil profesores. Para 2011, todos estarán capacitados. Habrá diplomados de seis meses y tendrán un certificado los asistentes. Tres efectos se producirán: se formará una red de docentes, se dignificará la actividad de los mismos incluso con titulación y se darán herramientas nuevas para la actividad que no será únicamente de pizarrón.
—Hay un mundo fuera de la escuela con el que debe trabajarse: Instituto Federal Electoral, Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, medios audiovisuales y un largo etcétera, ¿se incluirá en los programas?
—Es necesario reconocer las realidades y los riesgos que tenemos. Actuaremos ante lo que haya necesidad, no con planes cerrados, sino tomando lo mejor o más importante de cada cual. Tenemos un caso importante, el programa Constrúyete, donde se aborda la sexualidad con organizaciones de la sociedad civil; no es una guía estrecha de lo que se debe ver o no ver, sino algo abierto que posibilita una mayor comprensión del mundo que habitamos.
—¿Será realidad el programa de becas o simplemente algo en el papel?
—Hemos otorgado esos estímulos desde 2007, de acuerdo con la eficiencia, el rendimiento y la condición económica, todo por medios electrónicos para evitar favoritismos. Los resultados han sido ¡maravillosos! (sube la voz por primera vez): de 40 por ciento de deserción que teníamos en bachillerato, pasamos a sólo 1 por ciento en este caso.
Afirma Székely: “El mejoramiento en el logro educativo de los estudiantes es, a final de cuentas, el objetivo central de la iniciativa de transformación y modernización de la educación media superior de México”.
—Estamos en la sede de José Vasconcelos y hace poco los resultados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico mostraron que estamos reprobados y casi al último en lectura, ¿qué hacer al respecto, máxime si antes existieron SEP setentas y otras colecciones de libros?
—Próximamente, el secretario Alonso Lujambio presentará un programa ambicioso de lectura, en conmemoración del bicentenario de la Independencia.
La despedida es necesaria porque una secretaria dice que el funcionario está atrasado en una importante reunión, pero hay concertado un próximo encuentro para seguir con el inquietante tema: la educación media superior y sus retos.