I. Más ilustrado. Con más lecturas y aguda inteligencia, Mario Vargas Llosa –Varguitas, como él se dice– nos participa de la parte intelectual de su autobiografía, en su libro La llamada de la tribu, donde pasa revista a Marx y al aristotelismo-hegeliano. Un texto de liberalismo económico desbordado, con dosis de liberalismo político, asido sobre todo, a Karl R Popper, autor del grandioso estudio La sociedad abierta y sus enemigos (tengo la edición príncipe de 1963, traducida por Eduardo Loedel). Obra que el profesor y pensador mexicano Guillermo Héctor Rodríguez desde 1960 hacía estudiar a sus alumnos de Ética y Teoría del Conocimiento, en la Facultad de Filosofía y Letras, y en la Facultad de Derecho (UNAM); introduciendo también a Popper y Kelsen contra la animadversión platónica-aristotélica y hegeliana-marxista de la mayoría de los profesores universitarios. Así que hilando con hechos de los pensadores que, según el peruano, lo ilustraron en su trayectoria de literato y enemigo de las democracias directas a las que tacha de populismos para glorificar a las élites políticas y económicas, como intelectual “cebolla” (todo cuanto ocurre en su vida lo relaciona con algún episodio de su lejana juventud), deshoja su interpretación en éstas más de 300 páginas.
III. Despectivamente llama populismo a la democracia directa y lo iguala con dictadura. Se dice liberal (obviamente del liberalismo económico) y republicano, pero con su odio a la democracia directa, como profeta desarmado vaticina que todos los populistas son lo mismo, aferrándose al clavo ardiente de Lázaro Cárdenas para hacerlo popular, y no como el populista que fue. Y dueño de la historia decide como en el chiste aquel de quien sentenció: “de aquí para acá son populares, el resto son populistas”. Y cuando uno de los populistas le reclamó no serlo, el Krauze de la anécdota, respondió ¡pásate al otro lado! El libro del peruano –quien dicta sus sesudas disertaciones partidistas a la derecha de la democracia representativa– es superior al de Krauze, aun con su particular tribalismo. Ofrece su Smith de La riqueza de las naciones a favor de su liberalismo económico; con un individualismo elitista como si la “insociable sociabilidad de la humanidad” no fuera, pueblo. Krauze, sin ir más allá de su fundamentalismo político, se lanza contra la democracia directa: el pueblo expresando sus demandas; para no ir hasta Atenas, con populistas como Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Cárdenas, etcétera. Éste es el punto de vista de quien esto escribe, por lo que debe leerse tanto el texto de Krauze sobre el poder absoluto y sus puntapiés al populismo “porque se perfila el posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones”. Como el de Vargas, para conocer las biografías a modo del liberalismo económico.
Ficha bibliográfica:
Autor: Enrique Krauze
Título: El pueblo soy yo
Editorial: Debate, 2018
Autor: Mario Vargas Llosa
Título: La llamada de la tribu
Editorial: Alfaguara, 2018
[MISCELÁNEO][EX LIBRIS]
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