Nombrado en 2009 arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa representa la tradición ultraderechista de esa entidad, pero adaptada a los tiempos en los que la derecha gobierna tanto en el país como en ese estado.
Como otros prelados, es enemigo del Estado laico, de las libertades y de la diversidad sexual, a la vez que partidario de la persecución implacable contra las mujeres que abortan.
Heredero de Márquez y Toriz
Nacido en Santa Cruz, Puebla, el 21 de mayo de 1950, Víctor Sánchez Espinosa estudió la primaria en una escuela parroquial y en 1963 ingresó al seminario.
Fue colaborador del entonces arzobispo, belicoso y ultraderechista Octaviano Márquez y Toriz.
En 1975, recibió el diaconado de manos de monseñor Octaviano Márquez, a quien sirvió hasta su muerte, que ocurrió ese mismo año (www.siame.com.mx).
Márquez y Toriz abanderó en la década de 1960 el anticomunismo de grupos violentos, como el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) y el Frente Universitario Anticomunista (FUA), y combatió las tendencias progresistas que florecían en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Sánchez Espinosa fue su pupilo y es su heredero ideológico en una época en que gobierna la derecha.
En mayo de 2009, fue entrevistado por Radio BUAP, ocasión en que el prelado se explayó sobre temas como el aborto y la homosexualidad (La Jornada de Oriente, 25 de mayo de 2009).
En 1976 fue ordenado sacerdote por Ernesto Corripio Ahumada.
Fue enviado a estudiar a Roma; a su regreso ocupó cargos en el seminario palafoxiano y fue párroco en Nuestra Señora de Ocotlán, Puebla.
En febrero de 2009, Benedicto XVI lo nombró arzobispo de Puebla, en sustitución de Rosendo Huesta Pacheco, quien pasó a ser emérito.
En su toma de posesión, con vestimenta color dorado, Sánchez Espinosa recibió el báculo arzobispal, en una ceremonia a la que asistieron Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México; Francisco Robles Ortega, de Monterrey, y Juan Sandoval Íñiguez, de Guadalajara” (El Universal, 3 de abril de 2009).
Política arzobispal
Sánchez Espinosa ha hecho gala de influyentismo en sus campañas contra las libertades.
En 2009, además de apoyar la nueva legislación para encarcelar a las mujeres que abortan, recurrió a sus vínculos gubernamentales para evitar cualquier intento de despenalización.
“Fuentes privilegiadas cuentan que más tardó Víctor Sánchez Espinosa en ser enterado de la intentona de legalizar el aborto que él, sin intermediarios, en comunicarse con el secretario de Gobierno, Mario Montero Serrano, para darle su opinión –‘de la forma más respetuosa’– sobre el espinoso tema y sugerir que éste mejor se dejara de lado, pues podría convertirse en factor de división entre la sociedad poblana, adquirir ribetes políticos y servir hasta de bandera de campaña para las elecciones…” (“Operación antiaborto”, www.pueblaonline.com.mx).
Las huestes del arzobispo incluyen a organizaciones como la Fundación Luis de Haro y Tamariz. A principios de noviembre de 2010, se anunció que el prelado oficiaría una misa en la Catedral en apoyo a ese grupo conservador. (www.e-consulta.com, 3 de noviembre de 2010).
Opuesto, como el resto de la jerarquía católica, al Estado laico, el arzobispo de Puebla criticó al Poder Legislativo estatal por incorporar, en el artículo 2 de la Constitución, el carácter laico del Estado.
Además de calificar la reforma como “innecesaria”, el arzobispo se ha mostrado confiado en que, posteriormente, se podrá derogar y ha insinuado que la laicidad debe entenderse en forma “positiva”, como el otorgamiento de nuevas concesiones a la jerarquía religiosa, como la implantación católica y la represión contra los críticos del clero.
Por eso, ha señalado (www.intoleranciadiario.com, 1 de noviembre de 2010) que, en lugar de incorporar el laicismo, se debe promover la “libertad para los padres de dar a sus hijos una educación conforme a sus creencias” (consigna con que el clero y la derecha han defendido tradicionalmente la educación confesional) y la de “no ser herido en su conciencia” (extraña fórmula con la que esas fuerzas siempre han promovido la censura y la represión contra los disidentes religiosos: el que no está de acuerdo con ellos, alegan, “los ofende”).
Cotidianamente, Sánchez Espinosa frecuenta los círculos del poder político y mediático.
Así, el 15 de octubre de 2010, acudió, igual que el gobernador Mario Marín y el candidato electo, el panista Rafael Moreno Valle, al aniversario del noticiario radiofónico Buenos Días, que conduce en Puebla el periodista Javier López Díaz (www.e-consulta.com).
Dos días después, el prelado elogiaba a Moreno Valle por su labor de “tratar de buscar más recursos para Puebla” (www.sportimes.com.mx, 18 de octubre de 2010).
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México