San Lázaro, te pido salud para Carlos Aceves del Olmo; congruencia en el discurso del PRI, paciencia en los trabajadores… Y ya que estamos para milagros, una reforma laboral…
La reforma laboral es una trampa en la que ya cayeron los legisladores priístas. En la primera oportunidad se fue al archivo del olvido aquellos discursos en tomas de posesión y festejos de triunfos en los que hablaron de un sólo bloque alrededor del presidente electo Enrique Peña Nieto.
En la primera oportunidad se perdió aquello de: acuerdo, diálogo, coordinación y unidad legislativa de senadores y diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI). “Adelante” con la reforma a la Ley Federal del Trabajo, a la “iniciativa preferente” del presidente Felipe Calderón, dicen los diputados; “es una trampa”, afirman los senadores protagonistas de esa unidad legislativa del PRI.
Es una trampa la iniciativa de reforma laboral que se discute en la Cámara de Diputados, dijeron tajantes la senadora Cristina Díaz, también secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y el senador Omar Fayad.
El senador y líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, el priísta Isaías González, prefiere no opinar; y el diputado presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, Carlos Aceves del Olmo, mejor se enferma y sale en silla de ruedas de la sesión permanente de esa comisión que analiza la reforma laboral.
Se oponen los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, además del clima, que dejó caer una tormenta que inundó el Palacio Legislativo de San Lázaro incluyendo el edificio C donde se discute la reforma laboral, y el diputado Martí Batres se da de topes en la pared, bueno, en las puertas de cristal.
“No debemos permitir que la propuesta de reforma laboral enviada por el presidente Felipe Calderón pase, el PRI no puede permitirlo”, subraya la secretaria general del Revolucionario Institucional, Cristina Díaz, “no podemos caer en esa trampa”.
La pregunta: ¿es una trampa o un compromiso del PRI con el presidente Felipe Calderón? Si es lo primero, los senadores no quieren caer en ella, pero los diputados del PRI están puestos a ser atrapados, lo afirma el propio coordinador del grupo de legisladores priístas en San Lázaro, el diputado Manlio Fabio Beltrones.
Salga o no, la reforma laboral será un parche obsoleto a una Ley Federal del Trabajo vigente desde 1970, cambios pensados y congelados en el Congreso desde 1997, cuando se pensaba hacer frente a los compromisos de la competitividad y el libre comercio con mano de obra barata, con pagos por hora, con la eliminación del corporativismo y la democratización sindical, aspecto este último que ya dejaron fuera como advierte el senador Omar Fayad.
Bueno, alguien tendrá que avisar a nuestros legisladores que en esos 20 años de espera llegó la producción de China, que la estrategia de la reforma pensada entonces, y a discusión en el salón de Protocolo del edificio C de San Lázaro, ya es obsoleta, como coinciden los senadores del PRI con su homólogo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Armando Ríos Piter.
Contra viento, marea, lluvia, manifestaciones, desacuerdos partidistas, diputados enfermos y accidentados la reforma avanza más en una semana que en seis años con Felipe Calderón.
Incluso en “la prisa de la iniciativa preferente” simplemente se cumple con el formalismo de la democracia de “escucharlos a todos, y se limitan las participaciones a dos minutos, como explicaron los diputados del Partido Acción Nacional, Juan Bueno Torio, y del PRD, Martí Batres Guadarrama.
Se aprueba en lo general, se eligen las reservas a discutir de las 261presentadas a sólo 34 y de éstas se aprueban 13. Este viernes, el pleno de la Cámara de Diputados esperará pacientemente desde las 11 de la mañana a que la comisión del trabajo apruebe las 21 reservas pendientes, ya con su presidente, el diputado Carlos Aceves del Olmo, repuesto del agotamiento que lo arrojó a una camilla.
San Lázaro, paciencia… Sólo paciencia, la trampa se va a cerrar…
*Periodista