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La actual administración del DIF Morelos –presidida en forma honoraria por Elena Cepeda de León, esposa del gobernador Graco Ramírez– incurrió en irregularidades en la compra y reparto de los desayunos escolares para niños y niñas en situación de pobreza y pobreza extrema. En diciembre de 2015 el caso fue denunciado ante la Contraloría del Estado de Morelos, por intervención de la Auditoría Superior de la Federación.
La revisión practicada por el máximo órgano de fiscalización del país revela que durante 1 año, de 2014 a 2015, el DIF Morelos no presentó un uso eficiente e incluso incurrió en subejercicio de los recursos que la federación le entregó del Fondo de Aportaciones Múltiples, que ascendieron a 305 millones 834 mil 500 pesos en total.
Para el pago a favor de las Tiendas Soriana, el 5 de agosto de ese mismo año el DIF Morelos provisionó 128 millones 317 mil 562 pesos provenientes del Fondo de Aportaciones Múltiples, por medio de la póliza de diario número 00439. Sin embargo, al cierre del ejercicio fiscal no recibió la totalidad de los desayunos y despensas contratadas y sólo evidenció un gasto devengado por 68 millones 732 mil 300 pesos, señala la Auditoría Superior.
Por ello, el 7 de diciembre de 2015 se presentó ante la Secretaría de la Contraloría del Estado de Morelos una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria, mediante el oficio DARFT-“A2”/1238/2015, junto con el expediente certificado de dicha irregularidad. Con ello, la ASF pidió a la Contraloría estatal investigar y fincar responsabilidades a los servidores públicos involucrados.
Mireya Reyes Gómez, gerente de Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas de Tiendas Soriana, explica a Contralínea: en los registros de la empresa “no tenemos ningún reclamo de la institución con quien contratamos el servicio de alguna entrega tardía; sin embargo, desconocemos la forma en que opere al interior de la institución gubernamental” (sic).
En entrevista, Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), opina que el programa de los desayunos escolares se tiene que revisar con detenimiento. “Ya tiene al menos 40 años y ya amerita una evaluación profunda”, pues no necesariamente está cumpliendo con su objetivo.
El defensor de los derechos de los infantes advierte que incluso el tema del contenido calórico es discutible. “Ya está demostrado que tiene algunas fallas y eso varía dependiendo de la entidad federativa; pero es un modelo que hay que revisar y valorar si efectivamente aporta o no” a la lucha contra la pobreza.
Agrega que para combatir efectivamente el rezago y la desigualdad, “se necesitan acciones diferenciadas para atender la pobreza de niños, niñas y adolescentes.” Pues los programas sociales, advierte, parten de una óptica de atención a la población adulta.
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Además de que los programas de asistencia social no resuelven el problema de pobreza, en el caso del DIF Morelos ni siquiera cumplieron sus metas de cobertura.
Pese a la urgencia de atender a esa población vulnerable mediante el programa de asistencia alimentaria, al 31 de agosto de 2015 el DIF Morelos sólo entregó 33 mil 744 despensas de las 54 mil 674 que había adquirido. De éstas, únicamente el 49.9 por ciento se entregó en los municipios con alto nivel de carencia alimentaria, revela la Auditoría Superior.
De acuerdo con el informe de fiscalización de la Cuenta Pública 2014, con recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples se otorgaron 15 millones 392 mil 201 desayunos escolares en sus modalidades caliente y frío, para beneficio de 90 mil 966 niños; sólo el 48.1 por ciento se distribuyó en municipios con alto nivel de carencia alimentaria.
En el caso de las despensas para menores de 1 año, el DIF Morelos otorgó un total de 6 mil 378 para beneficio de 532 personas; y aunque la mayoría –61.6 por ciento– se distribuyó en municipios con alto nivel de carencia alimentaria, el 38.9 se entregó en lugares que no presentan urgencia.
Respecto del programa de despensas para menores de 5 años no escolarizados, se otorgaron 51 mil 111 para beneficio de 4 mil 259 niños; de éstas, el 39.4 por ciento se distribuyó en municipios que no están considerados con alto nivel de carencia alimentaria.
La Auditoría Superior también detectó que los programas de asistencia alimentaria a familias en desamparo no tienen un seguimiento con base en los Criterios de Calidad Nutricia ni de acciones de orientación alimentaria, dado que sólo contemplan la entrega de una despensa por beneficiario.
Por ello, determinó que “no se tuvo un impacto significativo en el mejoramiento de las condiciones de bienestar de la población objetivo, al no tener un seguimiento de la repercusión de este programa en la seguridad alimentaria de los beneficiarios”.
Infancia mexicana, sumida en la pobreza
El Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2015, elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social federal con fecha del 21 de enero pasado, indica que en Morelos hay 993 mil 800 pobres: 149 mil 300 personas se encuentran en situación de pobreza extrema y 844 mil 500 en pobreza moderada.
A éstas se suman 489 mil 400 personas que son consideradas vulnerables por carencias sociales, por lo que las personas en algún nivel de pobreza ascienden a 1 millón 483 mil 200, de una población total de 1 millón 903 mil 811 habitantes.
Sobre la población vulnerable, Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Redim, observa que México presenta un alto nivel de desigualdad. “Los datos disponibles de Coneval [Consejo Nacional de Evaluación de la Política Pública] y Unicef [Organización de las Naciones Unidas para la Infancia] nos dan cuenta que el 53 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de México, es decir 22 millones de ellos, de los casi 40 millones, están en pobreza. Entonces, 22 millones ya son muchos, pero además en extrema pobreza, son 5 millones”.
Por ello, indica: “Necesitamos que las políticas de lucha contra la pobreza tengan un enfoque diferencial. Ahora mismo 2.5 millones de niños y niñas trabajan. Esto significa que el ingreso de las familias, en tanto no se mejore, seguiremos teniendo la presencia de miles de niños y niñas trabajando. Además los datos nos dicen que ocho de cada 10 niños que trabajan lo hacen en pequeñas comunidades, es decir, la pobreza en general está pulverizada en pequeñas comunidades. Por ello es importante que las estrategias, como la Cruzada Nacional contra el Hambre, respondan a estos espacios donde la infancia está más afectada y [que] no [respondan] a una perspectiva [de] adulto.”
En el caso del DIF Morelos, el máximo órgano de fiscalización detectó más irregularidades. Por ejemplo, la institución que preside la cónyuge del gobernador Graco Ramírez no supervisó la entrega de despensas de los programas de asistencia alimentaria a sujetos vulnerables y asistencia alimentaria a menores de 5 años en riesgo de desnutrición no escolarizados.
Para la Auditoría Superior, en 2014 el DIF Morelos careció de mecanismos de control que permitieran que los padrones de beneficiarios de los programas alimentarios estuvieran actualizados.
El DIF es la principal entidad de atención en materia de asistencia social dirigida a individuos y familias que por sus condiciones físicas, mentales, jurídicas, o sociales requieren de servicios especializados para su protección y su plena integración al bienestar.
La importancia de gastar eficiente y correctamente el dinero federal que recibió del Fondo de Aportaciones Múltiples consiste, a decir de la Auditoría, en que la asistencia alimentaria dependió de este recurso en 99.7 por ciento, dinero destinado a beneficiar a 129 mil 523 personas con carencia alimentaria. En total, los recursos del Fondo representaron el 40.3 por ciento del financiamiento de las acciones de asistencia social que se canalizan a través del DIF.
No obstante, se observaron más irregularidades en su ejercicio, como el hecho de que las pólizas contables de los egresos no cuentan con las firmas de las personas que las revisaron, elaboraron y autorizaron.
Más grave aún, el subejercicio en el que incurrió el DIF Morelos: al 31 de diciembre de 2014, la institución ejerció sólo el 53.4 por ciento de los recursos federales del Fondo en programas alimentarios. Fue hasta el 31 de agosto de 2015 cuando invirtió el restante 46.6 por ciento del dinero federal.
Por ello, la Auditoría Superior determinó que “no se ejercieron con eficacia los recursos de los programas para sujetos vulnerables y familias en desamparo, en virtud de que a la fecha de la revisión, no fueron entregadas en su totalidad las despensas a la población objetivo”.
Y es que fue atendido sólo el 0.4 por ciento de la población de familias en desamparo; el 61.7 por ciento de los sujetos vulnerables programados con apoyos alimentarios; y el 96.4 por ciento de la población programada con desayunos escolares.
El subejercicio fue denunciado ante la Contraloría estatal mediante el oficio número DARFT-“A2”/1201/2015, de fecha 5 de noviembre de 2015, que incluye el expediente certificado de dicha irregularidad. El órgano fiscalizador local deberá investigar y fincar las responsabilidades correspondientes.
Juan Martín Pérez García observa que en programas como el de desayunos escolares así como en aquellos destinados a atender desastres “siempre hay subejercicios. Entonces necesitamos que los programas rindan cuentas y sean auditados de manera independiente”.
Para este trabajo se solicitó entrevista con la presidenta Elena Cepeda de León, esposa del gobernador Graco Ramírez; y con la directora general María Elisa Zamudio Abrego, a través de Samuel Hernández, titular de la Dirección de Comunicación Social, y de forma directa vía sus correos electrónicos. Después de 2 meses de gestión, no se obtuvo respuesta.
Nancy Flores, @nancy_contra
[BLOQUE: INVESTIGACIÓN][SECCIÓN: SOCIEDAD]
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