Decenas de organizaciones sindicales, estudiantiles, vecinales y comerciantes marcharon repudiando las políticas laborales de la actual administración. Además, señalaron al presidente como responsable de la precariedad laboral y de la violencia en el país. “Calderón no es el presidente del empleo, es el presidente de la sangre”, acusó el líder de los electricistas Martín Esparza
Los asistentes a la marcha anual del Día del Trabajo lograron ocupar más de la mitad del Zócalo capitalino. Allí, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) se pronunció a favor de la unidad en la lucha sindical y en contra de la privatización de los servicios de salud, electricidad, suministro de agua y educación, entre otros.
La UNT -cuyo presidente colegiado es Francisco Hernández Juárez- había convocado a los diferentes sindicatos que lo integran, entre ellos, el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) y el Sindicato Nacional del Instituto Mexicano del Petróleo a reunirse en tres puntos diferentes sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas desde las 08:00 horas.
Sin embargo, fue hasta después de las 10:00 horas cuando salió el primer contingente rumbo a la plancha del Zócalo. Se trataba de la Organización de Jubilados y Pensionados de la Universidad Nacional Autónoma de México, seguido por las asociaciones sindicales de Pilotos Aviadores y de Sobrecargos de Aviación, cuyas integrantes marchaban ataviadas con tacones, jeans y lentes oscuros; coreaban: “Ni un voto al PAN”.
Aproximadamente 40 integrantes del Frente Auténtico del Trabajo (FAT) marchaban portando capas y máscaras del personaje principal de la película V de Vendetta (V de Venganza) mientras exigían “empleo, salario y justicia”.
Beatriz Luján, integrante del FAT, comentó a Contralínea que la política laboral del gobierno federal –“que nos va encaminando hacia la precariedad–, no es la única que afecta a los trabajadores: “También la del Gobierno del Distrito Federal, cuyos acuerdos son hechos a espaladas de nosotros. Por ejemplo, en las juntas locales [de Conciliación y Arbitraje] se acordaron requisitos para la contratación colectiva sin consultarnos”.
Asimismo, un contingente anarquista, nutrido por colectivos estudiantiles y skinheads (cabezas rapadas) antifascistas, marchó junto con el FAT por la calle Francisco I Madero, pero de manera independiente a la UNT. Izaban banderas rojinegras y portaban una manta de 10 por 10 metros con la histórica “A” encerrada en un círculo. “Ni PRI, ni PAN, ni PRD, el pueblo unido contra el poder”, gritaban mientras avanzaba la marcha.
Las trabajadoras de la empresa de belleza Avon -vestidas con playeras y gorras rosas- entonaban “el pueblo unido jamás será vencido”; las seguía el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana.
Ya en el Zócalo, las organizaciones desfilaban frente al templete colocado afuera del Palacio Nacional. Sin embargo, el alto volumen de la música en otro costado y el ritmo de la tambora de una banda norteña que acompañó la marcha, acallaba en momentos a los oradores que daban la bienvenida.
En el templete, Agustín Rodríguez, líder del STUNAM, indicó que debido a las políticas laborales emprendidas por la administración panista se debe de dar un “voto de castigo” a los gobiernos que han quebrantado la nación.
Además, mostró su rechazo a las reformas a la Ley Federal del Trabajo que “se pretenden imponer”, y a la intervención del gobierno federal en los sindicatos independientes.
En ese sentido, Martín Esparza –líder del Sindicato Mexicano de Electricistas– señaló que Felipe Calderón “es el presidente de la sangre y [que] en su administración la deuda interna del país creció de 1 [billón] a 5 billones de pesos”.
Tras afirmar que la marcha fue todo un éxito para los trabajadores, pidió que en las próximas elecciones se le dé la oportunidad al candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, para que gobierne el país. “Hay que pasarle la factura al Partido Revolucionario Institucional y al Partido Acción Nacional e impulsar al único que hace un compromiso con la clase trabajadora”.
También mencionó la represión contra los estudiantes michoacanos: “Para ellos no hay dinero para su educación, sólo hay golpes por parte de las Fuerzas Armadas del país”.
Al final del mitin, los telefonistas se amontonaban junto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para recibir su comprobante de asistencia a la marcha, el famoso pase de lista.
El Himno Nacional sonó con fuerza a las 12:20 horas, concluyendo así la conmemoración 99 del Día del Trabajo.
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