Calle

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Veinte años en prisión

Al volver a la ciudad de la cual salí hace 2 décadas no pude reconocerla. Más allá de las obvias transformaciones urbanísticas (casi babilónicas a mis ojos aún no manchados de asfalto) de algún modo me latigueó el contemplar ciertas expresiones de la gente en la calle: resignación, indiferencia, fastidio, “callada desesperación”; una sorprendente cantidad hablando por celular, otros encerrados en sus propias rejas invisibles, ¿acaso esa apatía extrema de las masas que precede a los totalitarismos? Algo ha cambiado en todo caso, pero al mismo tiempo todo sigue igual, sólo más cerca el presagio de una catástrofe largamente anunciada, el monstruo de asfalto al borde del infarto vial con sus 7 millones de automóviles circulando diariamente y que convierten prácticamente todas las horas del día en horas pico, lejos ya la urbe que cantaron vates como Efraín Huerta (con amor-odio), atrapada toda nostalgia libertaria y bucólica, cualquier añoranza frayluisdeleonesca (“Que descansada vida la del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda…”).

In memoriam del periodista Granados Chapa

“Uno también se muere”, me dijo un amigo cuando le comenté el fallecimiento del periodista Jesús Corral Ruiz (fundador y director, por más de 40

Granados Chapa: el Zarco de nuestro tiempo

Al recobrar su salud física, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa de nueva cuenta ha regresado a su siempre innovador oficio, principalmente con sus columnas

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