Pemex y la izquierda partidista
Es indudable que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional transformó radicalmente las coordenadas de la política mundial. Ya no basta con definirse de “izquierda” o de “derecha”.
Es indudable que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional transformó radicalmente las coordenadas de la política mundial. Ya no basta con definirse de “izquierda” o de “derecha”.
Si los gobernantes en turno afirman que México es un país democrático, el tema de la reforma energética debe llevarse a un debate nacional donde participen no sólo los grupos empresariales –interesados en apropiarse de buena parte de los dividendos de la renta petrolera, de los contratos de exploración, explotación y los procesos de refinación–, sino todos los sectores sociales, así como intelectuales y especialistas en la materia, para evitar que un asunto de vital trascendencia para el futuro del país sea aprobado por una irresponsable mayoría en el Congreso de la Unión, como ya aconteció con las reformas laboral y educativa. Presentamos esta serie de artículos para argumentar el porqué los mexicanos debemos decir “no” a los cambios que se pretenden realizar en el sector, de acuerdo con lo planteado por priístas y panistas.
La propaganda de Estados Unidos sobre el potencial internacional de hidrocarburos en lutitas asegura que China y Argentina poseen un gran potencial. Pero los datos reales sobre la experiencia concreta de esos dos países no lo confirman.
Desde que en el sexenio de José López Portillo el entonces líder parlamentario Luis M Farías hiciera célebre la frase de que los priístas le estaban buscando la cuadratura al círculo, con referencia a legislar sobre el derecho a la información, las subsecuentes administraciones federales, sin dejar de mencionar a las panistas, ponderaron el fortalecimiento del actual monopolio que controla a los medios de comunicación, reduciendo a meros formulismos de su retórica en turno un asunto tan delicado y trascedente para el avance democrático como es el verdadero derecho a la información, que aún sigue esperando la sociedad mexicana.
Grandes empresas y trasnacionales invierten millonarios recursos en más de 250 personeros que pululan en los pasillos, restaurantes y hasta en los sótanos de las cámaras legislativas para convencer a diputados y senadores de promover iniciativas, reformar artículos constitucionales o detener aquellas modificaciones a la ley que no estén a su favor. Trabajan sin estar apegados a un código de ética; tampoco están obligados a la rendición de cuentas. Su principal herramienta es la manipulación. Mientras, hasta 26 iniciativas de ley para regular el lobbying se encuentran en la congeladora del Poder Legislativo federal
El dictamen que reforma los artículos 105 y 107 constitucionales en materia de inimpugnabilidad de las adiciones o reformas a la Carta Magna fue aprobado
Al menos seis consejeros electorales –Claudia Zavala, Carla Humphrey, Dania Ravel, Martín Faz, Arturo Castillo y Jaime Rivera– aprobaron instruir a la Secretaría Ejecutiva del
El 5 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se reunirá para analizar la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara
El proyecto presentado por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá propone una nueva Constitución, al proponer que el pleno de la Suprema Corte desconozca
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