La identificación del edificio que albergó la redacción y el taller de El Hijo del Ahuizote permitirá –por vez primera, para quien lo desee– la “consulta irresponsable” de un archivo subversivo: el de Enrique Flores Magón. A partir de este 5 de febrero –a 110 años de una fotografía que costaría a los periodistas Ricardo y Enrique la cárcel y el exilio–, las decenas de miles de documentos (cartas, fotografías, folletos, libros, revistas, periódicos) paulatinamente estarán a disposición de todo aquel interesado en la epopeya magonista.