Dos candidatos, una sola causa. En dos convenciones, en Tampa, Florida, los republicanos eligieron a su candidato Mitt Romney; y en Charlotte, Carolina del Norte, el Partido Demócrata eligió a Barack Obama. Dos opciones para conducir al imperio en una misma ruta: la dictadura de las corporaciones hábilmente disfrazada de “democracia” por la alternancia de dos partidos en el poder, para concretar los mismos fines. El bipartidismo es la dictadura modernizada; en Estados Unidos ha funcionado desde hace tiempo y ahora han logrado imponerlo en México, donde el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional se turnan en el poder para seguir fielmente los dictados del gobierno en Washington, que habla de “integración”, “asociación” con México, y al mismo tiempo reprime a los migrantes y levanta el muro de la muerte.