Llegó la hora de aprobar la nueva Ley General de Aguas

Llegó la hora de aprobar la nueva Ley General de Aguas

Hace unos días Germán Martínez fue nombrado nuevo director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en sustitución de Blanca Jiménez. Esperemos que el nuevo funcionario actúe con habilidad para impulsar la aprobación de la Nueva Ley General de Aguas. Se necesita la sensibilidad y el interés para resolver problemas urgentes. Sin agua corriente se muere la gente. La 64 Legislatura tiene que dar un paso crucial para cerrar con broche de oro: la aprobación de la nueva Ley General de Aguas que garantice el derecho humano al agua tal como lo impone el Artículo Cuarto de la Constitución. Desde el 8 de febrero de 2012 se le ordenó por ley a aprobar la nueva Ley antes de 1 año, han pasado 9 y nada. ¿Cómo se le hace para vivir sin agua? El Poder Legislativo fue criminalmente omiso y le hizo el juego a los grandes monopolizadores que quieren llevar el agua a su molino y usan el cabildeo y el soborno. El hecho es que los diputados  no cumplieron. Se dice que las bancadas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y otros se dejaron corromper para servir a los grandes intereses del agua violando la ley suprema. Y cuando el río suena, agua lleva.

Este tema es una de las más nefastas herencias de la era neoliberal, de la que todavía no nos libramos pues la Ley de Aguas Nacionales de 1992 promovida por Carlos Salinas de Gortari sigue imperando. ¡Aguas!, a pesar de que la Constitución obliga a una nueva ley, mantienen la vieja negando a decenas de millones de mexicanas y mexicanos ese derecho primordial al agua.

Dicha ley salinista y neoliberal privatizó el precioso líquido vital para familias, comunidades, micros, pequeños y medianos productores, indispensable para mantener los ecosistemas en esta época de calentamiento global entregándosela a grandes acaparadores. Los amos del agua, siendo el 2 por ciento de los concesionarios, concentran el 70 por ciento de las concesiones y no sólo monopolizan el precioso líquido, sino que lo contaminan dañando al medio ambiente.

Entrando a la tercera década del Siglo XXI, 10 millones de mexicanos no tienen agua. Y 41 millones no tienen acceso diario y la reciben por tandeo, todo en medio de la pandemia de Covid-19. Miles de clínicas y el 25 por ciennto de las escuelas primarias no tienen agua (en 2018 eran el 50 por ciento, en eso avanzamos).

Pero la sociedad ha respondido en organizaciones ciudadanas como Agua para Todos, donde comisiones de cuenca, organizaciones campesinas, sindicatos, comunidades eclesiales de base, organizaciones cívicas, universitarios, constitucionalistas y expertos hídricos todos con experiencia para encontrar soluciones transformadoras consensaron propuestas. Construyeron como alternativa una iniciativa ciudadana de nueva Ley General de Aguas que fue respaldada por 200 mil firmas obtenidas en todo México. La Ley de Iniciativa Ciudadana obliga a dictaminar las iniciativas en un plazo máximo de 60 días. Pero desgraciadamente la 64 Legislatura, 1 año después, no lo ha hecho aún. Y urge.

La mala gestión del agua y la corrupción de los últimos 25 años han resultado en la contaminación de ríos, sobre explotación de acuíferos, acaparamiento del agua, conflictos sociales y ambientales graves, y servicios de agua y saneamiento deficientes. Eso lo tiene que resolver ya la 64 Legislatura. Surgida de la elección democrática para terminar con abusos, tiene que hacerlo porque los intereses del viejo régimen en el tema del agua siguen intactos. Tiene que hacerlo porque el problema del agua es el problema del siglo. Que la 64 Legislatura no se ahogue en un vaso de agua, porque es claro que llegó con el mandato popular de transformar al país y defender los intereses del pueblo, no los de las corporaciones. La omisión que favorece a la hierocracia conduce a la sed del pueblo. La iniciativa entregada en febrero 2020 bien que se pudo haber dictaminado ya. Pero han dejado las aguas correr. Hay otras iniciativas y venturosamente se han logrado consensos, en 35 foros con el Legislativo en todo el país, 20 reuniones con presidentes de cuatro comisiones de la Cámara de Diputados como la de Medio Ambiente y Recursos Hidráulicos. Y del Senado, la de Estudios Legislativos Segunda y la de Recursos Hidráulicos y también con el grupo parlamentario del partido Movimiento Regneración Nacional (Morena). Los presidentes de cuatro comisiones presentaron los consensos hace mas de 6 meses, el 28 de septiembre. Se ha realizado un gran esfuerzo, para que vuelvan las aguas a su carril. Incluso el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el derecho humano al agua y el saneamiento, Pedro Arrojo Agudo, hizo un llamamiento en el V Congreso de Agua para Todos y Todas, ante 280 delegados de 81 organizaciones, para que se apruebe ya la nueva Ley General de Aguas.

En tiempos electorales tenemos que constatar como actúan nuestros representantes. La inmensa mayoría de los diputados se quieren reelegir. Para lograrlo tienen que cumplir a la ciudadanía. No vamos a votar por quienes la traicionen. Por eso va a existir un semáforo rojo para los representantes y uno verde para quienes cumplan su deber con congruencia.

Estamos en tiempos límite. El movimiento vencerá porque es nacional, popular, y defiende lo suyo con tenacidad. Sabemos bien que como dice el refrán: Tanto da el agua en la piedra hasta que la quiebra. A quebrar la vieja ley neoliberal que ha sido un dique para que el pueblo tenga agua necesaria. Y que ayude al desarrollo económico puesto que los mercados informales de concesiones de agua y la reducción en la disponibilidad del agua están frenando la competitividad y el desarrollo económico por lo que es otra razón más para que se apruebe la ley.

Se han presentado además de la Iniciativa Ciudadana impulsada por Agua para Tod@s, Agua para la Vida y otras más, pero hay que tomar en cuenta que es un movimiento nacional con un fuerte respaldo social que frenó en el sexenio anterior las iniciativas privatizadoras. Por esta razón, el Partido del Trabajo presentó una iniciativa adicional apoyándose en el mismo proyecto de Agua para Tod@s.

Este proyecto se centra en impulsar desde la base la participación de la población, que es la que más conoce y a la que más impacta la dotación de agua, no sólo para demandar agua, sino para labores de planeación, de operación y vigilancia para evitar acaparamiento y corrupción. Buscando siempre la equidad y el desarrollo sustentable del agua. Centra su visión en incrementar la participación de la ciudadanía en los procesos de planeación, articulación y vigilancia con el objetivo de eliminar la corrupción y lograr una gestión equitativa y sustentable del agua. Cuenta con amplio respaldo de organizaciones de base, de sociedad civil organizada y academia, diputados y senadores integrantes de varias comisiones.

Hay otra Iniciativa de la comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados que desarrollaron 35 foros estatales con la participación de 7 mil personas, aunque retoma elementos que funcionan actualmente, sí propone innovaciones en que requieren reformase.

Otra iniciativa es la de la Coodinación Temática de Medio Ambiente del Grupo Parlamentario de Morena, que es una propuesta que, correctamente, busca devolver la rectoría del agua al estado y crear mecanismos para el cumplimiento de los Derechos Humanos y evitar la contaminación y la defensa del Medio Ambiente.

Todas las iniciativas buscan eliminar privilegios y corrupción y atender las necesidades de la población, de los pueblos originarios, así como garantizar el derecho humano al agua.

Es claro que los sectories que acaparan el agua y que tienen a muchos políticos a su servicio, buscan a toda costa posponer la dictaminación y aprobación de una Nueva Ley en la legislatura actual, posponiéndola. Quieren “patear el bote” para no perder privilegios y negocios millonarios.

Si no se aprueba la Nueva Ley en estas semanas, en que la conformación del Congreso lo permite y está en condiciones de aprobar una Ley producto de consensos y apoyo social, será un gran golpe a la ciudadanía que está al borde de la desesperación por falta de agua y que puede ocasionar graves problemas sociales. Si se aprueba sería una gran victoria de la Cuarta Transformación, para el pueblo y un gobierno que llegó al poder con amplio apoyo y gran confianza de la ciudadanía.

Están todas las condiciones para aprobar la ley. Se han construido acuerdos para generar un Dictamen de Ley General de Aguas. Las Secretarías Técnicas de las Comisiones de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento y de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados han construido acuerdos que permiten la creación de un Dictamen de Ley General de Aguas que retoma lo mejor de cada iniciativa, logrando un fuerte sustento técnico, una operatividad administrativa y una legitimidad sin precedentes.

En los últimos meses, un grupo de especialistas con conocimiento, experiencia y visión transversal e interdisciplinaria junto con el Programa Nacional Estratégicos (Pronaces) “Conocimiento y Gestión en Cuencas del Ciclo Socio-Natural del Agua para el Bien Común y la Justicia Ambiental” y respondiendo a la invitación formulada por Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento y la Comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Cámara de Diputados, han generado un documento que está listo para ser presentado como un dictamen sólido, que recupere los mejores contenidos de las iniciativas y cumpla con el mandato constitucional, de tal manera que pueda discutirse en comisiones y subirse al pleno en el presente periodo ordinario de sesiones. Este documento está siendo compartido, comentado y construido con especialistas, con integrantes de otras comisiones legislativas, así como funcionarios de la Administración Pública Federal. Se está trabajando para que el Relator por el Derecho Humano al Agua participe activamente en los siguientes pasos y recuperar los acuerdos mínimos para avanzar y alcanzar la aprobación de la nueva ley.

Pablo Moctezuma Barragán*

*Doctor en estudios urbanos, politólogo, historiador y militante social