Luis Cárdenas Palomino –uno de los tres implicados en el llamado juicio del siglo contra Genaro García Luna– aprovechó la influencia política de la familia de su exesposa Minerva Elizabeth Castillejos Cervantes para avanzar en su carrera policial y de espionaje. A la par del servicio público, el expolicía se vinculó a más de 150 empresas –incluidas factureras y compañías de seguridad– para hacer negocios y presuntamente lavar dinero del Cártel de Sinaloa. En su red también aparecen familiares, como su actual esposa, su exesposa, su novia, su suegra, su hijo, sus primos y un tío. Los hechos se investigan tanto en Estados Unidos como en México y tocan a otro de los colaboradores de Felipe Calderón, quien prefirió huir a España en espera de que la justicia jamás lo alcance
Amigo, socio y cómplice de Genaro García Luna –sujeto a juicio en una corte de Nueva York por delitos de conspiración para traficar y distribuir drogas hacia Estados Unidos y falsear declaraciones–, el expolicía Luis Cárdenas Palomino, preso en el Altiplano desde 2021 por tortura, aprovechó la influencia política de la familia de su exesposa Minerva Elizabeth Castillejos Cervantes para posicionarse en cuerpos policiales de inteligencia y seguridad, y desde allí utilizó una red de 150 empresas, algunas de ellas identificadas como factureras y otras más de seguridad, para hacer negocios y lavar dinero producto de sobornos que recibía de narcotraficantes, principalmente del Cártel de Sinaloa que lideraba Joaquín el Chapo Guzmán, a cambio de otorgarles protección para transportar drogas hacia Estados Unidos.
En las investigaciones que llevan a cabo la Fiscalía General de la República (FGR), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), aparecen en los archivos los nombres de familiares de Cárdenas Palomino y la influencia política que éstos tuvieron cuando ocuparon cargos públicos en los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Uno de esos familiares es su exsuegro Marcos Castillejos Escobar, abogado que fue ejecutado en 2008 con seis disparos cuando llegaba a su oficina en la colonia Condesa de la Ciudad de México, y quien era compadre y socio en un despacho de abogados con el general Rafael Macedo de la Concha (este último fue procurador general de la República en el gobierno del panista Vicente Fox).
El suegro de Cárdenas Palomino también fue subprocurador general de la República y, por su influencia en áreas de procuración de justicia, defendió en tribunales a los hermanos Bribiesca Sahagún, quienes utilizaban las influencias de su madre Marta Sahagún, esposa de Fox, para gestionar a empresas privadas contratos con Petróleos Mexicanos; sin embargo, a pesar de las evidencias en su contra la justicia nunca los alcanzó.
Otro es el excuñado de Cárdenas Palomino, Humberto Castillejos Cervantes, quien fue coordinador de asesores de Macedo de la Concha y de Eduardo Medina Mora cuando ambos fueron titulares de la PGR en los gobiernos de Fox y Calderón.
El cargo político más importante de Castillejos Cervantes fue sin duda en el gobierno de Peña Nieto, al desempeñarse como consejero jurídico de la Presidencia de la República, mientras que su cuñado Cárdenas Palomino y su García Luna hacían negocios con grupos del narcotráfico y creaban empresas que facturaban operaciones simuladas (EFOS) e introducían recursos ilícitos en los circuitos financieros del país mediante depósitos y triangulaciones por cientos de millones de pesos.
En 1989, primer año de gobierno del priísta Carlos Salinas de Gortari, Cárdenas Palomino y García Luna ingresaron como agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y en 1993 Luis Cárdenas ingresó a la PGR y fue hasta 1996, ya en el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando asume el control del Grupo Antisecuestros de la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada (SIEDO).
En 2001, al arranque del gobierno de Fox, el ascenso de Cárdenas Palomino continúa y se convierte en el primer director general de Investigación Policial de la recién creada Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
En 2006, ya en el gobierno de Calderón y bajo el mando del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, su compadre Cárdenas Palomino se convierte en titular de Seguridad Regional y después en coordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito
Esposa, exesposa, novia, hijo, madre, beneficiados con dinero sucio
A Luis Cárdenas Palomino lo apodaban el Pollo y además de amigo era la mano derecha del exsecretario García Luna, lo que le permitió consolidar la red de empresas factureras y hacer negocios para triangular dinero sucio hacia familiares y cómplices, producto de los sobornos del narcotráfico combinado con empresas privadas de seguridad y la compra-venta de residencias con prestanombres.
El expolicía preso en México, estuvo casado con Minerva Elizabeth Castillejos hasta el año 2004; en 2012 contrajo matrimonio con Gizeh Díaz Martínez, lo que les permitió recibir transferencias millonarias en sus cuentas bancarias.
Otros familiares y personas cercanas a Cárdenas Palomino, como sus hijos, su madre, su novia Claudia Soto González y la mamá de ésta, Estela González Barrientos, primos y tíos también fueron involucrados en transferencias de dinero, en la constitución de empresas y en la triangulación de recursos ilícitos identificadas por las autoridades mexicanas.
Algunas de las cuentas de Luis Cárdenas fueron abiertas en Banamex (6203474 y 9037686348), American Express (376664556083003), BBVA Bancomer (0002635), Santander Vivienda (20003180464), Banco Azteca y Banco Santander (60545640209). Tan sólo en esta última cuenta, el expolicía ahora preso recibió depósitos en un año –de noviembre de 2013 a noviembre de 2014– por 26 millones 359 mil 667.64 pesos.
A su actual esposa Gizeh Díaz Martínez, Cárdenas Palomino le transfirió en un periodo de 4 años (junio de 2016 a noviembre de 2014), 30 millones 864 mil 893.76 pesos a su tarjeta American Express, más otras transferencias directas por 255 mil 800 pesos.
A su exesposa Minerva Elizabeth Castillejos Cervantes le hizo una transferencia electrónica el 26 de agosto de 2009, por 3 millones 100 mil pesos; además, también es beneficiaria de la cuenta 9037686348 que Cárdenas Palomino abrió en Banamex.
En esa misma cuenta bancaria de Banamex, de la cual son beneficiarios su exesposa y su hijo Luis Cárdenas Castillejos, la UIF la identifica como depositaria de dinero del narcotráfico “para mantener un control equilibrado en el tráfico de drogas”.
Con su novia Claudia Soto González y la madre de ésta, Estela González Barrientos, el amigo y cómplice de García Luna hizo negocios de compra-venta de seis residencias a través de la empresa Smart Shield Consulting, SA de CV, de la cual es accionista y representante legal Cárdenas Palomino, dedicada a los “servicios de investigación y protección”.
Sólo a través de esa empresa Smart Shield, este expolicía movió 28 millones 502 mil 582 pesos en operaciones de compra-venta de bienes inmuebles.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Migración, Cárdenas Palomino realizó viajes al extranjero en compañía de su cuñado Humberto Castillejos Cervantes, su hijo Luis Cárdenas Castillejos, su esposa Gizeh Díaz Martínez, Elena Cárdenas Díaz y Humberto Cárdenas, principalmente a Estados Unidos, Panamá y Reino Unido.
Señalado reiteradamente en el juicio que se lleva a cabo en contra de García Luna en una corte de Nueva York, Estados Unidos, en donde Cárdenas Palomino también es coacusado, este expolicía ocupaba al mismo tiempo cargos públicos en áreas de inteligencia y policiacas que constituía empresas con familiares y amigos para triangular cientos de millones de procedencia ilícita.
En cuanto a los primos de Cárdenas Palomino que aparecen involucrados en movimientos de dinero de supuesta procedencia ilícita, se trata de: Gustavo, Cecilia y Ramón Cárdenas Moreno; así como su tío Gustavo Cárdenas Fuentes, quienes tienen alertas por triangular recursos, adquirir propiedades y constituir empresas que habrían blanqueado de capitales del narcotráfico.
Por ejemplo, su primo Gustavo Cárdenas Moreno aparece en listas del Fincen (Financial Crimes Enforcement Network), oficina perteneciente al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por el presunto delito de lavado de dinero en operaciones por 474 mil 102 dólares, algo así como 8 millones de pesos.
Este familiar del expolicía Cárdenas Palomino realizó 362 vuelos internacionales entre 2015 y 2019 a 14 países de América y Europa, algunos de ellos considerados por las autoridades como paraísos fiscales.
La esposa de Gustavo Cárdenas Moreno, Lidia Elizondo Himes, tiene alertas en la UIF y aparece desde 2016 en la lista de depositantes de los llamados Panama Papers, en el paraíso fiscal de Panamá, además de que las autoridades financieras mexicanas la identifican como beneficiaria de transferencias de cuentas bancarias de su marido, entre 2017 y 2019, por 123 millones 308 mil 981.1 pesos. Además, en los expedientes de los que Contralínea posee copia se apunta que realizó 104 vuelos con destino principal a tres países: Estados Unidos, España y Francia.
Gustavo Cárdenas Moreno es accionista y apoderado de por lo menos 13 empresas y sólo una de ellas, Obses de México, SA de CV, tiene alerta de la Secretaría de Hacienda porque en sólo cuatro años, de 2014 a 2017, registró ingresos al fisco por 179 millones 148 mil 181 y tuvo más deducciones que ingresos al alcanzar los 232 millones 742 mil 807 pesos.
En el reporte fiscal de sus ingresos directos, Cárdenas Moreno presentó declaraciones anuales de 2015 al 2019 por 112 millones 926 mil 392 pesos y deducciones de impuestos por 417 mil 933 pesos.