Por su naturaleza y su razón de ser histórica, la Guardia Nacional debe tener como una de sus prioridades el combate al crimen, como elemento para pacificar al país. Por ello deberá enfrentar varios retos que la posicionen como una institución permanente de combate a la delincuencia, asegura el experto en temas de seguridad Josué González Torres
En México, se requiere ir de un tema de seguridad nacional que implica el uso de todas las capacidades del Estado, a uno de seguridad pública que requiera la atención de las dependencias en la materia, como las policías y la Secretaría de Seguridad, y la Guardia Nacional, asegura el doctor Josué González Torres, en su análisis La Guardia Nacional y el combate a la delincuencia (2019-2023).
“Si bien la Guardia Nacional es una dependencia relativamente nueva, ha tenido la capacidad desde su origen para dar resultados, es decir, realiza detenciones y puestas a disposición, combate a delitos, aseguramientos, y diferentes expresiones delincuenciales en toda la geografía nacional”, destaca.
El doctor en ciencias políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que “es altamente probable que el máximo de las potencialidades de la Guardia Nacional se alcance dentro de los siguientes años.
El analista presenta algunos de los principales resultados en el combate a la delincuencia, a partir del Informe de Actividades de La Guardia Nacional (IAGH). Retos para una política de Estado, el Censo Nacional de Seguridad Pública 2022 del Inegi, y los reportes de seguridad mensuales presentados durante la conferencia matutina del presidente López Obrador. Entre ellos, que en los tres primeros años de funcionamiento de la GN se registraron más de 92 mil delitos de acuerdo con las puestas a disposición realizadas ante el ministerio público, las cuales, además, han ido disminuyendo de forma contante en términos anuales, pues pasaron de 51 mil 666 delitos en 2019, a 24 mil 894 en 2020 y a 15 mil 965 en 2021.
Señala que en el documento (IAGN) no se ofrece una explicación de por qué se registra esta disminución tan importante. Sin embargo, González Torres plantea diversas hipótesis. Una es que la estrategia de seguridad ha dado prioridad a actividades disuasivas o de otro perfil, y no necesariamente a las puestas a disposición.
La segunda es que las detenciones habitualmente se hacen en operativos interinstitucionales con autoridades federales y locales, por lo que, debido a la escasa pericia del personal de la GN en temas jurídicos, otras dependencias realizan las puestas a disposición ante el ministerio público.
Una tercera sería que la institución se ha especializado en delitos de alto impacto, en los que se produce un menor número de detenidos en comparación con los delitos del fuero común.
En este mismo sentido, del total de delitos registrados, el robo y los tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, así como los delitos contra la salud, concentraron la mayor cantidad de casos, refiere.
Por ejemplo, en el periodo 2019 a 2020 una de las acciones más importantes del gobierno federal se concentró en el combate al robo de hidrocarburos. De acuerdo con cifras oficiales, gracias a esta estrategia se logró disminuir su sustracción ilegal de 72 mil barriles diarios en diciembre de 2018 a 5 mil 100 en 2022.
Otro de los temas que también es posible observar entre estos delitos es el de las caravanas migrantes provenientes de Centroamérica con destino a Estados Unidos. En este caso, la Guardia Nacional ha jugado un papel de acompañamiento, protección y control del flujo de personas de 2019 a 2023.
Aseguramientos drogas e hidrocarburos
En términos de los aseguramientos de la GN, resaltan los temas de armas, drogas e hidrocarburos. En 2021, la Guardia Nacional aseguró 1,844 armas de fuego, de las cuales el 56.7 por ciento eran cortas y el 43.3 por ciento fueron largas. Si se estima que anualmente el flujo de armas transfronterizas puede ser de aproximadamente 200 mil unidades, el nivel de confiscación de la dependencia es bajo.
En cuanto al volumen de narcóticos asegurados en 2021, según el tipo de sustancia destacan el fentanilo, la mariguana, metanfetaminas, cocaína y amapola. Por lo que hace al fentanilo, se decomisaron más de ciento sesenta y ocho kilogramos y más de quinientas cincuenta mil pastillas.
De mariguana se aseguraron más de quince mil kilos en diferentes modalidades; en cuanto a las metanfetaminas, se confiscaron más de cuatro mil setecientos kilos; de cocaína fueron más de dos mil doscientos kilos y de amapola únicamente ciento treinta y cinco.
Enfrentamientos
Entre las acciones registradas en las estadísticas del Inegi resaltan los enfrentamientos que tuvo la Guardia Nacional con civiles armados, que han aumentado en los últimos años. En el lapso de sólo tres años se observó un incremento notorio que supera el 500 por ciento de 2019 a 2021 (de 56 a 125 enfrentamientos, respectivamente).
Esto se debe, en parte, al aumento gradual en el despliegue del número de elementos en diferentes puntos del territorio nacional, lo cual los expone más a la posibilidad de repeler agresiones.
Durante el actual gobierno el enfoque de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional consiste más en repeler ataques de los grupos criminales que en enfrentarlos o combatirlos directamente.
Como mencionó el presidente López Obrador en abril de 2022, “cuidamos a los elementos de las Fuerzas Armadas, de la Defensa, de la Guardia Nacional, pero también a los integrantes de las bandas, son seres humanos”.
En términos de los enfrentamientos registrados por la Guardia Nacional, entre 2020 y 2021 las cinco entidades federativas con más sucesos fueron: Michoacán con 36, Guanajuato con 25, Sonora con 20, Guerrero con 13 y Zacatecas con once.
Resalta el hecho que nueve entidades federativas no tuvieron ni un solo acontecimiento de este tipo: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Hidalgo, Tlaxcala y Yucatán.
Derivado de estos enfrentamientos y de repeler agresiones se reportaron lesionados, detenidos y fallecidos civiles en 2020 y 2021. Destaca que tanto los detenidos como los fallecidos aumentaron un 159 y un 116 por ciento, respectivamente.
Parte de las actividades de la GN se han centrado en atender la problemática de los grupos delictivos. De hecho, de acuerdo con el Informe de Actividades de la Guardia Nacional 2021, la estrategia de la dependencia se ha focalizado en realizar “acciones de combate a la delincuencia en territorios y regiones identificados como de mayor riesgo en el país y en atender las causas y condiciones que propician las conductas delictivas”.
En ese mismo sentido, el análisis apunta que la principal actividad en la que se concentra el personal de la Guardia Nacional son las acciones de “construcción de la paz”, de acuerdo con los reportes mensuales presentados en la conferencia presidencial matutina. Esto, considera el experto, se traduce en el uso de la inteligencia para la detención de personas generadoras de violencia y para la desarticulación de bandas criminales; el aseguramiento de narcóticos y armas en diferentes puntos terrestres, aéreos y marítimos; y en operaciones para el combate al mercado ilícito de hidrocarburos.
No obstante, durante los últimos años está en marcha un proceso de ampliación de actividades de seguridad y civiles: el aumento de capacidades y estructura en la Guardia Nacional ha sido directamente proporcional al incremento de sus áreas operativas. La ampliación de misiones militares ha sido una constante desde 2007, pero se incrementó de manera notable desde 2019.
De acuerdo con el doctor, esto ha tenido un impacto colateral para la Guardia Nacional, que de origen ha realizado un abanico de actividades muy amplio. Además de las funciones que “heredó” de la Policía Federal realiza otras, como son: Atención a la emergencia por la Covid-19, y a fenómenos naturales, dispersión de programas sociales, erradicación de plantíos ilícitos, operaciones de búsqueda y rescate de personas.
Operaciones para el combate al mercado ilícito de hidrocarburos, Plan de migración en las fronteras norte y sur, programas estacionales (en periodos vacacionales), seguridad a instalaciones estratégicas, al tren maya, en aduanas y aeropuertos y en el metro de la Ciudad de México, traslados de personas privadas de su libertad y vigilancia en espacio aéreo nacional
La consecuencia, indica, es que las instituciones militares se concentren en actividades que no son prioritarias y, en cambio, operen de acuerdo con los vaivenes de la coyuntura política. Por lo cual, es primordial que la GN deje de lado muchas de las actividades accesorias y se concentre en prioridades institucionales.
Además, el académico plantea ocho recomendaciones que a su juicio podrían mejorar la operación de la Guardia Nacional:
- Certeza en el marco legal. Para el desarrollo de actividades apegadas al Estado de derecho es necesario que la GN presione para que las leyes provean de un marco jurídico adecuado. Las reformas a las leyes secundarias, como opera actualmente la institución, pueden ser un paliativo, pero si existe un cambio de condiciones políticas existirá el riesgo de que éstas se declaren inconstitucionales y sea sumamente costosa una nueva reforma.
- Plan de trabajo de la Guardia Nacional en el combate al crimen organizado. La GN debe definir sus prioridades en el corto, mediano y largo plazos para la focalización de recursos humanos, económicos, financieros y materiales, y cristalizarlas en un documento.
- Conectar la función de la Guardia Nacional con la investigación de delitos y el sistema de justicia penal. Esto es, que las acciones que realiza la GN se puedan judicializar y provean al ministerio público de los datos suficientes para realizar una sólida investigación penal.
- Apoyo a la consolidación de corporaciones de seguridad locales. Si bien en la actualidad la GN participa en las mesas de seguridad impulsadas por la federación en los estados, tiene actividad en los 26 grupos de inteligencia operativa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), y tiene un despliegue prácticamente en todas las entidades federativas del país, todo esto no es suficiente. Es necesario que paralelamente se fortalezcan las policías estatales y municipales, en un modelo de coordinación y no de subordinación.
- Consolidación de proyectos en marcha, dos fundamentales: la creación de la Guardia Financiera y de la Comisión para la Atención del Delito de Homicidio Doloso.
- Continuidad de la Guardia Nacional. Cuando menos en las últimas cuatro décadas se han implementado cambios importantes y profundos en términos del diseño institucional para el combate a la delincuencia. La modificación de estas instituciones en función de la alternancia política y de los perfiles al mando del gobierno es sumamente costosa, compleja, e implicar un desgaste político importante. Por lo anterior, es necesario desarrollar candados para que la dependencia se convierta en una política de Estado y no de gobierno,
- Mecanismos de control legislativo y/o jurisdiccional. El principal es el informe anual que debe presentar ante el Senado de la República.
- Adaptación a las nuevas tendencias criminales. Ante la evolución y diversificación del crimen organizado hacia formas más complejas, se tendrá que brindar mayor énfasis en los delitos cibernéticos; las nuevas tendencias de las drogas, especialmente de las drogas químicas o de diseño; los delitos contra la flora y la fauna, y en el ámbito de la salud, y la consolidación de nuevas condiciones, como la red 5G, la inteligencia artificial, el big data y el machine learning.
Te puede interesar: Guardia Nacional localiza más de 500 litros de precursor químico