Ejército Mexicano, burocratizado

Ejército Mexicano, burocratizado

Las Fuerzas Armadas Mexicanas padecen macrocefalia: tienen una cabeza muy grande y un cuerpo muy pequeño, señalan especialistas. Y es que el país cuenta con 541 generales para 211 mil 488 efectivos, mientras que el ejército chino registra 191 generales para más de 2 millones de integrantes. A los generales mexicanos se suman 850 coroneles. Los sueldos de los mandos superiores en el Ejército rebasan los 2 mil 178 millones de pesos cada año

 
 
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuenta con un total de 541 generales asignados al Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana. Su contraparte estadunidense tiene sólo 74 generales más, a pesar de que su número de efectivos es cuatro veces mayor. En las filas del ejército chino se cuentan 350 generales menos que en México, no obstante que su tropa es casi 11 veces más grande.
 
De los generales mexicanos, 481 pertenecen al Ejército y 60 a la Fuerza Aérea. En conjunto, sus percepciones anuales son de 1 mil 62 millones 698 mil 595 pesos, indica el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012.
 
En el Ejército Mexicano, los generales de división ­–el grado más alto en la jerarquía militar– son 38; los de brigada, 154, y los brigadier, 289. En tanto, en la Fuerza Aérea Mexicana son siete de división, 21 de ala y 32 de grupo.
 
Los coroneles –el grado militar descendente– suman 763 en el Ejército Mexicano y 87 en la Fuerza Aérea. Cobran, en conjunto, 1 mil 115 millones 574 mil 732 pesos anuales.
 
Los datos obtenidos a través de las solicitudes de información 0000700016212 y 0000700016312 contrastan con el número total de las fuerzas castrenses: 211 mil 488 militares en activo, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012.
 

El ejército vecino

 
Consideradas por especialistas como las fuerzas más poderosas del mundo en cuestiones operativas y tecnológicas, el ejército y fuerza aérea de Estados Unidos contaban con 890 mil 489 militares en activo hasta marzo de 2012, de acuerdo con el Departamento de Defensa de ese país.
 
Según la dependencia a cargo del secretario Leon Panetta, entre el ejército y la fuerza aérea suman 615 generales: 313 en el primero y 302 en el segundo. De los cuales, en el ejército, 11 portan el grado de general, 47 el de general teniente, 109 el de general principal y 146 son generales brigadier. En la fuerza aérea los números refieren 12, 46, 96 y 149, respectivamente. Con ello, apenas son 71 generales más que su vecino del Sur.
 
Es decir, México tiene porcentualmente más generales que Estados Unidos. Éstos representan el 0.25 por ciento del total de fuerzas activas mexicanas. En Estados Unidos, los generales representan el 0.06 por ciento. Por cada general mexicano se cuenta con 390.9 efectivos; y por cada general estadunidense hay 1 mil 447.9.
 
Guillermo Garduño, especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas, explica en entrevista que fue en 1945, con Miguel Alemán como secretario de la Defensa Nacional, cuando se multiplicaron los mandos militares con el objetivo de impedir un liderazgo al interior del Ejército. A la fecha, este sistema seguiría funcionando.
 
“Otro de los factores fue que la mayoría del personal cercano al presidente de la República [Manuel Ávila Camacho] fue promovida para ser generales. Los que no eran cercanos se quedaron en el camino”, explica el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana.
 
“En la época de López Portillo se creó el Colegio de la Defensa Nacional, el cual sigue funcionando como un mecanismo de ascenso para aquellos con méritos para crecer en la jerarquía. Es por eso que tenemos una saturación de generales.”
 
En ese sentido, Jorge Luis Sierra, experto en seguridad nacional, indica que en la Sedena ha habido un crecimiento significativo en el sector administrativo, donde labora cerca de la mitad del Ejército: cumplen labores administrativas, logísticas, de mantenimiento y de producción: “Una de las consecuencias de ese crecimiento es el aumento de mandos administrativos”.
 
Agrega que “con la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional [en 1994], el Ejército Popular Revolucionario [en 1996] y la actual lucha contra el narcotráfico [iniciada a finales de 2006] se han incrementado las zonas militares y, por lo tanto, el número de generales. Antes del conflicto en Chiapas, existían 36 zonas militares, ahora son 42. Las guarniciones militares también han aumentado, lo que implica el crecimiento de generales brigadier: uno por cada guarnición. De hecho los [generales] brigadier son los que más han aumentado”.
 
 

El ejército más grande del mundo

 
Fundado el 1 de agosto de 1927, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de la República de China es el ejército más numeroso del mundo. A decir de Félix Arteaga, investigador principal de seguridad y defensa del Real Instituto Elcano, dicho ejército tiene en sus filas a 2 millones 300 mil efectivos.
 
El PLA es actualmente el brazo militar del Partido Comunista Chino (PCC), y funciona a través de la Comisión Militar Central. Además de las fuerzas terrestres, tiene a su cargo a la armada, la fuerza aérea, al segundo cuerpo de artillería y a las fuerzas de reserva. De acuerdo con datos publicados por la agencia china Xin Hua en julio de 2011, el número de generales con los que cuenta es de 191.
 
Acorde con datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, asentados en el reporte Military and security developments involving the people´s Republic of China 2011, las fuerzas terrestres del EPL cuentan con 1 millón 250 mil soldados.
 
Es decir, los generales del país asiático representan el 0.007 del total de sus fuerzas. Toda vez que por cada general se cuentan 12 mil 41 soldados.
 
Además, en un país con 1 mil 339 millones 724 mil 852 habitantes, las fuerzas terrestres del Ejército Popular de Liberación se dividen en 18 grupos, 23 divisiones de infantería y 28 brigadas de infantería.
 
En 1955 el país asiático contaba con 55 generales; en 1988, con 135. Desde entonces se han promovido al cargo de generales a más de dos oficiales por año.
 
En tanto, el presidente chino Hu Jintao ha orientado la función de su ejército en consolidar el estatus del PCC; preservar la soberanía, la integridad territorial, la seguridad interna; y “colaborar con el mantenimiento de la paz mundial”.
 
En México, el diputado panista Gustavo González, integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, señala en entrevista que, a pesar del número de generales y coroneles, el Ejército Mexicano no ha crecido significativamente.
 
“Tenemos un ejército de paz debido a que no tenemos una amenaza inminente; la única que podría tomarse en serio sería de Estados Unidos, pero es una posibilidad nula.”
 
El legislador por el Partido Acción Nacional considera que “nuestro Ejército tiene una superioridad en términos de enfrentamiento a los cárteles de la droga. Aun así, requerimos un gran poder de fuego, y a la par realizar trabajos de inteligencia. Se necesita fortalecer a la Policía Federal para que a mediano y largo plazos cumpla las funciones que ahora cumple el Ejército”.
 

Macrocefalia en la milicia

 
Además del mexicano, otro ejército en Latinoamérica que ha sido involucrado en labores de la lucha contra el narcotráfico desde hace décadas es el colombiano.
 
En ese sentido, en noviembre de 2011 el Ministerio de Defensa de la República de Colombia publicó el informe Logros de la política integral de defensa y seguridad para la prosperidad, en el que se asientan las cifras de su ejército y fuerza aérea.
 
Hasta noviembre de 2010, el Ejército Nacional Colombiano contaba con 227 mil 553 efectivos; entre ellos, 9 mil 118 oficiales. La Fuerza Aérea Colombiana mantenía 13 mil 433 militares; los oficiales llegaban a 2 mil 171. No obstante, la cifra de oficiales comprende no sólo a generales, sino también a coroneles, tenientes coronel, mayores, capitanes, tenientes y subtenientes.
 
Cuando el número de generales es elevado respecto de su tropa regular, “estamos ante un proceso de macrocefalia”, señala Jorge Luis Sierra. Pues, explica, “la cabeza es muy grande y el cuerpo muy pequeño”.
 
El especialista indica que “en México, durante el gobierno de Vicente Fox, se duplicó el número de generales de división y la tropa quedó prácticamente en el mismo número. Fox ascendió a 415 generales de la Sedena. Es un crecimiento desproporcionado que obedece a una cuestión política por la necesidad de mantener el apego de las Fuerzas Armadas a sus políticas”.
 
—¿Qué consecuencias implica para la vida democrática contar con un Ejército con macrocefalia? –se le pregunta.
 
—Hay un vacío en la rama civil del gobierno, en la cual se ha generado más influencia política de los generales. Ahora [los generales] influyen en todos los ramos de la política de seguridad; incluso en las políticas medioambientales, en el desarrollo social e inclusive han alterado las funciones propias de la Secretaría de Salud en atención médica para comunidades rurales de difícil acceso. El incremento de acciones militares en cuestiones civiles, la autonomía militar, y la debilidad civil podrían propiciar un regreso al autoritarismo militar, a una posible rebelión militar y a la persistencia de la impunidad militar en cuestiones de derechos humanos.
 

Gastos militares

 
Guillermo Garduño comenta que el Ejército Mexicano tiene más burócratas en sus filas que gente con capacidad operativa: “Es importante tener un ejército burocrático en tiempos de paz, pero no en tiempos de guerra. En momentos de guerra contra el narcotráfico, los narcos controlan comunidades completas del país y tiene gran capacidad de fuego; el ejército se ha visto disminuido en ese sentido: el gasto se destina a salarios y no para armamento”.
 
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 refiere que a la Sedena se le asignó un monto total de 55 mil 610 millones 989 mil 782 pesos. De éstos, el 77.97 por ciento (43 mil 361 millones 563 mil 305 pesos) fueron destinados a salarios, el 9.13 por ciento (5 mil 79 millones 635 mil 553 pesos) para materiales y suministros, y 1 mil 145 millones 677 mil 580 pesos, el 2 por ciento, es para bienes muebles, inmuebles e intangibles.
 
Asimismo, el presupuesto refiere que el salario de 59 mil 852 soldados nivel EM2006, adscritos a la zona económica 1, es de 2 mil 745 pesos al mes. En conjunto, las prestaciones en seguridad social, medidas de protección al salario, seguro a las personas, fondos de ahorro y seguros para el retiro, y condiciones de trabajo, contratos colectivos y otras remuneraciones, dan como resultado 11 mil 800 pesos mensuales.
 
En contraste, el monto total de percepciones brutas mensuales del general de división Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, es de 205 mil 122 pesos.
 
El general también cuenta con prestaciones por seguridad social, un incentivo del ciento por ciento en el pago de colegiaturas para hijos en nivel medio superior y superior, además de un seguro institucional por 40 meses de compensación garantizada y otras prestaciones.
 
Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, subsecretario de la Defensa Nacional, recibe un sueldo de 189 mil 944 pesos mensuales en percepciones brutas.
 
Asimismo, Leonardo González García, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana; Luis Arturo Oliver Cen, jefe del Estado Mayor de la Defensa; Mario Marco Antonio González Barreda, inspector y contralor general del Ejército y Fuerza Aérea; Salvador Cienfuegos Zepeda, oficial Mayor de la Sedena; y Augusto Moisés García Ochoa, director general de Administración de esta Secretaría, perciben, cada uno, 182 mil 622 pesos mensuales por el mismo concepto.
 
El diputado Gustavo González señala que han mejorado los salarios en el Ejército Mexicano, y agrega que la ventaja de ser miembro de las Fuerzas Armadas es que no gastas en ropa y alimentación al estar dentro de la corporación.
 
A pesar de ello “se tendrían que mejorar las prestaciones y crear una ala de participación en seguridad interior, la cual tenga contacto y preparación en ambiente civil; es decir, una división para cuestiones exclusivas de seguridad interior y otra de inteligencia operativa”.
 
Finalmente, Jorge Luis Sierra comenta que en la lucha del Ejército contra el narcotráfico se encuentran desplegados alrededor de 70 mil efectivos, de entre los cuales “se han nombrado más generales en el terreno de las operaciones contra el narco; pero la función del Ejército es transitoria. Sería muy difícil en el futuro reducir el número de generales cuando éstos se dejen de utilizar. Se crearía una capa burocrática en el mando? intocable por las fuerzas civiles”.
 
—¿Qué se requiere para la próxima administración?
 
—Se necesita una política de defensa transexenal y una ley de defensa nacional que determine una estrategia integral de defensa. Tendrían que unificarse las Fuerzas Armadas –Ejército, Fuerza Aérea y Armada– en una sola dependencia, y que su máxima autoridad sea el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, pero que su autoridad administrativa principal sea un civil. Con esas bases se podría definir cuántos generales, oficiales y [elementos de] tropa necesita el país.
 
 
         
 
      
 
 
 
 
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Fuente: Contralínea 289