El caso del expanista Francisco Javier Reyes Ortiz, dirigente de la Organización Nacional de Patrimonio Familiar en Durango y quien se dedica a promover la legalización de automóviles chocolates desde hace más de una década, está en la mira de la Secretaría de Hacienda, a la que habrá de explicar el origen de millonarios recursos depositados en sus cuentas bancarias en efectivo y retiros a través de cheques y transferencias
Francisco Javier Reyes Ortiz, en busca de beneficios personales, renunció hace unos meses al Partido Acción Nacional (PAN) para unirse a la campaña del ahora gobernador priista Jorge Herrera Caldera, y desde entonces parece que la suerte, el olfato y el oportunismo comienzan a fallarle.
La Organización Nacional de Patrimonio Familiar (Onapafa), que él preside, tiene, entre sus principales gestiones, defender a los propietarios de vehículos de procedencia extranjera a cambio de una buena cuota, para que sus autos puedan transitar libremente por todo el país sin que autoridades fiscales o corporación policial alguna puedan decomisar las unidades.
Pero según Reyes Ortiz, su renuncia al PAN fue por la falta de consensos al interior de la coalición Durango Nos Une, lo que según él lo obligó a mudarse de partido y apoyar la campaña del candidato priista por la gubernatura de Durango. El ahora expanista fue uno de los principales promotores del Frente de Ciudadanos por el Cambio de Durango, pero al final sucumbió a los ofrecimientos priistas.
La investigación de la UIF
En sigilo, la Secretaría de Hacienda tiene otros planes para Reyes Ortiz. Por conducto de su Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), abrió la investigación UIF/SAT/2574/2009 en contra del dirigente de la Onapafa, por “indicios de acciones probablemente ilícitas y presuntamente cometidas por él y los sujetos aquí señalados o las personas relacionadas con ellos”, según describe el amplio documento confidencial elaborado por los investigadores y auditores fiscales.
En ese expediente fiscal, se informa que Francisco Javier Reyes Ortiz nació el 2 de diciembre de 1962; es maestro en la Escuela Secundaria General 2 y que, antes de renunciar al PAN, había sido candidato por ese partido a diputado federal por el Primer Distrito del estado de Durango. Esto último es lo que llamó la atención de ese órgano de inteligencia del fisco y colocó a Reyes Ortiz entre las “personas políticamente expuestas” por aceptar, en sus intereses políticos, dinero mal habido o sucio, como se le dice en el argot del lavado de dinero.
En la investigación, hay un reporte del 31 de marzo de 2008, remitido a la Secretaría de Hacienda por el grupo financiero HSBC, en donde se indica que el ahora priista hizo una transferencia por 1 millón 900 mil pesos de su cuenta número 6267779835 a favor de la cuenta número 4041193046, a nombre de Pérez González Grupo Aduanal, SC. Esto también está sujeto a otra investigación y no precisamente fiscal.
En otros reportes que se integran al amplio expediente, se revela que Reyes Ortiz realizó operaciones relevantes emitidas por Banco Mercantil del Norte, SA, Institución de Banca Múltiple, Grupo Financiero Banorte y en HSBC, como un depósito por 120 mil pesos y tres operaciones de retiró por 572 mil 600 pesos.
En las indagatorias, la Secretaría de Hacienda localizó a Francisco Javier Reyes Ortiz, inscrito ante el Registro Federal de Contribuyentes con la clave REOF621202LB5, desde el 25 de julio de 1995, con actividad de “servicio de reparación de automóviles y camiones”, actividad suspendida desde el 17 de julio de 1996 y con una obligación fiscal vigente por actividades empresariales dentro del Régimen de Pequeños Contribuyentes.
El problema que descubrió la UIF es que a este expanista se le olvidó presentar sus declaraciones fiscales sobre sus negocios que está acostumbrado a realizar, lo cual no tendría problema si hubiera seguido militando en el partido en el poder, el PAN, pero como ahora cambio de piel y para beneficio propio ya es flamante priista y apoya a morir al nuevo gobernador duranguense, pues seguramente muy pronto podría tener un encontronazo con el fisco.
En cuanto a la relación que mantiene Reyes Ortiz con Pérez González Grupo Aduanal, SC, se identificó un reporte de operación inusual que revela que en su cuenta recibe recursos principalmente de transferencias y los retira para la liberación de pedimentos. Es decir, un buen negocio en donde todos ganan por introducir chatarra extranjera al país.
Reportes de operaciones sospechosas
El 6 de mayo de 2008, el banco HSBC informó a la UIF, mediante el folio 000360, una operación inusual por una transferencia realizada el día 31 de marzo de 2008, por la cantidad de 1 millón 900 mil pesos de su cuenta número 6267779835 en esa institución.
El reporte bancario indica que su cliente no tiene Registro Federal de Contribuyentes y su actividad es de maestro en la Escuela Secundaria General 2. Señala, además, que promueve la legalización de automóviles en México, lo que le genera recibir en su cuenta bancaria recursos en efectivo y retira con cheques pagados y transferencias a nombre de Pérez González G, en su cuenta 4041193046, también en HSBC.
Añade que Reyes Ortiz realiza transferencias a favor de la cuenta 4041193046 a nombre de Pérez González G, y en el reporte de operación inusual se identificó que se trata de la misma institución financiera, HSBC, mediante el folio 000401, de fecha 7 de marzo de 2008, en donde el titular de dicha cuenta es Pérez González Grupo Aduanal, SC, del que destaca:
“Periodo analizado: del 3 de diciembre de 2007 al 27 de febrero de 2008. El cliente tiene 604 operaciones que suman 22 millones 579 mil 719.05 pesos y se componen de 571 depósitos en efectivo por 19 millones 295 mil 119.05 pesos; 17 abonos por transferencia y el resto en otras formas de depósito.
“El cliente tiene 6 mil 302 operaciones de retiro que suman 22 millones 315 mil 483.69 pesos y se componen de 6 mil 272 cargos a cuenta por liberación de pedimento por 22 millones 314 mil 452 pesos.”
Reyes Ortiz tiene dos cuentas bancarias en HSBC (6240394637 y 6267779850), las cuales tienen relación con operaciones bancarias de Florinda Barrios Núnez, con número de cuenta 6267779835, también en HSBC. En Banorte, su número de cuenta es 500769294.
En su responsabilidad con el fisco, sólo mantuvo un año sus operaciones, de julio 2005 a julio de 2006, y a partir de entonces aparece en los registros de Hacienda como suspendido, es decir que ha pasado con todos sus ingresos recibidos en los últimos tres años, sobre todo cuando se ha comprobado que mantuvo operaciones de negocios y cobros millonarios por su actividad.
En entrevista telefónica, Reyes Ortiz niega tener pendientes con el fisco, del que dice ser sólo un trabajador más, al reportarle muchos ingresos mediante la legalización de automóviles extranjeros a través de la agencia Pérez González Grupo Aduanal, SC.
Reconoce que, como gestor, él realizaba los depósitos electrónicos a la agencia aduanal, la cual a su vez pagaba a la Secretaría de Hacienda los impuestos por la regularización de los vehículos chocolates, y la agencia le pagaba por sus servicios profesionales.
De paso, acusa a los grupos de poder del PAN en Durango de llevarlo a una campaña electoral para diputado por el Primer Distrito, que sólo le dejó deudas impagables, lo que motivó que, a unas semanas de la elección, renunciara a la candidatura y decidiera apoyar al candidato a gobernador del Partido Revolucionario Institucional, quien resultó ganador. “Nosotros contribuimos con unos 16 mil votos”, presume.
—El informe de la UIF dice que usted no reportó el pago de sus impuestos entre 2006 y 2008, por los ingresos que obtuvo durante ese periodo, lo cual configura el delito de evasión fiscal.
—Es falso. Los impuestos fueron cubiertos a través de la agencia aduanal. ¡Imagínese!, la Secretaría de Hacienda actúa cuando ve fallas en materia aduanera, y en este caso yo siempre entregué el dinero por las importaciones de los vehículos a la agencia aduanera.
—Sí, pero Hacienda habla de sus impuestos personales…
—Yo no he incurrido en irregularidades. Hasta políticos como los exgobernadores, de Ismael Hernández Deras para atrás, reconocen la labor de la Onapafa.
—Qué va a hacer ahora que lo requiera Hacienda
—Responder a los cuestionamientos que se me hagan. No tengo nada que temer. Quien ha metido mucho ruido en esto es mi cuñado José Guadalupe Barrios Núñez, quien desde 2000 ha cometido fraudes y se ha escudado en la Onapafa. Lo tengo demandado penalmente por la invasión de un predio, y ante el Tribunal Fiscal de la Federación, por el uso indebido de siglas de la organización.