A la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; a la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco; a la Comisión de Derechos Humanos de Colima; al gobernador de Jalisco; al gobernador de Colima; a la Procuraduría General de la República; a las procuradurías de Justicia de Jalisco y Colima; a Amnistía Internacional:

 

Con profunda preocupación, la Red Mexicana de Afectados por la Minería hemos dado seguimiento a la desaparición del activista Celedonio Monroy Prudencio, que desde el 23 de octubre pasado fue secuestrado por un grupo de hombres encapuchados en su domicilio, ubicado en la comunidad Loma Colorada, municipio de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco; y que a la fecha no ha sido encontrado.

 

Celedonio Monroy Prudencio es un indígena nahua que representa a su comunidad ante el Consejo de Mayores en Ayotitlán, Cuautitlán. Se ha destacado por ser un defensor de su territorio en contra de empresas madereras y talamontes clandestinos que operan armados dentro de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán.

 

Asimismo, ha denunciado en medios nacionales desde hace años las violaciones de las que ha sido víctima su comunidad por empresas mineras, principalmente el Consorcio –ítalo-argentino– Benito Juárez Peña Colorada, SA, que se ubica dentro de la zona de indefinición de límites territoriales entre Colima y Jalisco. Ha enfatizado el abandono del gobierno de Jalisco para brindar los mínimos servicios públicos hacia la comunidad, así como la denuncia del entorpecimiento de cualquier obra de beneficio social por parte de la policía estatal de Colima.

 

Este consorcio extrae 16 mil toneladas diarias de fierro, contamina miles y miles de metros cúbicos de agua y ha dejado estériles cientos de hectáreas de tierra de cultivo. Hace un mes, indígenas de Cuautitlán denunciaron que esta empresa provocó un desastre ambiental y social cuando se rompieron las cortinas contenedoras de lodos y residuos tóxicos de la mina que inundaron casas, parcelas de cultivo y corrales de animales de nueve comunidades de Cuautitlán y Cihuatlán, que desembocaron en el río Marabasco, con lo cual se contaminó la cuenca entera.

 

Exigimos a las autoridades locales, estatales y federales la intensificación de la búsqueda y localización inmediata de Celedonio Monroy Prudencio y se le presente sano y salvo; se garantice la seguridad de los indígenas defensores de derechos humanos y ambientales del municipio de Cuautitlán; se atiendan las denuncias por ecocidio y violación a los derechos humanos (por empresas mineras y madereras) que han presentado miembros de la comunidad; y el respeto absoluto a la toma de decisiones comunitarias sobre sus territorios.

 

Red Mexicana de Afectados por la Minería

 

 

 

En relación con el reportaje “Semar abandona costas y mares mexicanos”, opino que no se debe culpar únicamente a una pequeña área (Protección al Medio Ambiente Marino de la Secretaría de Marina) del citado incumplimiento. Es necesario recordar que estos cargos administrativos están cubiertos, en la mayoría de los casos, únicamente por una sola persona que debe realizar el trabajo de jefe de departamento, archivista, oficinista, etcétera (además, claro, de que deben cumplir con las diversas actividades militares asignadas). Aunado a esto, el grado militar que ostentan es risible, a pesar de que muchos de ellos cuentan con posgrados y especialidades. Por ello, estos marinos no son contemplados para representar a México ante la Organización Marítima Internacional. A ese organismo internacional envían a militares que cuentan con mayor rango, pero no con los conocimientos necesarios (técnico-científicos) para un buen desempeño en estos eventos y su posterior seguimiento.

 

Marco Orozco

 

 

 

Felicito por el reportaje “Militares, autores de la masacre de Rubén Jaramillo en 1962”. Luego de leer lo que le aconteció a ese gran revolucionario y a su familia me siento impotente. Indigna la agresión cobarde, alevosa, por parte de esos grupos militares. Me gustaría que aún vivieran Adolfo López Mateos y esos perros asesinos para que pagaran por el atroz asesinato de un revolucionario que participó en el movimiento subversivo para darnos una mejor vida. Rubén Jaramillo no merecía morir así. Rubén Jaramillo debió morir luchando con las armas contra tanta injusticia que sufren nuestros campesinos e indígenas.

 

Rodolfo Velázquez

 

 

 

 

Felicito por el artículo “¿Quién ordenó derribar el avión espía sobre Cuba?”. Es enriquecedor el esfuerzo que realiza la revista Contralínea al ilustrar a los lectores de esta fase importante de la historia denominada también “crisis de los misiles”, y este episodio no lo cuentan precisamente los vencedores. Enhorabuena por este ensayo.

 

Genaro Rodríguez

 

 

 

Muy interesante el reportaje “México entra a Transpacífico a cambio de Pemex y papa fresca”. El sector de la papa ha sido siempre competitivo y autosuficiente. Las plagas que en los últimos años se han detectado en México han sido por importaciones de papas comerciales que se introducen como si fueran semillas, y más aun en semillas certificadas libres de plagas. No es un asunto de competitividad, sino de respetar nuestra soberanía en materia de sanidad vegetal, que ha sido afectada con importaciones “controladas”,  y que podría ser de dimensiones incalculables en cuanto a importaciones hechas a medida de la conveniencia de Estados Unidos.

 

Ingeniero Manuel Villarreal

 

 

 

 

Doctor Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno electo del Distrito Federal:

Los suscritos, representantes de agrupaciones gremiales periodísticas, de organizaciones de la sociedad civil y activistas por los derechos humanos, tenemos un interés, que consideramos legítimo, por conocer sus proyectos para el futuro inmediato y de mediano plazo para el Sistema de Radio y Televisión Digital del Gobierno del Distrito Federal.

 

Capital 21, como familiarmente se le conoce, no ha tenido, ni de lejos, la opulencia financiera que en alguna época tuvieron los medios estatales en este país, la cual les permitió –y aun lo hace en algunos casos– constituirse en importantes fuentes de empleo para el gremio periodístico y, de manera simultánea, servir cotidianamente a la sociedad.

 

Se trata de un proyecto que nació y se ha desarrollado, en términos muy relativos, entre el éxito significado –porque finalmente el proyecto respectivo fue considerado en términos de viabilidad– y, por otra parte, dotado de una modestia financiera rayana en la precariedad durante los más de 5 años de existencia, primero sólo en internet y, desde principios de 2012, en la señal de televisión abierta de alta definición.

 

No obstante, la reducida planta periodística que ahí presta sus servicios y la verificada capacidad del cineasta Héctor Cervera Gómez, autor del proyecto y director del Sistema de Radio y Televisión del gobierno del Distrito Federal, han generado una realidad incontrastable que es la de atender prioritariamente la intención de comunicar a la sociedad consigo misma, a través de series como sus servicios de noticias y de la barra periodística, donde se revisan con interés y conocimiento de causa los temas que corresponden al ejercicio de nuestra profesión, a la defensa de sus legítimos intereses, al reconocimiento de la utilidad que los comunicadores prestamos a la sociedad y a la defensa de los derechos humanos que con los activistas en la materia desarrollamos de manera permanente, amén de expresiones culturales y sociales que suelen abarcar un amplio, plural y participativo abanico.

 

Por lo anterior, doctor Mancera, rogamos considerar con toda la seriedad que el caso merece, garantizar un presupuesto digno al Sistema de Radio y Televisión del Gobierno del Distrito Federal, a su canal de televisión así como a su estación radiodifusora, retribuir en consecuencia de ese nivel a sus trabajadores, que hasta hoy perciben muy modestos emolumentos, dotarles de seguridad social porque la mayoría de ellos trabajan por contratos renovables y régimen de honorarios. Conviene, por razones de justicia laboral y continuidad del proyecto, conservar a la plantilla fundadora, gracias a cuyo esfuerzo hoy existe la realidad que estamos defendiendo ante usted, señor jefe de gobierno, para otorgar al Sistema de Radio y Televisión del Gobierno del Distrito Federal la atención y el sitio puntual que merece este Sistema, del cual carecían los capitalinos desde hace décadas, cuando era prerrogativa del Ejecutivo federal nombrar un regente y ordenar las formas de operar de las instituciones y dotarlas de los presupuestos respectivos, sin consulta ni discusión alguna.

 

A un Gobierno del Distrito Federal hoy elegido en las urnas por sus ciudadanos, con una Asamblea Legislativa del corte más avanzado entre todos los congresos del país, correspondería un Sistema de Radio y Televisión igualmente moderno, progresista, defensor de las mejores causas de la sociedad capitalina, plural, incluyente, autónomo, dotado de las herramientas financieras, técnicas y profesionales que le permitan seguir ofreciendo contenidos útiles y de la más alta calidad.

 

Con la confianza en que su visión de gobernante para los próximos 6 años de esta gran metrópoli lo haga colocar entre sus prioridades la más abierta comunicación con sus gobernados, según lo demostró en sus líneas de campaña y después del amplio triunfo electoral, reiteramos a usted, doctor Miguel Ángel Mancera, nuestros respetos y un agradecimiento adelantado por la atención que otorgue a estas reflexiones.

 

Amado Avendaño, periodista; Amalia Rivera de la Cabada, periodista; Arline Avilez Ríos, comunicóloga; Balbina Flores Martínez, periodista; Benjamín Nava Boyás, presidente del Colegio y Asociaciones de Comunicadores y Periodistas de Morelos; Carlos Padilla, Revista Zócalo; César Garizurieta Vega, abogado; Cristina Renaud, periodista; Edgar Omar Viniegra, abogado; Elvira García, periodista; Enrique Larios, presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos; Enrique Hernández Padrón, del Colegio de Periodistas y Comunicadores de San Luis Potosí, AC; Eréndira Cruzvillegas Fuentes, abogada y socióloga; Francisco Rodríguez, periodista; Graciela Martínez Machuca, periodista; Guadalupe Bringas Sánchez, periodista; Guadalupe Ortega Vargas, periodista; José Luis Camacho López, periodista; Judith Calderón Gómez, periodista; Manuel Fuentes Muñiz, abogado; María Rosa Castillejos Cepahua, del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa; Mario Cedeño Rosas, periodista; Martha Anaya, periodista; Marycarmen Nepomuceno Moreno Aguilar Franco, periodista; Miguel Badillo, periodista; Miguel Ángel Vargas, periodista y director general de Contexto de Durango; Moisés Sánchez Limón, periodista; Nubia C Salas Lizama, periodista; Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación Manuel Buendía y director de la Revista Mexicana de la Comunicación; Óscar Manuel Alvizo Olmeda, secretario nacional de Ética de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos; Ramón Ojeda Mestre, académico; Raúl Castillo Tena, caricaturista Teta; Roberto López Moreno, presidente de la Academia de Poesía de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y presidente de la Fundación Erik Satie (prodefensa cultural y el derecho de los artistas); Rogaciano Méndez, del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa; Rogelio Hernández López, periodista; Rosario Novoa Peniche, periodista; Salomón Hernández León, periodista; Sara Lovera López, periodista; Sara Estela Tamez, periodistaM; entre otros.

 

Rogelio Hernández López (responsable de la publicación)

 

 

 

 

Muy interesante el reportaje “Estados Unidos no ayuda ni coopera con la paz”. En efecto, ese país no sólo no ayuda: ellos son los principales operadores de la violencia en México. Ellos ponen las armas y nosotros los muertos. Dicen: “Que maten aquí junto a los migrantes de Centroamérica, para qué nos ensuciamos las manos”. La violencia la han sembrado ellos y día a día la hacen crecer.

 

Filiberta Vázquez

 

 

Felipe Caderón llegó al poder de manera ilícita (“haiga sido como haiga sido”, según sus propias palabras). Y nunca dejó de delinquir. El patético personaje padece una soberbia descontrolada que llevó al país a una de las más profundas crisis sociales, económicas, educativas y, sobre todo, de seguridad. Fue indignante escuchar al final de su sexenio tanto elogio de su propia boca y del corifeo incondicional que rodea al hombrecillo. Tiene su lugar bien ganado en el basurero de la historia. Pero no debe irse con esa estúpida idea de que todo lo ha hecho bien. Debemos reaccionar con dignidad y hacer un juicio ciudadano contra uno de los peores presidentes que hemos tenido que padecer.

 

Alicia González