A pocos meses de realizarse la elección interna del PRD para postular a quien habrá de ocupar la jefatura del gobierno del Distrito Federal, la “izquierda” se debate entre los obradoristas y los consentidos de Marcelo Ebrard. Martí Batres Guadarrama, a quien se le vincula con el grupo de Andrés Manuel López Obrador, ha sido señalado en las encuestas como quien despunta en las preferencias. Trata de evitar las andanadas que desde el gobierno capitalino se preparan en su contra negando su interés en el máximo cargo ejecutivo de la ciudad. Al tiempo, administra el mayor número de programas sociales considerados “clientelares”
Martí Batres Guadarrama, secretario de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal, se mantiene al frente de las encuestas para sustituir al actual jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón. Renuente a hablar del tema, el también exdirigente universitario señala que aún tiene tareas que cumplir en la dependencia que encabeza.
“Tengo trabajo aquí, tareas por atender; hay que terminar ciclos. Estoy atento al proceso, me informo, veo las encuestas, veo las opiniones, recibo opiniones de la gente, pero mi responsabilidad está en la secretaría. Al final de este año tomaremos decisiones al respecto”, dice desde su oficina en el Zócalo capitalino.
Los programas sociales que se aplican desde esa secretaría, entre los que destacan el de la pensión universal de los adultos mayores, comedores comunitarios, y de mejoramiento barrial, han dado a Batres presencia entre la población capitalina.
Sin embargo, también han sido motivo del escrutinio y la especulación, puesto que hay versiones que aseguran el mal manejo de los recursos destinados a las políticas sociales, e incluso el uso de los programas para fines políticos.
Las largas filas que hacen los adultos mayores para recibir la pensión alimentaria o la mala calidad de la comida que se sirve en los comedores públicos, también son factores que desvirtúan las políticas sociales en la ciudad.
Recientemente la Comisión de Vigilancia y Evaluación de Políticas y Programas Sociales exhortó al jefe de Gobierno, y a Batres Guadarrama, a ampliar la cobertura informativa y publicitaria de los programas para difundir adecuadamente la información entre los sectores a los que se dirigen los programas.
El secretario se defiende. Asegura que el tema social ha sido el más importante del gobierno de la ciudad; el que le ha otorgado identidad, distinción y el que le ha facilitado la diferencia respecto de otras gestiones federales o locales en el país: “Se ha priorizado a la gente y se ha tomado en cuenta que el problema número uno de México es la pobreza y la desigualdad”.
Los más de 40 programas sociales destinados a los habitantes de la metrópoli, también han sido tachados de clientelistas. A decir del diputado federal Gerardo Fernández Noroña, condicionan y presionan a la gente por ciertas preferencias electorales.
Al respecto, Batres se pronuncia a favor de convertir los programas del gobierno capitalino en leyes. “Hay que ver lo social no solamente como una acción bondadosa del Estado, sino como un cumplimiento de sus obligaciones y de los derechos que tiene la gente”.
Y recalca que hay programas que ya son leyes como la pensión de adultos mayores, los medicamentos gratuitos, los útiles escolares, la beca de discapacidad, el seguro de desempleo, la educación garantizada. “También queremos que se convierta en un derecho el mejoramiento de los barrios, los comedores comunitarios, la beca Prepa Sí, entre otros”.
Aunque el político asegura que durante la gestión de Marcelo Ebrard se avanzó en lo social y en aspectos como la movilidad en la ciudad, el impulso a la bicicleta, la creación de calles peatonales, y las elecciones vecinales, también señala que los pendientes son numerosos, sobre todo, tratándose de México, el país más desacorde de América Latina.
“Consideramos que lo social debe seguir siendo la cuestión más importante. Algunos de los puntos que deben desarrollarse a futuro son las políticas sociales dirigidas a los jóvenes a través de la creación de empresas juveniles, esto nos parece fundamental para alentar el trabajo, la economía y la inserción de los jóvenes en su realidad social; las políticas sociales dirigidas a la infancia de cero a cinco años de edad, lapso en el que la mayoría no va a la escuela aún, por ejemplo: una beca alime
nticia universal para los menores de cinco años hijos de madres solas, construcción de guarderías, estancias infantiles, infraestructura para la infancia”.
Respecto de la privatización de espacios públicos, los planes de privatizar el agua en la ciudad, o la construcción de megaproyectos que han causado el descontento de la población, y con ello han abierto la posibilidad de desplazar al Partido de la Revolución Democrática (PRD), rechaza que en las próximas elecciones la ciudadanía castigue a su partido. “No creo que así sea. No se trata sólo de pugnar porque se mantenga el PRD en el gobierno; no es una cuestión de mantenerse, de continuidad, sino de profundizar cambios, y no obstante, creo que debemos atender lo que está planteando la ciudadanía.
“Tenemos que escuchar a la población, y las grandes obras las tenemos que hacer con el concurso de la gente; es muy importante incorporar a la población”.
—¿Hasta ahora no se ha incorporado a la ciudadanía?
—Ha faltado mayor incorporación. La ciudad se tiene que desarrollar, pero el desarrollo tiene que ir con la gente; tiene que haber un proceso de participación, de incorporación, de conocimiento, de aceptación, de consenso. La gente debe ser partícipe de los procesos de obra que se den en la ciudad.
—¿Está de acuerdo con las privatizaciones en la ciudad?
—Yo creo que debe privar el principio de la supremacía de lo público. El equilibrio ecológico, la participación social, el respeto a los derechos humanos.
De las pugnas al interior del PRD para la elección de candidato, el también exdiputado de la Asamblea Legislativa, se niega a hablar: “No me quiero meter en conflictos internos. Creo que en su momento el Partido tendrá que decidir su candidatura involucrando a la ciudadanía para construir un apoyo muy amplio”.
Para el funcionario público, lo principal en este momento es atender los procesos que se dan en el país, porque si bien, dice, hay una debacle del Partido Acción Nacional (PAN) en la ciudad de México, “no hay que descuidar el otro flanco que es el Partido Revolucionario Institucional (PRI)”.
—¿Cuál es su opinión acerca de los precandidatos?
—No me quiero meter a calificar a nadie; creo que en todo caso la ciudadanía, la opinión pública es quien debe hacerlo. Para mí lo fundamental es advertir quienes son los adversarios, y prepararse para estar unidos todos y enfrentar nuevamente a la derecha tanto del PRI como del PAN.