I. El coordinador del Diccionario de Pensadores Contemporáneos (Emece), Patricio Lóizaga, ha escrito un ensayo que expone los libros del estadunidense Allan Bloom (1930-1992): Shakespeare’s Politics; El cierre de la mente moderna, y la Decadencia de la cultura. El desbordante de conocimientos históricos: Confronting the Constitution y Love and friendship. Después de estudiar su obra, Bloom merece calificarse como el erudito que atina a reflexionar sobre los problemas políticos y, en particular, de la teoría y práctica democráticas. Lo que queda demostrado en Gigantes y enanos: interpretaciones sobre la historia sociopolítica de Occidente, que parte de la cultura griega-ateniense, pasa por las revoluciones intelectuales de Shakespeare, Hobbes, Locke, Tocquevielle. Es ésta una colección de ensayos que fue publicando Allan Bloom, para ocuparse de Los Viajes de Gulliver –de Jonathan Swift–, como guía sobre la enanez subcultural y el gigantismo cultural; y tejer lo que llama “el amor entre el lector y los libros”, dando en el clavo de la mejor definición de ese vínculo entre los creadores intelectuales universales y quienes, de estudiantes a profesionistas, guardan esa “amistad” amorosa de la lectura.
II. Bloom nos pone frente a Sócrates y el copiador de sus diálogos, Platón; Aristófanes; Homero; Rousseau (de éste insiste que se lea y estudie Emilio); Leo Strauss; Raymond Aron; Alexandre Kojéve; John Rawls, etcétera. “Nuestro estudio… ha enseñado a reírnos de las necedades de todo el pasado: las monarquías, las oligarquías, las teocracias y las aristocracias y de sus fanatismos de locura en procura de imperios o la salvación, algunas se tomaron seriamente”. Cuestiona la sumisión a los líderes “para salir de la caverna platónica”, lo cual corresponde a los maestros a través de la ilustración universal. Insiste en desterrar los vicios de la democracia, critica “el sometimiento de las mayorías a la adulación de los que tienen el poder… las universidades deben ser una isla crítica e independiente de la opinión pública, basada en el espíritu y la experiencia socrática”: el preguntar y responder; pues plantear la pregunta conduce a explorar soluciones. El autor presenta una variedad de asuntos y respuestas; por ejemplo: “Para leer a Maquiavelo uno debe… tener a mano sus Décadas… no se puede entenderlo sin conocer el texto… leerlo y tratar de forjar una interpretación propia… luego dejar que Maquiavelo nos guíe para llegar a una interpretación maquiavélica de Livio”.
III. Son ensayos para conocer y comprender a esos gigantes de la cultura que nos han dejado una herencia para seguir reflexionando y desarrollar la humanidad “que está potencialmente en todos nosotros, y eso es lo que nos hace humanos”. Pensar, sentir y querer con ellos, y enriquecernos con sus lecturas. “Shakespeare personalmente estaba menos interesado por la cuestión del judaísmo que por el intento del hombre”. Un hombre universal al conocer la historia de la humanidad a través de sus gigantes, para ir perdiendo nuestro enanismo y ver con perspectiva histórica. Nada hay como los libros de ayer y hoy. Todo lo que contenga información cultural para la tarea infinita de auto educarnos. Con dosis de pesimismo y optimismo como parte de nuestra naturaleza, para vivir en una sociedad abierta “arraigada en la tradición del humanismo filosófico, científico con una motivación esencialmente pedagógica”. Texto para leerse como alumno del quehacer cultural. “Renovarse o morir”, para no dejar de ser renacentista dentro de la constante ilustración y, como decía Kant: “salir de la minoría de edad”. Éste es el mensaje del libro de Bloom.
Ficha bibliográfica
Autor: Allan Bloom (Traducción de Alberto L. Bixio)
Título: Gigantes y enanos
Editorial: Gedisa, 1991