A 60 días de que los ejidatarios de Carrizalillo, Guerrero, cerraran la mina de la empresa canadiense Equinox Gold –donde se explotaría oro y otros metales–, los inconformes sostuvieron que mantendrán la protesta, pues el negocio implica la destrucción de más de 1 mil hectáreas de territorio del ejido.
Al respecto, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) denunció que los dueños de las tierras están siendo víctimas de distintas violaciones por parte de la trasnacional, quien no ha respetado las cláusulas del Convenio de Colaboración y Contraprestaciones firmado en 2019.
Para la organización, Equinox Gold ha criminalizado a los ejidatarios, así como obstaculizado el diálogo, cerrado los accesos a la mina y mantenido una actitud negligente.
En ese contexto y por decisión de la Asamblea Ejidal y la Asamblea General de la comunidad, el ejido permanecerá cerrado hasta que la empresa cumpla con un nuevo convenio que garantice agua limpia, medicamentos, empleo, equipo, maquinaria y la no repetición del incumplimiento en “temas sensibles”.
Los afectados aseguraron que Equinox Gold se rehúsa a cumplir con un diálogo respetuoso y continúa tergiversando la versión del conflicto ante sus inversionistas. También señalaron que la Embajada de Canadá en México continúa sin intervenir para que sus empresas cumplan con las leyes mexicanas y respeten los derechos humanos. Asimismo, advirtieron que el gobierno mexicano no ha presionado para que cesen las violaciones.
En un comunicado, Rema recordó que la lucha del ejido de Carrizalillo es una escuela de resistencia contra el modelo extractivo minero, pues desde 2007 cerraron las operaciones por 83 días de la empresa canadiense GoldCorp, asentada en el mismo territorio, también por incumplimiento del contrato.