“Al carajo con el neoliberalismo, al carajo con el neoporfirismo. No queremos la oligarquía. México no es país de unos cuantos, México es de todos los mexicanos, de todo el pueblo”, arengó desde Veracruz, este 7 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al conmemorar el aniversario de la huelga de los obreros de Río Blanco, el primer mandatario advirtió que los neoliberales –a quienes calificó en esencia como neoporfiristas– quieren que el pueblo olvide “la historia, que es la maestra de la vida. Nosotros tenemos que recordar siempre a nuestros mártires, a nuestros héroes, a los próceres, que lucharon en la Independencia, en la Reforma, en la Revolución, y que nos enseñaron el camino para lograr vivir siempre en un país libre, justo, soberano, democrático”.
Por ello, reivindicó la lucha lacha de los trabajadores y también las políticas públicas que propicien trabajo digno y bien remunerado. López Obrador indicó que en su administración se ha aumentado el salario mínimo sin precedentes. “Durante todo el periodo neoliberal, 36 años, desde 1983 hasta que llegamos, a finales de 2018 […], no aumentó el salario mínimo; al contrario, hubo una pérdida constante al poder adquisitivo de los salarios, al poder de compra. Porque ni siquiera aumentaban el salario de acuerdo a la inflación, muchas veces el aumento al salario mínimo se quedaba por debajo de la inflación, y en los 36 años –y ojalá y eso lo digan los periodistas alquilados o vendidos a la oligarquía– hubo una pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo del 70 por ciento”.
Como ejemplo, citó que en 1980 [durante el gobierno del priísta Miguel de la Madrid] “el salario mínimo alcanzaba para comprar 50 kilos de tortilla, 1980, y cuando nosotros llegamos a la Presidencia apenas alcanzaba el salario mínimo para comprar cinco kilos de tortilla. Y aunque hemos aumentado a más del ciento por ciento el salario mínimo, apenas y ahora un salario mínimo alcanza para comprar 10 kilos de tortilla”.
El presidente de la República destacó que llegó en 2018 a ese cargo por voluntad del pueblo, y no de los empresarios. “A nosotros no nos impusieron los de arriba, no nos impuso la oligarquía, no fueron los medios de manipulación los que nos llevaron a la Presidencia de la República, a nosotros nos dio esa responsabilidad el pueblo de México, que es nuestro amo, nadie más, por eso es importante la democracia”.
Por eso, se comprometió a continuar con la política salarial que privilegia a los trabajadores y no a los empleadores. “Y aquí hago el compromiso de que antes de que yo termine mi mandato voy a enviar una iniciativa de ley de reforma al artículo 123 de la Constitución para que se establezca que nunca, jamás, va a aumentar el salario menos que la inflación, nunca más. Vamos a seguir con esa política”.