La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó enérgicamente el homicidio del defensor ambientalista David Díaz Valdez, quien fue atacado con armas de fuego por sujetos desconocidos, la tarde del viernes 2 de julio en Manzanillo, Colima.
Apenas el pasado 21 de junio, el ambientalista había recuperado su libertad tras estar encarcelado por el delito de amenazas y ataque peligroso, “asociado a la labor de activismo que realizaba y la denuncia pública respecto de los impactos negativos de la construcción de una termoeléctrica en la comunidad de Campos, de esa entidad federativa”.
La CNDH reiteró su preocupación por el creciente número de homicidios cometidos en contra de personas defensoras. El homicidio de Díaz Valdez es el onceavo en lo que va de este año (ocho de esas víctimas realizaban labores en defensa del medio ambiente) y, con este crimen suman 71 defensores asesinados de 2006 a la fecha.
En un comunicado, el organismo nacional recordó que para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “los asesinatos, actos de violencia y otros ataques cometidos en contra de las defensoras y los defensores de derechos humanos no sólo afectan las garantías y derechos humanos, sino que atentan también contra el papel fundamental que juegan en la sociedad”.
Por ello, advirtió “que cuando se silencia la labor de activismo de quienes la ejercen, se perjudica a todas aquellas personas y causas para quienes trabajan, dejándoles en un estado de mayor vulnerabilidad, llegando incluso hasta la indefensión, como sucede con la comunidad de Campos en Colima”.
Para la CNDH, existe una alarmante ausencia de efectividad, vigencia, reacción y atención por parte de las instancias y autoridades encargadas de prevenir, proteger y evitar agresiones y homicidios en contra de personas defensoras de derechos humanos, obligación estatal que ha sido reiteradamente expresada por ese organismo nacional e instancias internacionales de protección a derechos humanos.
En ese contexto, la CNDH exigió a la Fiscalía General de Colima que realice una investigación eficiente, objetiva, pronta e imparcial, en la que se identifique y localice a los autores materiales e intelectuales del homicidio del defensor, considerando particularmente en sus líneas de investigación la labor de activismo que realizaba, pues sólo de esta manera se abatirá el ciclo de impunidad que ha subsistido en los homicidios y agresiones a personas defensoras.
Asimismo, expresó sus condolencias a familiares del defensor, así como colaboradores y activistas de la región. Y se comprometió a permanecer atenta de la evolución de los acontecimientos y de las investigaciones que realicen las autoridades para que este crimen no quede en la impunidad.