“Por nuestros líderes, ni un minuto de silencio”, fue la consigna que manifestantes colombianos gritaron frente al Ángel de la Independencia en la Ciudad de México el pasado 26 de julio. En el monumento extendieron un manto con los nombres de 734 líderes sociales colombianos asesinados en ese país desde la firma del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, donde también expusieron un mapa con las zonas más afectadas por este ola de violencia.
Al denunciar lo que consideran el “asesinato sistemático” de líderes sociales y excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC, decenas de personas se manifestaron en la capital mexicana, como ocurrió en otro centenar de ciudades colombianas y del mundo, organizadas por la asociación Defendamos la Paz en Colombia. Mientras que en México, la concentración fue convocada por la organización Colombianos por la Paz en México (Colpaz).
“Le pedimos al gobierno de Colombia que garantice la paz, que garantice la oposición política, que garantice la implementación de los acuerdos de paz y de lo pactado en ese acuerdo”, expresó a Contralínea Diana Caro, integrante de Colpaz, quien además aseguró que una de las consignas de la movilización era darle rostro y nombre a los líderes asesinados. “Son más que datos, son personas y personas que ya no están”.
Los participantes buscaban generar presión internacional para denunciar la falta de voluntad política del actual gobierno de Colombia para implementar los acuerdos de paz y brindarles seguridad a los líderes sociales. “ Que el mundo entero vea la gravedad del asunto colombiano”, expresó uno de los manifestantes.
Daniel Leonés, miembro de Colpaz, aseguró que tienen registro de 945 asesinatos en Colombia de líderes sociales y excombatientes de las FARC. Asimismo, expresó que existen en ese país más de 1 mil personas amenazadas por su labor política, social o ambiental. “Desde el exterior, las personas le exigen al gobierno de Duque que cese las amenazas y los crímenes”.
Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, en el periodo de marzo de 2018 y mayo de 2019 se presentaron 196 asesinatos a líderes, siendo el periodo más crítico junio y julio de 2018. Las regiones donde más se han presentado estos asesinatos son: Cauca, Urabá, Antioquia, Norte de Santander, Risaralda, Nariño, Valle del Cauca y Arauca. Asimismo, Colpaz cuenta con un registro de 134 asesinatos a excombatientes de las FARC.
El informe anual llamado La Naranja Mecánica, del programa Somos Defensores, asegura que 2018 ha sido el año más violento para los líderes y defensores de derechos humanos en Colombia, “con un total de 805 agresiones y dentro de ellas 155 asesinatos”.
Aunando en lo anterior, el programa en su informe denuncia la falta de esclarecimiento para estos crímenes por parte de la Fiscalía General de la Nación, quien además, según detallan, ha distorsionado los datos asegurando que de los 250 casos priorizados tienen esclarecimiento del 54.8 por ciento cuando en realidad sólo han realizado 22 condenas, lo que significa un esclarecimiento del 8 por ciento.
El programa denuncia la poca efectividad que ha traído el Plan de Acción Oportuna del nuevo gobierno como estrategia para hacer frente a estos asesinatos y aseguran que muestra de ello es el incremento en un 66 por ciento de los asesinatos a líderes en el país durante el primer trimestre de 2019, lo que representa un total de 245 agresiones contabilizadas a través de su Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos.
Los líderes asesinados en Colombia realizaban diversas labores como: restitución de tierras, sustitución de cultivos ilícitos, defensa del territorio y del medio ambiente y miembros de las Juntas de Acción Comunal de sus lugares de origen.
“Son proyectos de vida los que estamos perdiendo en el país”, asegura Diana Caro en relación con el incremento a los asesinatos a líderes sociales en Colombia.
Lauren Franco